Capítulo 13: Volvamos

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Yo no aprendí a soltar amores
Yo no aprendí a dejarte ir
Eras una apuesta de largo plazo
Lo que construimos
Lo que construimos

Lo que construimos / Natalia Lafourcade

Ya era otro día, había despertado temprano, me había bañado y solo esperaba que Miranda llegara con mi hoja de alta, mi hermano se había encargado de los tramites y ahora se encontraba arreglando algunas cosas, por lo tanto, había pasado la mayor parte del día, sola.

Mer se había ido casi en la madrugada, ya que recibió una llamada de emergencia y desde entonces no había vuelto, dijo que ella se encargaría de traer mi desayuno, pero eso no paso - ¿que si la extraño?, joder, claro que sí -sé que tengo que arreglar las cosas con ella, pero la verdad no sé cómo...

Me concentro en la ridícula película que estoy viendo en la tele, cuando escucho unos pequeños toques en la puerta, mi corazón se acelera, pensando que era ella, pero mi sonrisa cambia, cuando por la puerta entra Mark y no la rubia.

-Eres tu – le digo un poco desilusionada.

-Buenas tardes a ti también – me dice él y yo ruedo los ojos – me alegra verte, y que ya estés mejor –me dice de forma irónica –se nota que me estabas esperando a mí.

-No, tú no eres rubia ni de ojos de color –le contesto yo a cambio –así que no te estaba esperando a ti.

-A ya entendí – me dice el, haciéndose el ofendido, es un dramático – así que me voy y me llevo esto – me señala la hoja que tiene en sus manos y se dirige a la puerta, con la intención de irse.

-No, espera – lo detengo yo – lo que pasa es que Meredith me prometió venir a verme y desde la madrugada no sé nada de ella.

-Ya entiendo, no te preocupes –me dice el con una sonrisa comprensiva – estaba bromeando, pero vine a ver como seguías y Miranda me dio esto para ti -me extiende el papel y yo lo tomo, era la hoja de mi alta – me dijo que te puedes ir, pero antes, tiene que venir una psicóloga a revisarte o algo así – me dice un poco confundido.

-Está bien –le digo yo –de todos modos, tengo que esperar a mi hermano.

-Bueno, te dejo –me dice, después de estar un rato conmigo –y para que estés más tranquila, vi a Grey en el estacionamiento, junto con mi esposa.

Yo lo veo, sorprendida - ¿llegando o se iban?

-Creo que apenas se iban, pero de eso ya tiene bastante tiempo, supongo que fue a arreglar algunas cosas.

-Supongo que sí –me encojo de hombros –si la llegas a ver, le puedes decir que necesito hablar con ella, por favor.

-Sí, no te preocupes, le diré que su esposa la extraña.

-Mark, nooo –le digo yo, porque sé que es capaz de decirle eso.

-Tranquila cuñada, que no diré nada, que no sea cierto.

-Ni se te ocurra Sloan –le grito, mientras el sale por la puerta, riendo –ash me choca.

Pasaron dos horas más, la trabajadora social llego y después la psicóloga, la sesión no fue lo que al parecer todos esperaban, hablar con extraños nunca ha sido mi fuerte y menos contar mis problemas a alguien que tal vez, tenga más problemas que yo, así que no hable y la psicóloga se fue, con la esperanza que la próxima sesión, pueda lograr lo que no obtuvo en esta.

De todos modos, ya solo espero que regrese mi hermano y por fin salir de aquí.

-Puedo pasar – una cara tímida, se asoma por la puerta y mi corazón da un vuelco y sonrió –dijeron que me estabas buscando.

No merezco volver segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora