La profecía negra -COMPLETO-

Capítulo 2: No me llames Nymphadora

Hola, todo el mundo gracias por el apoyo, allí tienes un nuevo capítulo, mira el final del capítulo para actualizar información!

Desde el día en que nació Nymphadora Tonks, había una cosa segura: ¡odiaba su nombre y apellido! Su nombre era extraño, no había conocido a nadie llamado como ella, y su apellido le recordó el hecho de que su propio padre la abandonó, quería ser negra, al igual que su madre y sus tías.

Por qué su madre la nombró así, con millones de buenos nombres por ahí, ella eligió uno de los peores, todavía su odio hacia su propio nombre, no la molestó tanto, todos la llamaron Tonksie (Ella odiaba eso por su padre), Nypha, hasta que un día una valiente niña de dos años, con el pelo de cuervo y ojos verdes la llamó, Dora.

Conoció a Harry el día en que su tío Sirius trajo a su casa a un bebé, fue una experiencia extraña pero fascinante para Nymphadora, era como una muñeca de la vida real, él siempre estaba tan tranquilo y no lloraba ni hacía sonidos, Nymphadora siempre recordará su primera interacción, su madre le había prohibido entrar en la habitación donde Harry estaba durmiendo.

Pero Nymphadora nunca pareció ser tan aficionada a las reglas y todas esas cosas, sonrió cuando entró en la habitación del bebé y luego lo vio, el bebé la miró y pudo ver que la estaba desafiando a hacer algo, parecía tan serio tratando de ocultar su miedo (Más tarde se dio cuenta de que tal vez el trauma de ver a sus padres morir frente a él, lo hizo un miedo a los extraños)

Pero en el momento en que se acercó y su cabello cambió de marrón a diferentes colores al azar, sonrió mientras la miraba y abrió los ojos muy bien, Nymphadora se sorprendió, nunca había visto ojos tan hermosos, y muchos años después, incluso con sus grandes poderes, todavía no puede obtener una copia perfecta de sus ojos.

Ella se acercó y le sonrió, ella usó sus poderes para mostrarle caras divertidas y su risa se hizo cada vez más fuerte que los otros ocupantes de la casa, por lo que entraron a la habitación del bebé, varitas en sus manos hasta que se dieron cuenta de que no había ningún peligro.

- Oh, Nymphadora – Andrómeda suspiró.

- Espera Droma, ¿viste eso? Harry ya no está tan rígido! – Sirius se acercó al bebé y sonrió al bebé feliz.

- Pobre... Nos tenías miedo, ¿verdad? – Narcissa lo tomó en sus brazos.

Ese fue el primer día en que Nymphadora tuvo un bebé en sus manos, y el día en que comenzó su relación con Harry y aún vive hasta el día de hoy.

Cuando Harry estaba empezando a hablar, los nombres de los adultos parecían difíciles de hablar, cuando Sirius sugirió el nombre de Nymphadora como una broma para ver si Harry podía decirlo, sorprendió a todos llamándola Dora y ahora odiaba si alguien no usaba a Dora para referirse a ella, tenía nueve años en ese momento de su vida, pero eso no es todo, un día, cuando Harry tenía seis años y Nymphadora tenía trece años, estaban jugando un juego, escondiéndose y buscándose.

Estaban en un parque público y había una regla estricta, no podía usar sus poderes para esconderse, todavía lo hacía, y lo hacía muchas veces, sorprendió a Harry muchas veces, cuando regresaron con la madre de Nymphadora, Harry no se veía tan feliz.

- Oye, ¿te divertiste? – Preguntó Andrómeda cerrando un libro que estaba leyendo en un banco.

- Sí, Harry no pudo golpearme! – Nymphadora se jactó antes de acariciar la cabeza de Harry.

- No me toques Nymphadora, eres una tramposa, ¡no me gustan los tramposos! – Harry estaba enojado.

- W-¿Cómo me llamaste? – Estaba tan sorprendida de que el color de su cabello cambiara de rosa a negro.