Gustabo Garcia. El Fin

Isidoro Navarro

Llevaba un par de días en la ciudad, no había logrado encontrar un nuevo piso franco ni teléfono. Pasaba las noches en la comisaría pues no quería sentirme observado y además temía que algún pajarito de Conway me siguiera.

Era el día en el que me encontraría con mi compañero como me había dicho Clara y sabia sin saber quien demonios habían enviado a trabajar conmigo, lo que me tenia bastante nervioso. Me encontraba patrullando con Amancio cuando mi teléfono empezó a sonar....

- Hola tete, aquí Isidoro Navarro

-Isidoro, ¿donde estas? pásame ubicación y paso a buscarte

Me envía la ubicación y paso a buscar a mi compañero, por la voz no supe reconocerlo. Me pierdo un par de veces porque el gps marca mal la ubicación y entonces mis ojos se salen de orbita. Isidoro me saluda y se mete en el coche. Habla con Amancio y yo apenas digo cuatro frases puesto que estoy alucinando con lo que ven mis ojos. Mi nuevo compañero es Gonzalo y francamente consigue sorprenderme, es un autentico planchabragas, un plazariano. Nadie en su sano juicio pensaría que se trata de un agente de la CIA. Nos dirigimos a la comisaría donde Conway nos espera en su despacho

- ¿Que quieres Garcia?¿quien es este inútil?

- Se llama Isidoro Navarro, nos conocimos en el psiquiátrico. Quiere ser policía

-¿Con que policía eh?

- Si señor, el mayor sueño de mi vida es ser policía

- Muy bien Garcia. Esta dentro, es tu responsabilidad. Tu lo formaras y recuerda, si el la lía tu la pagaras.

Isidoro es realmente insoportable. Yo mismo quiero partirle la cabeza con la porra y es que no es capaz de cerrar el pico. Le enseño la comisaría y le muestro la pda y hacemos trinomio con Amancio para salir a patrullar.

Quien me iba a decir que el agente que yo había escogido, una rata de oficina habría sido tan buena opción. Realmente se había transformado por completo, se había rapado la cabeza y dibujado un corazón, varios tatuajes y la ropa, en fin.... no podría tener peor estilo. En cuanto a la personalidad, no quedaba ni un atisbo de ese chico serio de oficina, era un autentico malandro podría pasar perfectamente por cualquier delicuente de poca monta.

Ya se había decidido que la historia oficial seria que nos conocimos en el psiquiátrico, cosa completamente lógica pues se supone que había estado encerrado allí durante estos 4 años. Yo por esquizofrénico pero el simplemente se invento que estuvo encerrado porque se volvió loco por el exceso de amor hacia las mujeres. No se si es una genialidad o una estupidez pero la verdad es que parece que ha funcionado y nadie hizo mas preguntas al respecto. Y aunque investiguen estoy seguro de que Clara, como directora del hospital ya tiene un expediente de Isidoro Navarro entre sus archivos del mismo.

Estamos así durante unos días, Amunation, tiendas... todo aburrido aunque la mayoría lo solemos resolver con victoria a nuestro favor. Es fastidioso reconocerlo pero echaba de menos esta rutina. Mi falsa libertad no esta siendo tan mala como creía. Aunque Conway lo pone bastante difícil pues se mantiene bastante alejado de mi, no me importa por ahora, no forzare las cosas con el puesto que eso seria lo peor que podría hacer. Si el quiere llevar la batuta la llevara, no tengo problema en eso. Mientras tanto yo me dedicare a ser un policía mas, me relaciono con mis compañeros e intento tratarlos con respeto. Me quedo al cargo de la malla cuando es necesario y llevo el mando de diferentes operativos. A veces sale bien y otras no, pero no siempre se puede ganar.

Después de un Amunation que acabo en tiroteo y conmigo en el hospital encuentro el momento perfecto. Me dirijo con Isidoro a una tienda y compro por error dos teléfonos. En uno instalo la tarjeta con el numero que me dieron y en otro una tarjeta que robe de un antiguo caso en los archivos de la comisaría.

Antes me notaba vigilado constantemente, incluso creo que llegue a ver a dos agentes de la CIA siguiendo mis pasos sobre todo cuando no estaba de servicio, pero hacia unos días que ya no notaba nadie a mi alrededor, aunque sabia que tampoco podía fiarme de eso. Salgo de servicio y me dirijo a un parking que no se utiliza, donde no hay cámaras ni micros. Llego el momento de buscar refuerzos......

-¿Quien es?

- Hola hermanito....