Recuperando el tiempo perdido (Jack Conway)

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Cuando Gustabo desapareció, mi mundo se vino abajo. Nunca me comporte como un verdadero padre con el, tras su vuelta me había comportado bastante distante con el; llegue al punto de intentar manipularlo para saber si trataba con Gustabo o con Pogo. En realidad, desde su vuelta a la comisaría había sido un perfecto policía, la CIA lo había entrenado realmente bien; pero en mi interior siempre tube el temor de que yo fuera su objetivo, ¿porque lo enviarían sino de regreso?.

Rechazo a Pogo, pero en el fondo yo soy muy parecido a el, tengo una parte asesina y macabra que sale a la luz de vez en cuando. La diferencia entre Gustabo y yo es que el, ahora parecía poder controlarlo totalmente. Incluso un día, llego a perder el control y el propio Pogo apareció para salir en mi defensa ante un maleante que me faltaba el respeto. Aun no sabia que creer y que no, puesto que se muy bien el alto nivel de manipulación que Gustabo manejaba.

Ademas, tras la prueba de ADN, el rechazo por completo el resultado de los mismos, negándose a aceptar que soy su padre biológico. Aunque yo ya lo sabia desde hacia mucho tiempo, necesitaba demostrarle al propio Gustabo que esa era la realidad. Durante su tiempo encerrado lo entrene, supongo que el pensaba que lo hacia para poder utilizarlo; la realidad es que sabia muy bien lo que la CIA puede hacerte y, por tanto lo que yo pretendía es darle un rayo de luz por el que pudiera escapar a sus manipulaciones. No voy a negar que al ver su evolución, sentí que seria un gran aliado para poder deshacerme por fin de las cadenas de la CIA.

Su desaparición me hico casi volverme loco. Me endeude con la CIA y vendí mi alma una vez mas para subsanar los costes de buscarlo a nivel internacional. No podía perderlo de nuevo, ahora que lo tenia tan cerca, ahora que por fin estaba estable mentalmente, no podía dejarlo ir así. No podría soportar que algo malo volviera a ocurrirle y yo no haber hecho nada.

Estaba en una misión de la CIA en Portugal, cuando mi teléfono sonó, no podía creer que fuera Gustabo el que estaba al otro lado. Su voz notaba un poco distinta pero nada importaba; había aparecido, estaba bien y me había llamado a mi. No pude negarme a su petición de ir con el a Londres, pasar tiempo juntos lejos de la CIA era una oferta demasiado buena. El destino quiso que estuviera a solo un vuelo de un par de horas de distancia, tan cerca y si no me hubiera llamando jamás lo hubiera sabido. Termine mi misión y tome las medidas pertinentes para no poder ser localizado por la CIA el máximo tiempo posible. Si Gustabo lo habría logrado yo lo haría por el; cuando nos encontraran, si el no quería volver lo ayudaría a huir y a ser libre aunque mi condena fuese ser prisionero toda mi vida. El había llegado a esta situación por mi culpa y por tanto, ya que el me había pedido acercarnos como padre e hijo, por primera vez en mi vida actuaría con el como tal y le daría su libertad.

Cuando llegue a Londres, Gustabo estaba esperándome en el aeropuerto. había cambiado un poco su estilo al vestir y se había dejado una barba castaña pero podría reconocerlo a kilómetros. Conversaba con un cualquiera de la calle. ¿acaso pensaba que era yo? al parecer solo me estaba gastando una broma, el y su humor sarcástico y negro...

Los primeros días en Londres fueron bastante tranquilos. Gustabo había conseguido un puesto de trabajo en el Servicio Secreto de la policía de Londres, pero las cosas por ahora parecían bastante tranquilas. Hasta ahora habíamos atendido robos y poco mas. Si es verdad, que había notado algunos comportamientos extraños en el, como hablarme a veces con palabras en italiano, pero no había querido darle importancia.

Lo extraño comenzó poco después, cuando en un interrogatorio a unos testigos de un caso que el comisario Gordon nos había encargado, se comporto de forma totalmente anormal para el. Los testigos nos habían mentido en la cara, yo decidí sacar a Gustabo y le dije que debíamos presionarlos mas para lograr la información que necesitábamos. Al entrar, en lugar de presionar parecía una monjita tratándolos con respeto, sin presionarlos para ponerlos nerviosos.... después su táctica fue echar la presión sobre mi. Si algo se de Gustabo es que es un gran agente y lo que acababa de presenciar era todo, menos un interrogatorio de un agente de la CIA.

Gustabo Garcia. El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora