La CIA

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Pasaron unos meses mas y ya había creado una rutina; misiones, entrenamientos y papeleos. Últimamente me había interesado mas en todo lo informatico y es que ya en una de mis primeras salidas supe que tenia un localizador gps que Pogo tenia localizado y otro que vigilaba mis constantes vitales, aunque ese era un misterio. Pero si tenia algo claro, si era un chip dependía de la informática y por tanto debía encontrar la manera de hackearlos.

Solo salía de las instalaciones de la CIA para hacer diferentes misiones de limpieza como ellos llamaban y para ir al hospital a ver a la doctora Castro. Las sesiones eran verdaderamente irritantes y una perdida de tiempo absoluta pero debía dejarles creer que seguía bajo su absoluto control y que la medicación y el tratamiento eran un éxito rotundo.

Poco a poco fui conociendo a mas agentes, algunos eran como yo. Lo que ellos denominaban agentes de limpieza y poco a poco fui ganándome su respeto puesto que demostré ser mejor que todos ellos. También conocía a otros agentes de campo, ya que nunca nos enviaban solos, con algunos logre tener cierta confianza y momentos de risas puesto que el pico de oro... es el pico de oro.

Con el tiempo fui cubriendo mis cicatrices con diferentes tatuajes, lo que unido a mi buen estado físico, esta carita de ángel que tengo y mi labia logre ganarme información de mas de una agente y era también muy útil en misiones de infiltración que iban dándome de forma cada vez mas habitual pero siempre controlada. No era nada difícil para mi infiltrarme entre delincuentes y mafiosos ya que me sentía muy a gusto con ellos y yo mismo traicione a la policía para liderar a la mafia mas importante de Los Santos, para finalmente traicionarles a ellos también para mi propio beneficio.

Aunque los dos primeros años aquí creí que esto era el infierno, poco a poco fui viendo que había luz al final y que con trabajo y sobre todo mucha paciencia podría salir de este infierno y todo gracias a los entrenamientos que ellos mismos me dieron en todo este tiempo.





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Aclaraciones: Este primer acto tiene capitulos cortos. No crei necesario indagar en lo que seria el entrenamiento fisico de la Cia durante tanto tiempo y por eso decidi hacerlo en pequeños relatos. A partir del Acto II se profundiza poco a poco un poco mas en la historia y en los detalles.

¡Gracias por leer! Espero que os este gustando

Gustabo Garcia. El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora