Inspector Jefe

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Parece que mi buen trabajo como policía empezaba a dar sus frutos, mis compañeros me respetaban y rápidamente había recuperado mi antiguo puesto como Inspector Jefe. Esto me daba mas responsabilidades si, pero también me daba mas libertad para moverme en los casos que mas me interesaban. Sabia perfectamente que Conway no se tragaba el cuento del psiquiátrico y el resto de la comisaría a excepción de Freddy e Isidoro no sabían nada, por lo que no me moleste mucho en disimular mis grandes dotes como tirador, conductor y negociador.

Relacionarme con delincuentes era para mi como un paseo por el parque. Me sentía mas cómodo con la mayoría de ellos que con los propios policías. Tenia buena relación con algunos de los mas habituales aunque claro, hasta que no los pillaba se supone que no podía saber quien era.


Mi relación con el viejo seguía sin avanzar pero tampoco me preocupaba, el solito vendría a mi y sabia como podía hacerlo. Para mi sorpresa el que mas se acerco fue el comisario Trucazo. Era divertido si tengo que ser sincero y si no fuera por todo esto de la CIA y porque se que oculta algo creo que nos llevaríamos bastante bien. Ambos tenemos el mismo humor negro y somos unos manipuladores de cuidado. Si pudiésemos ser aliados haríamos el mundo arder. Había quedado demostrado en algunos casos que habíamos llevado juntos.

Acababa de entrar de servicio junto a Isidoro cuando salto una alerta de venta de drogas a 100 metros de la comisaría. Grite a Isidoro y salimos corriendo para pillarlo, la verdad es que los malditos traficantes de droga eran algo que me obsesionaba, quería acabar con ellos. Se muy bien el efecto que pueden causar en el cuerpo y la mente de los mas jóvenes y lo que cuesta salir de todo ese infierno. Si podía detener aunque fuese a uno solo al día y le quitaba lo mas mínimo era mercancía que no estaría en las calles. En la puerta de la comisaría me encuentro con dos inútiles que no saben mover un pie detrás del otro sin pedir permiso, cuando me ven me piden que les asigne a lo que yo les insulto y les digo que se busquen la vida ellos solos.

Nos subimos al coche y marcamos ubicación en el gps, el chico era bien confiado o mejor dicho sabia que la malla esta llena de inútiles puesto que apenas estaba unos metros mas adelante. La vecina había dado una descripción perfecta del traficante y del color del coche. Intento huir por supuesto, pero Isidoro y yo le caímos encima demasiado rápido y casi no tubo tiempo para reaccionar, le cacheamos y tenia encima 25 bolsas de cocaína, avisamos por radio y nos lo llevamos a comisaría.

Cual fue mi gran sorpresa cuando al quitarle la mascara descubrí a mi antiguo amigo Rogelio, un gallego con el que solía moverme antes de acabar en la policía. El no me había reconocido aun, pero claro no olvidemos que había dado un gran cambio físico. Estaba decidido a sacarle información así que lo lleve a la sala de interrogatorios

-Bueno, bueno, buenoooo Rogelio pero ¿como estas?¿que es de tu vida? ¿como esta tu primo?

- Pero que dices pavo, ¿quien carayo eres tu?

- Soy Gustabo anormal, con b de bombón

- Pero Cia, te creía muerto y aquí te encuentro ¿que es de tu vida pavo?

-Pues ya ves, estoy de vuelta y lo primero que hago nada mas entrar de servicio es coger una alerta de venta de drogas a 100 metros de comisaría. ¿como se te ocurre tío?

- El 90% de los agentes son unos ineptos lo sabes bien, y en esta zona gano mas dinero. Creo que empezare a moverme de zona.

-Rogelio, no va a ser tan fácil esta vez salir de aquí solo con una multa y unos meses de cárcel, llevabas demasiada mercancía

- Vamos Cia, no fastidies. Sabes que si hablo... ya sabes que hacen aquí con los sapos

-Solo te pido un datito, uno o dos. Un hilito del que poder tirar sin tu exponerte demasiado.

-¿Me devolverás la droga?

-Eso ya no depende de mi y también depende de los datos que me des y a donde me lleven. Si no puedo darte la droga te llevaras a cambio una buena suma de pasta y esta multa desaparecerá.

-¿Como puedo contactar contigo? Dame un par de días y te daré lo que quieras

Estaba seguro de que Rogelio aprovecharía la ocasión para vender a alguna mafia contraria a quien con el trabaje, pero francamente me trae sin cuidado. Este caso iba a lograr que sacara algo de drogas de las calles y con mucha suerte que Conway venga solo hasta mi.

Rogelio cumplió lo pactado y dos días después me dio una ubicación y un contacto que usaríamos como cabeza de turco. Conway rápidamente organizo una redada y yo fui a la misión con mi carita destapada en busca de la droga. Allí estaba yo, como pez en el agua rodeado de traficantes de droga armados, sin armas y completamente tranquilo. Todo se fue a pique cuando algún idiota se dejo ver y entonces el resto de policías tuvieron que entrar con todo. Me lleve un disparo en el hombro pero yo me lleve a un par por delante, unos cuantos kilos de coca y mi primer caso con algo de importancia cerrado con éxito. Se trataba de la banda de los verdes, Conway había acabado con ellos años atrás pero parece que ellos también habían decidido volver a la ciudad así que estaba bastante satisfecho con el resultado de la misión, se que nunca me lo diría, pero lo conozco lo suficiente para saberlo.

Unos días mas tarde procedió con una redada en el barrio de la mafia, yo llevaba el mando de uno de los grupos pero no sacamos nada en claro. Me llamo estando fuera de servicio para que acudiese de inmediato por lo que confirme de inmediato mis sospechas de días atrás.

Jacob me confirmo que tiene parte de todo lo que le pedí, dejo la llave de mi nuevo piso franco en una de las taquillas del gimnasio de cerca de la comisaría y la llave de esta escondida en el garaje de al lado de comisaría. En cuanto me salí de servicio después de la redada y aprovechando que Conway y Freddy estarían ocupados con los interrogatorios a los cuatro pringaos que detuvimos fui a recoger todo.

El piso estaba en el norte de la ciudad, pequeño y cómodo pero mas que suficiente para lo que yo quería. Me dejo también ordenadores, pda, algunas armas cortas, chalecos y una nota "Esto es lo que he conseguido hasta ahora, necesitare algo mas de tiempo para lo demás, he dejado un regalito para tu amigo el payaso en el armario de la entrada" me dirigí al mismo y pude notar a Pogo sonreír, había un montón de cuchillos y de todas las clases, su arma favorita

-Pogos esta contento, me gustan mas estas armas. Puedo hacer sufrir y notar como arrebato la vida del que apuñalo

-Lo se Pogo, y aquí tienes un buen arsenal para ti

Parece que Jacob quiere ganarse ahora el favor de Pogo para evitar que esta quiera apuñalarlo por la espalda. No me quejare, podría pasar si el lo considera necesario y sabe que a mi no me importaría nada ya que no significa nada para mi.

Gustabo Garcia. El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora