Capítulo: "Sombras de Dragón"
Habían pasado varios años desde la fatídica noche del banquete en Desembarco del Rey. El reino se había sumido en una tensa calma, pero la paz era tan frágil como el hielo en primavera. Aemond, cada vez más distante y cruel, había encontrado consuelo en los brazos de su amante, una mujer cuyas ambiciones rivalizaban con las de los grandes señores. Con ella, Aemond tuvo cuatro hijos, y en un acto que sacudió los cimientos de la familia, desheredó a sus hijos legítimos, poniendo a los bastardos como sus herederos. La relación que alguna vez unió a la familia estaba rota, como los restos de un dragón caído.
Rhaela, que nunca dejó de conspirar contra su marido, tejía en las sombras una red de lealtades y alianzas, con la ayuda de sus hijos. Todos ellos, conscientes de la amenaza que representaba su padre, se unieron en secreto para protegerse y, eventualmente, derrocarlo. Rhaela se había vuelto una figura sombría, más calculadora y determinada que nunca, pero también más desgarrada por el odio y el dolor.
Entre los hijos de Rhaela, la más joven, Lila, era un secreto bien guardado. A sus 10 años, la niña vivía recluida en una de las torres más altas de la Fortaleza Roja, cerca de los aposentos de su abuela, Rhaenyra. Lila era diferente, un recordatorio viviente del poder y la maldición de la sangre Targaryen. Había nacido con alas, unas alas que Aemond, en su obsesión por la normalidad y el control, ordenó cortar en repetidas ocasiones. Pero, como una señal de la naturaleza indomable de los dragones, las alas de Lila volvían a crecer lentamente cada seis meses.
La niña llevaba vestidos especialmente diseñados para ocultar sus deformidades, cortaba sus garras y se arrancaba las escamas en un proceso doloroso, todo para cumplir con el deseo de su padre de que fuese "normal". Lila no era conocida en el reino ni fuera de él; su existencia era un secreto mantenido por su madre y abuela, ambas protegiéndola de la crueldad del mundo exterior y de la monstruosidad de su propio padre.
En su reclusión, Lila encontraba consuelo en la soledad y en la compañía de su abuela. Rhaenyra, a pesar de su caída y el dolor que había sufrido, trataba a su nieta con una dulzura y comprensión que el resto del mundo le negaba. La niña, con su mirada curiosa y silenciosa, escuchaba las historias de los antiguos Targaryen que Rhaenyra le contaba, sobre dragones que surcaban los cielos y reyes que gobernaban con poder y justicia.
El reino no sabía de su existencia, pero Lila era un dragón que, como sus alas, estaba destinada a crecer y volar algún día. Mientras tanto, la conspiración crecía en las sombras, alimentada por el rencor, el miedo y la traición, como una tormenta que se prepara para desatar su furia sobre Desembarco del Rey.
![](https://img.wattpad.com/cover/373558763-288-k668075.jpg)
YOU ARE READING
El último dragón: La casa del dragón
Подростковая литератураEl último dragón: La Saga Targaryen ofrece una mirada profunda a las complejidades de la política familiar, el amor y el poder en la casa Targaryen. A través de los ojos de Rhaena, la novela explora la tensión entre el deber y el deseo, la lealtad y...