XXIX

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Laia

Al ver a Alexia sumida en sus pensamientos, me di cuenta de que algo no estaba bien. Nos habíamos tumbado juntas en la cama, esperando que el contacto y la cercanía nos ayudaran a relajarnos, pero no podía evitar notar la profunda preocupación en su mirada. Sus ojos estaban perdidos en algún punto lejano, y a pesar de que intentaba mantener una fachada tranquila, sentía una pesada nube de tensión que envolvía su cuerpo.

Mi corazón se hundió al ver que, a pesar de nuestra cercanía, Alexia estaba tan distante. La noche que habíamos compartido había sido llena de emociones intensas, y el encuentro con Alexis había dejado una marca profunda en ella. Mi preocupación por Alexia creció, y decidí que necesitaba actuar para hacerle saber lo que realmente significaba para mí.

Me acerqué a ella con ternura, mi mano buscando un contacto reconfortante en su brazo. Sentí el calor de su piel bajo mis dedos, y traté de transmitirle toda la seguridad y el amor que sentía por ella. Me acomodé a su lado en la cama, mi cuerpo alineado con el suyo, y lo que más deseaba en ese momento era que ella supiera que estaba aquí para ella, que no tenía que enfrentarse a sus miedos y preocupaciones sola.

—Alexia —dije con suavidad, mi voz intentando atravesar el velo de sus pensamientos—, por favor, mírame.

Sus ojos lentamente se centraron en los míos, y me sentí aliviada al ver que estaba empezando a volver a la realidad. Aunque sus ojos aún reflejaban una mezcla de tristeza y confusión, su atención estaba enfocada en mí. Quería que entendiera, de manera clara y profunda, lo que realmente significaba para mí, y lo importante que era nuestra relación.

-Laia...-Intentó hablar, pero ya la interrumpí.

-Quiero que sepas.—comencé, mi voz temblando ligeramente por la emoción—...que no estás arruinando mi vida. Al contrario, me estás salvando.

Las palabras se sentían como una verdad profunda, una verdad que debía compartir con ella. Mientras hablaba, veía cómo la expresión de Alexia comenzaba a cambiar. La tensión en sus facciones se aflojaba un poco, y sus ojos empezaban a mostrar un atisbo de la calidez y la confianza que solían tener. Sentí una oleada de alivio al ver que mis palabras estaban teniendo el efecto deseado.

—Las palabras de Alexis son solo ruido, distracciones que intentan empañar lo que tenemos —continué, mi voz llena de sinceridad—. Lo que tú haces por mí, cómo estás aquí a mi lado, y cómo te preocupas por nosotras, es más valioso de lo que podrías imaginar. He estado cuatro años perdida, y al verte de nuevo he vuelto a encontrar.

La expresión en el rostro de Alexia se suavizó aún más, y podía ver cómo las preocupaciones y la inseguridad se desvanecían lentamente. Sus ojos brillaban con una mezcla de gratitud y amor, y sentí una conexión profunda entre nosotros, como si nuestras almas se estuvieran entrelazando en un entendimiento mutuo.

—Lo que tenemos —dije, tratando de transmitir toda la verdad y el amor que sentía— es algo que no se puede comparar con nada. Las palabras de otros no pueden cambiar lo que siento por ti. Eres mi todo, y no hay nada que desee más que estar contigo y hacerte feliz.

Mientras hablaba, mi corazón se desbordaba de amor y emoción. Cada palabra que decía era un reflejo de la verdad más profunda que guardaba en mi interior. Alexia parecía absorber cada sílaba, y podía ver cómo su tensión se disipaba, reemplazada por una sensación de calma y seguridad.

—Te quiero más de lo que he querido a nadie —le dije finalmente, mi voz temblando con la intensidad de mis sentimientos—. Y no hay nada en este mundo que pueda cambiar eso. No importa el tiempo o la distancia, siempre te voy a querer. Eres el amor de mi vida, y no hay nada que desee más que compartir mi vida contigo.

Las palabras resonaron en el silencio de la habitación, y mientras me quedaba en silencio, la conexión entre nosotras se sentía más fuerte que nunca. Alexia me miró con una mezcla de amor y admiración, y su mano buscó la mía, entrelazando nuestros dedos con una ternura que hablaba de nuestra profunda conexión.

Nos quedamos así durante un largo tiempo, simplemente disfrutando de la presencia de la otra. Sentí cómo el peso de las preocupaciones se aligeraba, y la tranquilidad y el amor que compartíamos llenaban el espacio entre nosotras. Era como si, en ese momento, el mundo exterior se desvaneciera, y solo importara lo que sentíamos la una por la otra.

Finalmente, me incliné hacia ella y la besé con dulzura, un beso que transmitía todo el amor y la devoción que sentía. Era un gesto simple, pero lleno de significado, y mientras nuestras bocas se encontraban, sentí que el amor entre nosotros se renovaba y se fortalecía.

Alexia respondió al beso con la misma intensidad, sus brazos rodeándome con un abrazo cálido y reconfortante. Mientras nos fundíamos en ese abrazo, supe que, a pesar de los desafíos y las palabras negativas de otros, lo que realmente importaba era nuestra relación y cómo nos apoyábamos mutuamente.

A medida que el día avanzaba y la luz de la tarde comenzaba a llenar la habitación, me sentí renovada y fortalecida. Había enfrentado mis temores y había compartido mi corazón con Alexia, y en ese momento, sabía que todo iba a estar bien. Juntas, podríamos superar cualquier obstáculo y construir un futuro lleno de amor y comprensión.

La habitación estaba llena de una calma que solo podía venir de una profunda conexión emocional. Mientras nos tumbábamos nuevamente en la cama, abrazadas y seguras en nuestro amor, supe que habíamos encontrado una nueva fortaleza en nuestra relación. Los problemas y las preocupaciones externas ya no parecían tan abrumadores, y en su lugar, nos enfocábamos en el amor y la confianza que compartíamos.

La noche se acercaba, y mientras el sol se ponía en el horizonte, nos acomodamos en la cama, dispuestas a disfrutar del tiempo juntas. Sabía que aún había desafíos por delante, pero con Alexia a mi lado, sentía que no había nada que no pudiéramos enfrentar. El amor y el apoyo que nos brindábamos mutuamente nos daban una fuerza que nada podía quebrantar, y mientras nos sumergíamos en la tranquilidad de la noche, supe que lo que teníamos era verdaderamente especial y eterno.

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Capítulo corto pero bonito😁

Siempre se me hace difícil encontrar nombre para las protas, pero no sé por qué con la historia de Jana me está costando el triple😡

𝐁𝐀𝐂𝐊 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora