Alexia
El viaje de regreso desde Cadaqués había sido tranquilo, con la carretera serpenteante rodeada de paisajes que nos habían acompañado durante todo el trayecto. Laia estaba sentada junto a mí en el coche, con la cabeza apoyada en la ventana, mirando el paisaje que pasaba rápidamente. La suave brisa que entraba por la ventana abierta le movía el cabello, y de vez en cuando me miraba con una sonrisa que reflejaba la satisfacción y la tranquilidad del viaje.
—Ha sido un viaje increíble —dijo Laia, rompiendo el silencio mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte.
—Lo ha sido —respondí, tomando su mano y dándole un apretón suave. —No puedo creer que ya estemos de regreso.
A medida que nos acercábamos a la ciudad, el ambiente en el coche era relajado, pero la mente de Laia estaba claramente ocupada con pensamientos que probablemente no quería compartir. A pesar de la aparente calma, podía sentir una sutil tensión en el aire.
Finalmente, llegamos a su casa. Estacioné el coche frente a su edificio y apagué el motor. Laia se inclinó para darme un beso en la mejilla, y yo le sonreí, tratando de transmitirle cuánto había disfrutado de nuestro tiempo juntas. La noche estaba fresca, y las luces de la calle iluminaban suavemente el entorno. Mientras la observaba salir del coche, me sentí un poco triste por el final del viaje, pero emocionada por la oportunidad de pasar un rato más juntas antes de separarnos.
De repente, la expresión en el rostro de Laia cambió abruptamente. Sus ojos se fijaron en algo frente a su puerta, y vi cómo su cuerpo se tensaba instantáneamente. Me giré para seguir su mirada, y lo que vi hizo que mi corazón se acelerara.
Ahí estaba Alexis, de pie justo frente a la puerta del apartamento de Laia. Alexis, el exesposo de Laia, estaba allí, esperando con una expresión que parecía mezcla de nerviosismo y determinación. Sus manos estaban metidas en los bolsillos de su abrigo, y su mirada fija en Laia era una mezcla de sorpresa y preocupación.
—¿Qué está haciendo él aquí? —preguntó Laia, con la voz temblorosa.
La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Sabía que esto era algo que Laia había estado temiendo, y no podía dejar que las cosas se complicaran aún más.
Por supuesto, aquí está la narración ajustada con una conversación más larga entre Laia y Alexia:
—Laia, quédate aquí —dije con firmeza, poniendo una mano sobre su brazo para detenerla mientras intentaba abrir la puerta del coche. —No quiero que te pongas en peligro. Vamos a mi casa.
Laia se volvió hacia mí con una expresión de sorpresa y frustración.
—No puedo simplemente quedarme aquí. Él está justo ahí, y tengo que enfrentar esto. No puedo evitarlo-Dijo segura, pero en su voz podía notar que ella no quería enfrentarse a el en este momento.
—Confía en mí —insistí, mi voz cargada de determinación. —Tu seguridad es lo más importante para mí ahora mismo. Si bajas del coche ahora, podrías poner en riesgo tu bienestar emocional y posiblemente tu seguridad. Necesitamos irnos, ahora.
Laia abrió la boca para protestar, pero yo la interrumpí antes de que pudiera decir más.
—Mira, sé que esto es difícil. Pero me preocupa que si bajas, la situación podría escalar de manera inesperada. No te arriesgues a una confrontación que pueda hacerte más daño del que ya has experimentado-Dije mirándola con preocupación.
Laia parecía conflictuada, sus ojos moviéndose entre mí y el exterior, donde Alexis seguía esperando. El rostro de Laia estaba tenso, pero finalmente asintió lentamente, comprendiendo la gravedad de mi preocupación.
—Está bien —dijo, con una voz quebrada.
No dije nada más, simplemente arranqué el motor y di marcha atrás, alejándome del edificio mientras Laia permanecía en silencio, su cuerpo aún tenso a mi lado. Miré por el espejo retrovisor, viendo a Alexis cada vez más pequeño a medida que nos distanciábamos. La situación me preocupaba profundamente, pero sabía que debía mantener la calma para no añadir más estrés a Laia.
Durante el trayecto de regreso a mí casa, Laia miraba por la ventana, su rostro reflejando una mezcla de angustia y tristeza. La tranquilidad que habíamos encontrado durante nuestro viaje parecía haberse desvanecido, reemplazada por la preocupación y el dolor. Conducía lentamente, intentando darle a Laia el espacio y el tiempo que necesitaba para procesar el encuentro con su exesposo.
—Lo siento mucho por todo esto —dije finalmente, rompiendo el silencio con una voz suave mientras nos acercábamos a su apartamento. —No quería que esto arruinara lo que habíamos logrado durante el viaje.
Laia me miró con una mezcla de gratitud y tristeza.
—No sé qué habría hecho si hubieras permitido que bajara del coche. Me sentía tan insegura, y no sé si habría podido manejar una confrontación con él-Dijo con una pequeña sonrisa de agradecimiento.
—No lo hubieras manejado sola —le aseguré, intentando ofrecerle algo de consuelo. —Habría estado a tu lado en todo momento.
Cuando llegamos a mí casa, aparqué el coche y me giré hacia ella, viendo cómo la angustia seguía marcada en su rostro.
—Vamos a entrar y a relajarnos un poco. Necesitas tiempo para ti misma, lejos de cualquier situación que te cause estrés-Le dije tomando su mano con cariño.
Laia asintió, y mientras salíamos del coche y entrábamos al apartamento, me aseguré de mantener una actitud calmada y reconfortante. Sabía que las palabras no podían borrar el impacto de lo que había pasado, pero mi presencia y apoyo podrían ofrecerle algo de alivio.
Dentro del apartamento, Laia se dejó caer en el sofá, exhausta emocionalmente. Me senté a su lado, ofreciéndole un abrazo reconfortante mientras el silencio llenaba la habitación. A pesar de las dificultades y el dolor, estaba decidida a estar allí para ella, brindándole el apoyo y la tranquilidad que necesitaba en ese momento difícil.
—Gracias por todo—murmuró Laia, su voz cargada de emoción contenida. —Si no fuese por ti tendría que haberme enfrentado con él.
—Siempre estaré aquí para ti —le dije, acariciándole el cabello con ternura. —Vamos a superar esto juntas. Lo más importante es que ahora estás en un lugar seguro, y eso es lo que cuenta.
La tarde avanzó lentamente mientras Laia se acurrucaba junto a mí en el sofá. A pesar de la interrupción inesperada y la angustia que había traído consigo, nuestra conexión y el apoyo mutuo eran más fuertes que nunca. Con el tiempo, y con amor y paciencia, superaríamos este desafío y encontraríamos la forma de seguir adelante.
____Alexis ha vuelto😈
Alexia ha evitado que Alexia esté a solas con Laia, pero no por mucho tiempo...
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𝐁𝐀𝐂𝐊 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬
RandomDespués de 6 años saliendo una discusión tonta termina con la relación de Laia y Alexia, Laia se va dejando todo atrás y sin dar explicaciones, pero cuatro años después el destino las vuelve a conectar de nuevo, las vidas de ambas son muy distintas...