XXXVII

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La mañana se desplegaba con una tranquilidad ya estábamos fuera de la cama, yo estaba preparando algo rápido para desayunar, Laia estaba a mi lado mirando su teléfono.

La expresión en su rostro pasó de relajada a tensa al instante. Los ojos de Laia se llenaron de preocupación y confusión mientras miraba la pantalla, y me di cuenta de que algo no estaba bien.

Sin decir una palabra, me acerqué a ella por detrás y la abracé. Sentía que necesitaba un momento de calma, algo que pudiera ofrecerle para que encontrara algo de tranquilidad en medio de la tensión que ahora mismo estaba sintiendo. Mi abrazo era suave y reconfortante, intentando transmitirle todo el apoyo y amor que podía.

Laia parecía encontrar algo de consuelo en mi abrazo, su respiración comenzó a estabilizarse y la tensión en sus hombros se aliviaba lentamente. Me volví hacia ella, y al mirarla, pude ver que todavía estaba agitada y preocupada. Finalmente, se giró hacia mí y me miró con una mezcla de angustia y resolución.

-Alexia, hay algo que necesito preguntarte-dijo, con una voz temblorosa-¿Conoces a algún buen abogado?”

Me sorprendió la pregunta, pero comprendí que la situación era más seria de lo que había imaginado.Lo más posible es que se tratase de Alexis, al ver que estaba con el teléfono intuí qye había estado intentando contactarla de manera persistente, y el hecho de que necesitara un abogado indicaba que había un problema importante en juego.

-Sí, conozco a un buen abogado- respondí con calma, tratando de ofrecerle un rayo de esperanza en medio de su preocupación.-Un amigo de la familia. Es muy competente en casos complicados y podría ayudarte a resolver cualquier problema legal que tengas con Alexis.

Laia asintió lentamente, el alivio cruzando su rostro.

-Déjame el móvil-le pedí a Laia, tratando de mantener una voz tranquila, aunque sentía una mezcla de preocupación y determinación que me era difícil disimular.

Laia me lo entregó sin quejarse, su mirada mostraba una mezcla de ansiedad y esperanza. Sabía que revisar los mensajes de Alexis me ayudaría a entender mejor la magnitud del problema que enfrentábamos.

Tomé el teléfono y lo encendí. La pantalla se iluminó y me mostró la lista de mensajes que Alexis había enviado a Laia. Al principio, el tono parecía ser de simple urgencia, pero a medida que me adentraba en la lista, la situación se volvía más clara. Mis dedos se movían lentamente sobre la pantalla, intentando absorber cada palabra mientras mi corazón latía con creciente inquietud.

Mientras leía, me encontré con mensajes cargados de desprecio. El tono inicial de desesperación se convirtió en algo mucho más oscuro. Los comentarios eran claramente ofensivos, dirigidos no solo a Laia, sino también a mí. La hostilidad en las palabras era palpable, y sentí cómo la ira comenzaba a burbujear dentro de mí. La gravedad de los insultos era evidente; Alexis estaba intentando hacer que Laia se sintiera culpable y desesperada.

La situación empeoraba con cada mensaje. Las amenazas eran inquietantes y parecían diseñadas para intimidar. Cada palabra tenía un peso que me oprimía el pecho. Era evidente que Alexis no estaba dispuesto a aceptar el fin de la relación sin intentar causar daño, y eso me llenaba de una rabia profunda y una preocupación paralizante.

Las amenazas no eran sutiles. Cada mensaje se volvía más agresivo, más desafiante. Era como si Alexis estuviera tratando de demostrar su control y su resentimiento de una manera que no podía ser ignorada. La furia en sus palabras era abrasiva, y cada mensaje que leía me hacía sentir más furiosa y más ansiosa.

Sentí cómo mi pulso se aceleraba mientras continuaba leyendo. La angustia de Laia estaba ahora reflejada en mi propia inquietud. No era solo la naturaleza despectiva de los comentarios lo que me afectaba, sino también la intensidad de las amenazas. Alexis no solo estaba haciendo comentarios hirientes; estaba amenazando con acciones que podrían tener serias consecuencias para ambos.

La rabia crecía dentro de mí a medida que pasaba de un mensaje a otro. El desprecio y la hostilidad eran constantes, y cada nueva amenaza parecía aumentar en gravedad. Era como si Alexis estuviera tratando de perforar nuestras defensas emocionales, de hacernos sentir pequeñas e impotentes ante su agresión.

Mi respiración se volvió más pesada mientras leía, y la tensión en mi cuerpo era palpable. Cada mensaje que pasaba no solo confirmaba mis peores temores, sino que también intensificaba mi determinación de hacer algo al respecto. No podía permitir que Alexis siguiera con este comportamiento sin enfrentarse a las consecuencias.

La preocupación y la ira se mezclaban en mi mente mientras intentaba procesar toda la información. No era solo un asunto de palabras hirientes; había una amenaza real detrás de cada mensaje. El hecho de que Alexis estuviera dispuesto a recurrir a tales tácticas para intimidar y manipular solo aumentaba la urgencia de nuestra situación.

Finalmente, después de leer el último mensaje, dejé el teléfono sobre la encimera con un suspiro tembloroso. Mi mano aún temblaba ligeramente, y sentí una oleada de emoción que me resultaba difícil de controlar. Laia se acercó y me miró con una mezcla de preocupación y expectativa.

-Esto es mucho peor de lo que pensaba- le dije, mi voz cargada de emoción y frustración.

Laia asintió, su rostro reflejando una mezcla de resolución y agotamiento.

-Alexia, se que esto también te preocupa, pero tengo que hacer esto sola, no quiero que te involucres porque Alexis es capaz de muchas cosas y no quiero ni pensar en que sea capaz de hacerte algo-Dijo muy seria.

-Pero Laia...-Intenté decir.

-Pero nada Alexia, quiero que estés segura-Dijo tomando mis manos y acariciándolas.

Después de eso asentí a regañadientes, me importaba lo más mínimo que Alexis fuese capaz de hacerme algo, lo único que quería es que Laia estuviese segura.

Laia tomó el teléfono nuevamente y comenzó a revisar los mensajes con atención.

Yo también tomé mi teléfono y le pasé el contacto del abogado que me había pedido, quería ayudar lo máximo posible.

-Quiero que sepas que nada de esto va a cambiar esto-Dijo señalándonos a ambas.

-Lo sé-Dije acercándome.

-Te quiero muchísimo amor-dijo Laia, sus palabras susurradas con una ternura que me hizo sentir como si mi corazón se derritiera por completo. Su voz, suave y cargada de emoción, resonó en mí con una calidez que hacía que cada célula de mi ser respondiera.

Sin decir una palabra, nos acercamos lentamente. Sus labios encontraron los míos en un beso que comenzó con la suavidad de un susurro. El contacto inicial fue delicado, como si estuviéramos descubriendo el significado de nuestra cercanía una vez más. Sus labios se movían con una dulzura que contrastaba con la intensidad de lo que sentíamos.

Con cada roce de nuestros labios, la conexión se profundizaba. El beso se volvía más intenso, la pasión creciente en un ritmo que nos envolvía por completo. Las manos de Laia se deslizaron hacia mi cuello, atrayéndome más cerca. La ternura del beso se mezcló con un deseo compartido, un anhelo que había estado latente y ahora encontraba su expresión en cada movimiento.

A medida que el beso se hacía más ardiente, nuestras respiraciones se sincronizaban, cada inhalación y exhalación reflejando la creciente intensidad del momento. Las emociones que habíamos compartido y la intimidad que habíamos recuperado se fundían en un momento de profunda conexión.

El calor del instante envolvía nuestros cuerpos, y la cercanía se hacía cada vez más palpable. Las caricias se volvían más profundas, más exploratorias, sin prisa pero con una evidente urgencia. La pasión no era solo una manifestación física, sino también una expresión de lo que sentíamos el uno por el otro, una reafirmación de nuestro vínculo.

En medio de este momento, nos perdimos en la intimidad compartida. Las preocupaciones y tensiones del mundo exterior parecían desvanecerse, dejando solo el presente y la conexión que habíamos redescubierto. Era una experiencia que hablaba de amor y deseo, de un entendimiento profundo y de la pasión que aún ardía entre nosotras.
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Os he dejado con las ganas🤭

Alexis puto🖕

Esta historia posiblemente sea más corta que las demás, intentaré que tampoco sea muy corta, pero esque quiero daros todas las actualizaciones posibles de esta historia y de la siguiente antes de empezar primero de bachillerato ya que ahí sí que no tendré mucho tiempo para subir😁😁

𝐁𝐀𝐂𝐊 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora