A la mañana siguiente, Ethan se despertó y, tras hacer ejercicio como de costumbre, se dirigió a la cocina. Abrió el refrigerador y sacó el bistec que Proctor le había enviado la noche anterior. Espolvoreó algunos condimentos para marinarlo, encendió la estufa de gas y colocó la sartén.
Cuando la sartén comenzó a humear, echó un trozo de mantequilla que se derritió rápidamente. Luego, con unas pinzas, colocó el filete grueso en la sartén, que chisporroteó al contacto. El aroma comenzó a llenar la cocina. Tras unos minutos, retiró el filete y lo puso en un plato, listo para comer.
Al llegar a la comisaría después del desayuno, Alma le entregó varios documentos: Formulario de Informe de Incidente, Formulario de Supervisión Estatal, Formulario de Uso de Armas de Fuego. Ethan se rascó la cabeza y luchó por completar la información. Siobhan, viendo su dificultad, le dio una patada amistosa.
—Si te resulta problemático, puedes pedirle ayuda a Alma. Una vez resuelto el asunto, cómprale una botella de vino para expresar tu gratitud.—
Ethan aceptó la sugerencia y tomó el archivo con decisión, dirigiéndose a la recepción. Al resolver los trámites.
Ethan camino hacia Alma, que estaba organizando algunos documentos, levantó la vista al verlo.
—Hola, Ethan. ¿Cómo va el papeleo?— preguntó Alma con una sonrisa comprensiva.
Ethan se dejó caer en una silla frente al escritorio de Alma, mirando los formularios con desdén.
—No tan bien como esperaría. Me cuesta un poco lidiar con todos estos documentos. ¿Podrías echarme una mano?
Alma se acercó a él con una mirada amable.
—Claro, puedes dejármelo a mi.— Ella tomó los formularios y comenzó a revisarlos detenidamente. —Veamos, aquí tienes que completar el Formulario de Informe de Incidente. Solo asegúrate de detallar todos los aspectos del caso.
Ethan miró cómo Alma llenaba algunos campos rápidamente.
—Gracias, Alma. Me siento como si estuviera nadando en papeleo. No sé cómo lo haces tú.
—No te preocupes. Solo lleva un poco tiempo— Alma le pasó el Formulario de Supervisión Estatal.
Ethan asintió con una sonrisa agradecida.
—Sí, lo estoy. Gracias por tu ayuda. En serio, te debo una.
—No hay problema. Siempre estoy aquí para ayudar.— Alma continuó asistiendo a Ethan con eficiencia, mientras él completaba el papeleo con su ayuda.
—Por cierto, me gusta el vino rosado.— comento sin levantar la vista de los documentos, al parecer era una regla no escrita de la comisaria.
—Ethan, ¿que haces aqui?— preguntó Brock, al ver a Ethan al regresar a la estación.
—¿De que hablas?— Ethan estaba confundido.
—Licencia administrativa. No puedes volver al trabajo oficialmente hasta que los resultados de la investigación sobre el caso de Cole sean claros.— comento tomando un archivo del escritorio de alma.— Por cierto, ¿te gustaría que la oficina le organizara algún tipo de asesoramiento psicológico?
—No hay problema. Si necesito ayuda te lo hare saber.—Ethan, quien había escapado de la oficina la noche anterior, se dio cuenta de que la licencia no duraría mucho. En cuanto al asesoramiento psicológico, lo rechazó rotundamente. No veía necesidad de buscar ayuda para algo que no consideraba un problema.
—No te preocupes, el fiscal me ha dicho que el asunto se resolverá e tres dias— comento Lotus mientras palmeaba la espalda de Ethan.-
Después de conducir el coche de policía durante unos minutos, Ethan decidió ir a casa para cambiarse el uniforme y el coche. Se sentía como si estuviera patrullando constantemente, lo cual no le agradaba. Al llegar a casa, se cambió de ropa y volvió a colocar su placa y su arma.
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Reencarne en Banshee Town
ActionEn el vasto universo de series y películas icónicas, los casos policiales y las tramas de gánsteres se conectan en un entramado más amplio. Desde Banshee Town, surge una historia en la que lo imposible se convierte en parte del día a día. Personajes...