Capitulo 77: Beta House 4/4

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Debido al desastroso resultado final de la cuarta ronda, los juegos se suspendieron durante media hora, para limpiar el lugar y darle tiempo a Edgar de asearse y limpiarse el semen de caballo de encima.

Con la victoria de Stifler, la Hermandad Beta logró empatar el marcador 2-2, volviendo al juego. Solo quedaban dos eventos por disputarse, y la quinta ronda sería crucial. Ganarla no solo daría un impulso importante a los Beta, sino que también añadiría una presión mental extra a los Geek.

Media hora pasó rápidamente y el quinto evento, una carrera de obstáculos, estaba a punto de comenzar. La competición se trasladó al campo deportivo junto a la Casa Beta, que había sido completamente adaptado para la prueba. Varias zonas con distintos desafíos se desplegaban a lo largo del terreno.

El recorrido comenzaba con un pasaje en forma de arco, rodeado por un obstáculo blanco, ubicado a unos veinte metros de la línea de salida. Tras atravesar el arco, los participantes se enfrentaban a dos escaleras de equilibrio de diez metros, similares a barras paralelas, pero con barras transversales diseñadas para desafiar su fuerza y agilidad.

Más adelante, los competidores debían sortear una fila de haces de hierba, seguida de una piscina inflable al final del trayecto. En cada punto clave del circuito, se erguían postes con campanas de cobre colgando, listas para ser golpeadas al completar cada sección.

Cuando todo estuvo listo, Brandy caminó hacia el centro del lugar con un altavoz.

La bata blanca que llevaba tenía aberturas altas, y sus largas y sexys piernas atrajeron la atención de todos los hombres presentes. Caminó hasta el centro del recinto, se sujetó la cintura con una mano y sacudió su largo cabello rubio con fuerza, dejando a todos boquiabiertos.

Bobby negó con la cabeza, impresionado.

—Vaya, realmente parece una diosa.

Su novia, Maggie, también asintió y miró a Ethan con curiosidad:

—¿Cómo es ella... ya sabes, en la cama?

Ethan se rascó la barbilla y luego chasqueó los dedos.

—"Salvaje" sería la palabra adecuada.

Varias personas alrededor, incluido Stifler, no pudieron evitar imaginarse la salvaje apariencia de Brandy en sus mentes.

Brandy, con una mano en la cintura y sosteniendo el altavoz, anunció:

—La próxima competición es una carrera de relevos. En cada etapa debe participar una persona distinta. Cada corredor debe completar el circuito y tocar la campana antes de que el siguiente pueda comenzar. Para aumentar la dificultad, todos los participantes tendrán que cargar a una de estas hermosas chicas.

En ese momento, la multitud comenzó a alborotarse y rápidamente se apartó. Ocho chicas, vestidas con bikinis blancos y zapatillas deportivas, caminaron hacia la línea de inicio, rodeadas de aplausos.

Con su llegada, la competencia subió de nivel y los gritos de los espectadores aumentaron.

—Tendrán que cargas a estas hermosas ninfas—anunció Brandy, levantando el brazo—  Tienen cinco minutos para prepararse.

—Definitivamente ganaremos este juego —gritó Bobby— Son una hermandad de nerds, no pueden correr ni cinco metros sin tropezarse.

Stifler no compartía el mismo optimismo. El hombre de la camiseta azul claro al otro lado no daba señales de estar nervioso; de hecho, le lanzó una mirada desafiante.

—No se confíen, no creo que todos en la Hermandad Nerd sean nerds de verdad. Edgar seguramente estará más que listo para este evento.

Efectivamente, apenas había terminado de hablar cuando, de entre la multitud detrás de Edgar, salieron varias personas musculosas con un aire imponente. Sus camisetas tensadas por los músculos abultados, incluso más gruesos que la cintura de la novia de Edgar.

Reencarne en Banshee TownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora