Al escuchar las de Proctor, Alex volvió la cabeza y miró de nuevo a Rebecca. Seguía si mover su vista en el periódico como si hubiera alguna noticia impactante en el. Su rostro se enrojeció por el calor provocado por el brandy, una sonrisa apareció en la comisura de su boca.
—Bueno, lo pensé mejor. Tal ves tener un socio como tu de mi lado, puede ser mas beneficioso de lo que había anticipado.
Proctor notó sus movimientos y había un atisbo de súplica en los ojos de Alex, la debilidad de Alex ahora estaba expuesta. Proctor era un hombre mesurado, y no haría suplicar a Alex por su ayuda pero eso no significaba que iba dejar pasar esta oportunidad.
Volvió a llenar el vaso con un poco mas de brandy, luego movió el suyo hasta toparse a forma de brindis, como una señal de conciliación. Alex exhaló un suspiro de alivio y rápidamente bebió el contenido del vaso al unísono sellando su arreglo.
—Bien, vere en que puedo ayudarte, solo dame la lista de los miembros del consejo que están en tu contra lo antes posible.
Alex, confundido, preguntó:
—¿Una lista?
—Si, de todos aquellos que votaran en tu contra, y apoyan a George Hunter. —dijo Proctor, golpeando la mesa.
Alex asintió.
—La reunión del Consejo Tribal se llevará a cabo la próxima semana.
—Hay tiempo suficiente. Envíame la lista mañana y yo me encargo del resto.
—Está bien, asi lo hare. Gracias.
—No hace falta agradecerme. Ahora somos socios, y nuestros intereses están alineados. —Proctor extendió la mano, su expresión seria— ¿Es correcto decirlo, verdad?
—Así es, mientras nuestros intereses sigan alineados. —Alex tomó aire profundamente antes de estrechar la mano de Proctor, sin demasiadas opciones.
Después de que resolvieron el asunto, Alex no perdió más tiempo. Se levantó de la silla, guardó silencio, y lanzó una última mirada al grupo. Luego salió por la puerta, dejando un rastro de tensión en el ambiente. Se colocó el sombrero y abandonó el Club con pasos firmes y pesados.
Después de que Alex se fue, Rebecca inmediatamente dejo el periódico a un lado y dijo, dubitativa:
—Tenemos otros negocios entre manos ahora, ¿por qué el casino es tan importante para ti? Hasta ahora no veo ningún beneficio, solo problemas que trae consigo —dijo Rebecca frunciendo el ceño.
Desde la muerte del antiguo jefe de la tribu, Proctor había sido rechazado constantemente por Alex. Durante meses, había intentado sin éxito hacerse un hueco como accionista en el nuevo casino. Pero esperaba que fuera Alex quien diera el primer paso y pidiera su ayuda.
Proctor, relajado y satisfecho, se permitió un momento para explicarle pacientemente a Rebecca:
—Bueno es normal que no lo entiendas. Debes aprender a expandir tu visión.
Rebecca lo miró con el ceño fruncido, mientras él continuaba, con una copa de vino en la mano.
—El matadero y el club son solo una fachada de nuestro negocio principal. Sirven para distraer y aparentar claro. Pero sabes bien que, para nuestra operación están lejos de ser suficientes para cubrir nuestros ingresos.—dijo Proctor, remarcando cada palabra con una sonrisa calculadora.
Rebecca cruzó los brazos, observándolo en silencio, mientras él continuaba, con el tono de alguien que ya había ganado la partida:
—Si conseguimos ser accionistas del casino podremos lavar todo el dinero de nuestro negocio a través de él. Eso significa más financiación, más recursos, y...—Proctor hizo una pausa intencionada, disfrutando del suspenso— ¡poder!
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Reencarne en Banshee Town
ActionEn el vasto universo de series y películas icónicas, los casos policiales y las tramas de gánsteres se conectan en un entramado más amplio. Desde Banshee Town, surge una historia en la que lo imposible se convierte en parte del día a día. Personajes...