Después de que Ethan explicó la situación en el lugar, subió a la ambulancia bajo la atenta mirada de la policía del condado y la policía estatal.
—En tales circunstancias, pude defenderme con éxito y derribar a cuatro personas —pensó Ethan, recordando la batalla— lo que obligó a los otros a huir a toda prisa, pero seguro eran de la pandilla Redbone.
Los oficiales del condado no daban crédito a la historia que contaba Ethan, era como una pelicula de acción, pero los cuerpos no mentían. No esperaba que hubiera un tipo tan feroz en la comisaría de Banshee. Por el contrario, Brock y Emmett estaban acostumbrados ha la brutalidad de Ethan, continuaron con el trabajo que tenían entre manos.
Mientras tanto, en el Kinaho Moon Casino...
Nola estaba tumbada en el sofá de la oficina, jugando aburrida con el cuchillo en la mano.
Detrás del lujoso y espacioso escritorio, Alex miraba su teléfono móvil.
—Toc..toc.. —se escuchó una serie de golpes en la puerta de la oficina.
Alex bajo su teléfono y dijo:
—Adelante.
El guardia alto abrió la puerta y le dijo a Alex:
—Jefe, Kai Proctor está aquí y quiere verlo.
Alex dudó un momento y luego le dijo al guardia:
—Déjale pasar.
El guardia asintió y cerró la puerta de la oficina.
—¿Qué querrá Proctor? —preguntó Nola, empujando el cuchillo que tenía en la mano sobre la mesa.
—Lo descubriremos ahora —respondió Alex con una sonrisa nerviosa mientras tomaba un expediente que tenía al lado y lo extendía sobre el escritorio.
Un momento después, volvieron a llamar a la puerta. Nola se sentó en el sofá y observó a Proctor entrar a la oficina.
Detrás de Proctor, un chico con gafas y corbata lo seguía de cerca. El chico notó la mirada de Nola y le devolvió una fría indiferencia. Los ojos detrás de las gafas eran gélidos, analizando todo con una frialdad que puso a Nola en alerta, algo le decia que ese chico era peligroso.
—No parece una persona fácil de tratar —pensó Nola, entrecerrando los ojos.
Durante este tiempo, el casino recién construido había sido bombardeado y el camión de valores había sido robado. Sabía que los consejeros tribales estaban cuestionando a Alex y su posición se tambaleaba. En respuesta, también bombardearon el camión de ganado de Proctor y secuestraron a su sobrina.
Sin embargo, en el enfrentamiento con Proctor, siempre habían estado en desventaja. Ayer, dos miembros de la tribu fueron golpeados hasta quedar incapacitados. Ahora, ambas partes estaban en un estado de "ojo por ojo".
Proctor había tomado la iniciativa de visitarlos, y Nola no tenía idea de qué iba a hacer esta vez.
Mientras Nola pensaba, Proctor se detuvo, y Alex seguía hojeando los documentos, escribiendo trazos de vez en cuando. El silencio en la oficina se volvió inquietante. Después de un rato, Alex no pudo soportarlo más. Dejó lo que estaba haciendo y, sin levantar la cabeza, preguntó:
—Señor Proctor, ¿me pregunto para qué quiere verme?
Una sonrisa se dibujó en los labios de Proctor, pero Alex seguía inquieto. Proctor respondió con tranquilidad:
—¿No me vas a ofrecer un asiento?
Alex tiró el bolígrafo a un lado y levantó la cabeza.
—Estoy siendo muy educado al no dejar que alguien te saque de aquí en una bolsa, asi que ve al grano. —respondió con tono áspero.
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Reencarne en Banshee Town
ActionEn el vasto universo de series y películas icónicas, los casos policiales y las tramas de gánsteres se conectan en un entramado más amplio. Desde Banshee Town, surge una historia en la que lo imposible se convierte en parte del día a día. Personajes...