Al escuchar los pasos acercándose y al ver su mirada vacilante, Ethan dijo impotente:
—¿Necesitas una invitación o vas a ayudarme?
Nola apretó los dientes. Había estado detenida aquí durante más de una semana desde que fue capturada. Aunque no sabía quién era la otra parte, estaba dispuesta a arriesgarse. ahora tenia un arma y la oportunidad de salir de esta instalación no la iba a desaprovechar.
—Gracias.
Rápidamente se levantó y tomó la pistola de la mano de Ethan.
—Vamos rápido.
Ethan rápidamente tomó el AR-15 y disparó hacia el final del pasillo. Varias balas pasaron volando y derribaron a un hombre vestido de negro que cayó al suelo sin decir una palabra.
En ese momento, también se oyeron disparos en el piso de arriba.
Ethan regresó rápidamente, y Nola lo siguió de cerca con una pistola en mano.
Cuando llegaron a las escaleras, el sonido de pasos apresurados se acercaba desde abajo. Un grupo de hombres ascendía rápidamente, el miedo visible en sus movimientos, pistolas en mano.
Ethan, con la precisión de un cazador, levantó el rifle semiautomático y apretó el gatillo. Las balas atravesaron el aire en una rápida secuencia, impactando a los primeros en subir. Los cuerpos cayeron uno a uno, rodando por los escalones mientras el eco de los disparos resonaba en el edificio.
El último casquillo del AR-15 voló de la ventana de expulsión justo cuando el último hombre cayó. Sin perder tiempo, Ethan dejó caer el rifle al suelo, girando ágilmente sobre sí mismo. En un solo movimiento fluido, sacó su M1911 de su cintura y otra de la funda bajo su brazo. Con un arma en cada mano, comenzó a descender las escaleras, sus pasos silenciosos pero decididos.
Los hombres que quedaban abajo apenas tuvieron tiempo de reaccionar. Ethan disparó con precisión letal, cada bala encontrando su objetivo. Un enemigo intentó apuntarle desde un rincón, pero Ethan lo abatió de un tiro limpio en la frente antes de que pudiera apretar el gatillo. Otro hombre se abalanzó desde un lateral con un cuchillo, pero Ethan lo desarmó con un golpe seco de la culata de una de sus pistolas, seguido de un disparo directo al pecho.
A medida que avanzaba por las escaleras, un atacante intentó sorprenderlo desde el costado, pero Ethan, sin siquiera mirar, le disparó al hombro, girando sobre un pie para rematarlo con un disparo al pecho. La coreografía de movimientos precisos y fluidos no dejaba espacio para errores.
Los cuerpos caían a su alrededor, y cuando la escena se calmó, Nola, observando desde arriba, sintió una inesperada mezcla de seguridad y asombro. El hombre frente a ella, cuya letalidad era innegable, parecía más un asesino entrenado que un simple protector. La curiosidad por saber quién era realmente la persona detrás de la máscara se encendió en su interior mientras observaba cómo Ethan, con una frialdad calculada, inspeccionaba el área con ambos M1911 aún en mano, listo para cualquier amenaza restante.
—¿Qué haces ahí parada? ¡Sígueme rápido! —susurró Ethan, regañándola.
El rostro de Nola se sonrojó, y rápidamente se apresuró a seguirlo con pasos decididos.
Cuando llegaron a la esquina, los gritos y disparos que resonaban desde la sala de control central llenaron el aire como un rugido ensordecedor. Ethan, con ambas manos firmemente aferradas a los M1911, echó un rápido vistazo a Nola. Ella frunció los labios, la mirada asesina en sus ojos hablando más que mil palabras. Estaban listos.
En un instante, ambos irrumpieron en la escena, corriendo a toda velocidad desde las escaleras. Las botas de Ethan apenas hacían ruido mientras avanzaban, sus movimientos tan calculados como letales. Nola, justo detrás de él, se mantenía a su ritmo.
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Reencarne en Banshee Town
AçãoEn el vasto universo de series y películas icónicas, los casos policiales y las tramas de gánsteres se conectan en un entramado más amplio. Desde Banshee Town, surge una historia en la que lo imposible se convierte en parte del día a día. Personajes...