En el año 1986, nació Seojun, el único hijo de una familia modesta y trabajadora. Fue un niño deseado y, afortunadamente, nació sano, sin problemas de salud, lo que trajo una breve alegría a la familia. Sin embargo, con el tiempo, la relación de Seojun con su padre comenzó a deteriorarse.
Desde que Seojun era pequeño, su padre mostró una clara indiferencia hacia él. Esta frialdad no se debía a la falta de amor o a problemas económicos, sino a una característica que el padre de Seojun nunca pudo aceptar: su hijo era un omega. En el mundo donde vivían, ser omega no solo era visto como una debilidad, sino que estaba asociado con roles menospreciados y menos importantes dentro de la sociedad.
Cuando Seojun cumplió seis años, la distancia entre él y su padre se hizo más palpable. El niño intentaba constantemente llamar la atención de su padre, buscando su aprobación y cariño, pero solo recibía indiferencia. En los peores momentos, esos intentos de acercamiento terminaban en golpes. Su madre, que trabajaba largas horas todos los días para mantener a la familia, llegaba agotada a casa, encontrando a Seojun ya dormido, ajeno a lo que sucedía durante su ausencia.
Una tarde, Seojun decidió hacer un dibujo para su padre, con la esperanza de que eso pudiera hacer que lo mirara con cariño. El dibujo era simple, un retrato de la familia, con trazos torpes y colores vibrantes. Seojun lo hizo con esmero, con la ilusión de ver a su padre sonreír.
Cuando llegó el momento, Seojun se acercó a su padre, con el dibujo en sus pequeñas manos, y se lo entregó con una sonrisa tímida, esperando algún tipo de reconocimiento.
—Papá... hice esto para ti —dijo, su voz suave y llena de esperanza.
El padre, irritado y cansado de ser "molestado", tomó el dibujo sin mirarlo, su expresión oscura y llena de frustración.
—¿Otra vez con tus tonterías? —gruñó, sin siquiera mirar el papel.
Antes de que Seojun pudiera decir algo más, su padre se levantó, caminó hacia la chimenea encendida y, con un gesto brusco, arrojó el dibujo al fuego. Las llamas comenzaron a consumir el papel rápidamente, mientras Seojun miraba con los ojos muy abiertos, sin poder comprender del todo lo que acababa de suceder.
El corazón de Seojun se rompió en ese instante. Los colores que había elegido con tanto cuidado se convirtieron en cenizas, y el calor de la chimenea no pudo derretir el frío que sintió en su pequeño pecho. Era un frío que no venía del exterior, sino de un rechazo que un niño de su edad no debería conocer.
Seojun no dijo nada más. Bajó la cabeza, conteniendo las lágrimas que amenazaban con salir, y se alejó lentamente, dirigiéndose a su habitación. Mientras se cerraba la puerta detrás de él, se prometió que no volvería a molestar a su padre con "tonterías". Pero lo que no sabía en ese momento era que esa promesa sería solo el comienzo de una vida llena de oscuridad y silencio.
Al día siguiente, Seojun despertó con una sonrisa en el rostro. Era el Día del Padre, y en la escuela habían estado preparando algo especial para los niños y sus padres. Durante toda la semana, Seojun había trabajado con dedicación en un regalo para su padre: una pequeña tarjeta hecha a mano, decorada con recortes de papel de colores y dibujos de ellos dos juntos. La ilusión de entregárselo y ver a su padre sonreír nuevamente llenaba su corazón de esperanza.
Cuando llegó a la escuela, Seojun vio cómo los otros niños eran abrazados y cargados por sus padres, agradecidos por los regalos que sus hijos les habían hecho. Los rostros felices y los momentos de ternura entre padres e hijos hacían que Seojun apretara con más fuerza su propio regalo, mientras sus ojos recorrían el salón en busca de su padre.
Los minutos pasaban, y mientras los demás niños se reunían con sus padres, Seojun seguía parado en su lugar, el regalo aún en sus pequeñas manos. Su sonrisa se desvanecía lentamente, sustituida por una mezcla de confusión y tristeza. Miraba una y otra vez hacia la puerta, esperando ver la figura de su padre entrar, pero el hombre no aparecía.

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The power of fate
Mystery / ThrillerEn 1992, un niño de 6 años fue secuestrado por un grupo de científicos sin escrúpulos que operaban al margen de la ley. Su objetivo era llevar a cabo un experimento secreto y prohibido, diseñado para manipular y controlar las características de los...