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La noticia del juicio contra el Dr. Kim se extendió rápidamente, capturando la atención de la prensa y del público en general. Los medios de comunicación cubrían cada detalle con intensidad, y la historia se convirtió en uno de los temas más comentados en todos los canales de noticias.

En uno de los noticieros, una reportera describía los últimos acontecimientos con voz seria:

—El caso del Dr. Kim ha generado una gran conmoción en el país. Recordemos que este doctor es acusado de realizar experimentos ilegales en omegas, incluyendo a Haneul, quien fue víctima de estos abusos desde una edad muy temprana. El abogado a cargo de la demanda es Jiho Choi, conocido no solo por su capacidad legal, sino también por su relación cercana con la víctima.

En la pantalla, aparecían imágenes de Jiho y Haneul. Algunos videos mostraban momentos felices entre ambos, captados por paparazzis y filtrados en las redes sociales. Se veía a la pareja paseando por el parque, sonriendo y disfrutando de su tiempo juntos. Estos clips contrastaban bruscamente con los videos del Dr. Kim, quien aparecía siempre con una expresión fría e inexpresiva, lo que aumentaba la indignación del público.

Luego, la cámara enfocó a los padres de Haneul, con especial atención en Jun-seok, cuyo rostro reflejaba una mezcla de preocupación y culpabilidad. Los periodistas no tardaron en acercarse a él, intentando obtener una declaración, pero Jun-seok mantenía un silencio tenso, evitando hacer contacto visual con las cámaras.

—Los padres del chico Seojun o Haneul también están en el centro de la controversia, especialmente Jun-seok, quien ha sido señalado por haber entregado a su hijo al Dr. Kim en un momento de desesperación. Las investigaciones continúan, y el público espera con ansias el inicio del juicio, que sin duda será un proceso largo y complicado —concluyó la reportera, antes de que el noticiero pasara a otra noticia.

La presión mediática sobre Jiho y su equipo era palpable. Con cada día que pasaba, la atención pública crecía, y todos esperaban que se hiciera justicia por lo sucedido a Haneul y las demás víctimas del Dr. Kim.

Era una tarde tranquila, y Jiho y Haneul estaban disfrutando de un momento de paz en su departamento. La luz suave del sol se filtraba a través de las ventanas, llenando la sala de una calidez reconfortante. Estaban abrazados en el sofá, hablando en susurros y disfrutando de la compañía mutua.

Desde abajo, en la calle, algunas cámaras capturaban discretamente la silueta de la pareja a través de las ventanas. Los reporteros no dejaban pasar ninguna oportunidad para documentar cualquier aspecto de sus vidas, aunque fuera algo tan simple como un momento tranquilo en casa.

De repente, la tranquilidad se interrumpió por el sonido del timbre de la puerta. Haneul, que estaba acurrucado contra el pecho de Jiho, levantó la cabeza y sonrió suavemente.

—Voy a ver quién es —dijo, levantándose con cuidado del sofá.

Se dirigió a la puerta y la abrió, encontrándose con Sun-hee y Min-ho, quienes estaban sonriendo ampliamente.

—¡Haneul! —exclamó Sun-hee, abrazándolo de inmediato—. Nos enteramos de todo lo que está pasando y queríamos venir a verte.

—No podíamos dejar pasar la oportunidad de pasar un rato contigo —añadió Min-ho, mostrando una bolsa llena de comida y bebidas—. Además, trajimos algunas cosas para que cenemos juntos.

Haneul sonrió agradecido y los invitó a pasar.

—¡Jiho! —llamó Haneul mientras cerraba la puerta—. Sun-hee y Min-ho están aquí.

Jiho se levantó del sofá y se dirigió hacia ellos, sonriendo al ver a sus amigos.

—Qué bueno verlos —dijo Jiho, dándoles un abrazo—. Justo estábamos disfrutando de un momento de paz, pero siempre es bueno tener compañía.

Los cuatro se acomodaron en la sala, compartiendo historias y risas, mientras las cámaras seguían grabando desde abajo, ajenos al pequeño refugio de normalidad que Haneul y Jiho habían encontrado en medio de toda la tormenta mediática.

The power of fateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora