Capitulo LVII | En las profundidades de tu alma

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-Amor...-La tome de las mejillas enfocando su mirada con la mía.-No juegues conmigo.-Mis ojos se llenaron de lagrimas.

-No lo hago...-Dijo soltando una lagrima.

-¡Dios!-La abrace y luego me aleje de ella para verla a los ojos de nuevo.-¿Pero como?-Ella paso el nudo en su garganta.-Vístete, iremos al medico ahora mismo.

-No, Jungkook, espera.-Me detuvo cuando quise levantarnos.

-¿Que....pasa?-Susurre con el ceño fruncido.

-Ellos no resolverán nada.

-Pero ahora puedes ver, y necesito que nos resuelvan de una vez por todas que ocurre contigo y....-Cerré los ojos al sentir la calidez de sus labios sobre los míos.

-Ellos no pueden arreglar lo que únicamente Dios puede.

-¿Que?-Estaba completamente perdido.-Mar esto no es gracioso.-La tome de la cintura aun desnuda. Su piel se sentía tan cálida.

-Jungkook....necesito que me creas.

-Lo hago.-Ella negó con su cabeza.

-No, amor, necesito que me escuches y creas totalmente lo que te diré.

No dije nada, solo la observaba con el ceño fruncido y buscando algún indicio de juego en el azul infinito de su mirada.

Pero no encontré nada, absolutamente nada.

-No tengo mucho tiempo.

-¿Como que no tienes mucho tiempo?

-Se que podre verte solo un par de minutos y todo se volverá oscuro de nuevo.

-Habla de una vez.-Fui duro pero sin llegar a ser grosero.

-Primero dime que hiciste con la pequeña roca en forma de corazón que te di.-Entonces todas la imágenes de aquel día se agolparon como remolino en mi mente provocándome una gran punzada en la cabeza.

-Yo..la guarde. ¿Pero que es lo que ocurre mar?-Ella tomo aire, cerro sus ojos y cuando los abrio de nuevo pude ver a esa mar fuerte, resiliente, valiente. Mi mar.

-Dorian te la envió.-Sentí que mi pecho se paralizaba.

-No, amor, esto no es gracioso...-Mis ojos se llenaban de lagrimas.

-Yo lo vi, tenia tal vez tres añitos, es precioso.-Sentía que mi cuerpo temblaba y mis manos se aferraban a su cintura.-Su cabellito era negro y sus ojos como los míos.

-Mar...-Mis labios temblaban.

-Corrió hacia mi y me abrazo, me abrazo tan dulce, tan fuerte, tan cálido. Nuestro chiquito es feliz donde esta.

-Dios no....-Negue embelesado, una parte de mi creía profundamente en lo que mi aguamarina decía, pero mi humanidad se resistía.

-Él me dijo que te quería muchísimo.-Ella sonrió entre lagrimas con dulzura y yo hice lo mismo por inercia.-Y a mi también, dijo que pasaste muchos días en el hospital y que habías...llorado mucho mientras yo...no despertaba.-Entonces me paralice, no podía seguir resistiéndome.

-Amor...-La abrace con fuerza y me dedique a llorar escondido en su cuello mientras ella me acariciaba el cabello con dulzura.

-De un momento a otro él se fue corriendo por el bosque hermoso donde estaba junto a Dios, y me trajo esa pequeña roca en forma de corazón, él dijo: Dásela a mi papá Jungkook.-Solloce temblando con fuerza en su cuerpo.-Él te adora, amor, con todo su corazoncito y esta agradecido contigo.

MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora