Capitulo XXXVII | Luz sin gravedad

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-¿Como lo hiciste?-Mar preguntaba completamente emocionada, me daba ternura y risa verla entrar y salir como niña pequeña de todas las puertas a su alcance, ahora mismo caminábamos por el pasillo del segundo piso.-¿Cuando la compraste? No, espera.-Ni siquiera me dejaba responderle.-¿Cuanto te costo?-Se detuvo de pronto parándome en seco a mitad del pasillo.-Debió costar una fortuna.-Me observo cabizbaja.

-Oye, amor.-Me acerque mas a ella y acaricie sus brazos para luego besar el nacimiento de su cabello.

-Yo tengo un millón de wons ahorrados, ¿Puedo cooperar?-Me observo parpadeando aun cabizbaja. Sonrei dulce.

Dios, me va a volver loco.

-Amor, no hagas eso.

-Pero vamos a vivir juntos.-Escucharlo salir de sus labios fue mi pago por lo poco que puedo ofrecerle a comparación de todo lo que ella hace por mi.

-Lo se, y el dinero no es un problema para mi. Que te parece si con tus ahorros te compras cosas bonitas.

-No quiero.-Sus ojos se llenaron de lagrimas, y era lo mas horrible que me podían hacer. Su hermosa mirada aguamarina se hacia tan profunda, el azul de sus ojos se volvía tan intenso como el universo, y en sus pupilas podía ver un hoyo negro. 

Me dolía verla triste.

-Amor.-Me agache a su altura y con mis manos tome sus mejillas con dulzura.-Compre esta casa para hacerte feliz, no quiero verte triste.

-Es que es muy bonita.-Formo un leve puchero que me dio risa, la abracé y bese su cabeza.

-Me alegra que te guste.

-No viviré aquí si no me dejas ayudarte aunque sea con lo que tengo ahorrado.-Me miraba apenada.

-Mar. Eres mi novia......y-Ella abrio los ojos, se veía feliz.

-¿Novia?-Aunque lo dijo sonriendo yo fruncí el ceño.

-Si.

-¿Nunca terminamos entonces?

-¿Eso creíste?-Pregunte aun con el ceño unido, ella asintió.-No, mar, a menos que tu no quieras ser.....mi novia.-Trague duro.

-Yo si quiero.-Me llene de alivio al escucharla.

-Amor.-Con mis pulgares acaricie sus mejillas.-Ven.-La tome te la mano y abrí las dos puertas unidas a mitad del pasillo, cuando entramos ella abrio los labios sorprendida.

-¿Esta es....-Musito apenas en un hilo de voz.

-Nuestra habitación, y lo se.-La observe de frente sin soltar su mano.-Sé que sueno egoísta y tal vez posesivo al no preguntarte, pero.....yo quiero que tu rostro sea lo primero que vea al despertar y lo ultimo que vea al dormir, quiero apretarte contra mi pecho cada noche y...y hacerte el amor en esta cama hasta que nos desgastemos.-Su sonrojo me dijo lo mucho que anhelaba esa idea también.

Me senté en el borde de la cama y la hice subir a mi regazo a horcajadas

-Mar.-Pensé un momento las siguientes palabras que diria.-Amor....no soy quien para decirte que hacer con tu dinero, pero.....me duele el modo en que lo ganaste.-De pronto agachó su rostro.-Y no, no me avergüenza tu pasado, me da rabia. Tu eres tan sublime, y nadie, nadie en absoluto debe usarte de ese modo.

No se cuantas veces le he dicho eso, pero....se lo diré hasta que no tenga dudas de ello.

-Lo dice quien no me pregunto si quería dormir contigo.-Apretó los labios para no reír, pero entonces comencé a hacerle cosquillas. 

MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora