Capítulo 24

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Andrew's POV

Apenas lo hubo dicho, Lisa echó a correr. No me detuve ni un solo segundo a pensarlo: arranqué detrás de ella. Estaba completamente seguro de que la alcanzaría. Y entonces me di cuenta de lo equivocado que estaba.

«Maldita sea. ¡Es más rápida que yo!»

Aceleré la marcha.

«Es más rápida que yo... ¡Por todos los santos!»

Cuando llegué a aceptar que era lógico por el hecho de ser más pequeña y más ligera (y por supuesto que, aunque yo no lo sabía, era atlética) y que así no iba a lograrlo, me detuve un momento, porque conociéndola, eso la haría acercarse. No fallé. Se detuvo y me miró con una sonrisa de superioridad.

—¿Qué pasa, Andrew?

Dio unos cuantos pasos cuidadosos hacia mí. La dejé acercarse más, y cuando estuvo a una distancia que consideré prudente, volví a emprender carrera. Me sorprendió esquivándome fácilmente, tomando otra dirección. Frené en seco.

—Wow. —susurré.

«De acuerdo. Hora de empezar a aplicar la estrategia. Exactamente igual que en un partido»

Corrí en otro ángulo, intentando cerrarle el paso. Una vez más, me esquivó. Maldije por lo bajo.

«Si el entrenador me viera, me echaría a patadas del equipo en este preciso instante»

Me detuve y apoyé las manos en las rodillas, más exasperado que cansado. Escuché a Lisa reír, mientras volvía a acercarse. Retrocedí hasta llegar a un árbol y me recosté contra él.

—¿Un descanso? —me preguntó Lisa con esa misma sonrisa, interpretando mal mi pausa.

Noté que su respiración se había agitado y, con una punzada de satisfacción, decidí aprovecharlo. Bajé la mirada y tomé aire profundamente, solo para que ella lo viera. Efectivamente, Lisa dio otros dos pasos hacia mí.

«Eso es. Acércate más»

Dos pasos más... No levanté la vista.

—Hey, ¿estás bien?

No respondí... Cinco pasos de una sola... Sonreí triunfante.

—Andrew...

Me impulsé de golpe y ella tuvo los excelentes reflejos para darse la vuelta, pero no pudo ir más allá. Le rodeé la cintura con un brazo y la atraje hacia mí.

—¡No! —gritó intentando zafarse de mi agarre—. ¡Andrew! ¡Eres un tramposo!

Me reí y la alcé para evitar la resistencia que estaba haciendo con los pies.

—¡Andrew, no! —exclamó.

Entre forcejeos y antes de que me diera cuenta terminamos cayendo al piso. Aún así, Lisa no abandonó sus fuerzas y se las ingenió para colocarse sobre mí.

Touché. —dijo orgullosa.

—¿Sabes que soy más fuerte que tú, verdad linda?

—Sí, ¿igual que me ibas a alcanzar?

«Oh, de acuerdo. Pero de esto sí que estoy seguro»

Empujé con fuerza y logré que rodáramos lo justo para esta vez quedar yo sobre ella.

—¿Decías algo? —pregunté con una sonrisa.

Lisa puso las manos sobre mi pecho e intentó alejarme. Inútil, la tenía completamente inmovilizada.

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