Capítulo 17

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Andrew's POV

Me quedé mirando el calendario, pensativo. Domingo 31 de octubre... La fiesta... Aún no me había decidido. Quería ir, pero no sabía por qué... Okay, sí lo sabía. Por supuesto que sabía por qué.

Después de cinco minutos viendo la pared, finalmente me decidí. No, no iría. Punto final.

La puerta de mi habitación se abrió y Kelsy entró vestida de princesa.

—¡Dulce o truco! —exclamó.

Sonreí y tomé una bolsa de dulces de mi escritorio.

—Buenos días, Su Alteza —dije poniendo tres colombianas en su bolsa con forma de calabaza—. ¡Qué hermoso vestido lleva usted!

—Gracias. —contestó ella haciendo una inclinación de la cabeza—. Es usted muy amable.

Me reí y tomé otras cuatro colombinas.

—Veamos, esta es por ser la princesa más hermosa del universo... Esta, por ser la luz de mi vida... Esta, por sacarme una sonrisa todos los días... Y esta por ser mi hermanita adorada.

Kelsy se rió y me rodeó el cuello con los brazos.

—Te quiero.

—Y yo a ti. —contesté acariciándole el cabello.

Ella se apartó y recorrió mi habitación con la mirada.

—¿Y tu disfraz?

—Bah, no sé si quiera disfrazarme este año.

—¿Por qué no?

—Descuida, te acompañaré a pedir dulces.

—Pero tienes que ir disfrazado.

Suspiré.

—¿Y de qué quieres que me vista?

Obviamente, ya sabía la respuesta.

—¡De príncipe!

—Pero el año pasado también fui de príncipe.

—No importa. Vamos, por favor.

Se subió a mi regazo y abrió mucho sus ojos azules.

—Por favor.

—De acuerdo —exclamé resignado.

—¡Sí!

Me cogió de la mano y me sacó de la cama a rastras. Me metió a su habitación, abrió su armario y señaló el traje, emocionada. Bufé. Hacía dos años que Kelsy me había obligado a comprar ese traje, y cada vez que veía las películas de Disney, me hacía ponérmelo y actuar con ella.

Media hora después estábamos sentados a la mesa, desayunando.

—Andrew, ¿organizaron una fiesta este año? —preguntó mamá.

—Sí. —respondí indiferente.

—¿Y no planeas ir?

Negué con la cabeza.

—Deberías. Yo sé que no te gustan tanto, pero...

—No. Iré a pedir dulces con Kelsy... Como siempre.

—Vamos, hijo —intervino papá—. Nosotros iremos con ella. Tú puedes ir a la fiesta, ¿verdad Kelsy?

Ella asintió.

—Sí. Te ves muy guapo, además.

Le guiñé un ojo a mi hermanita.

—Entonces está decidido. —dijo mamá.

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