Capítulo 44

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Elisa's POV

¡Gracias al cielo se habían llevado bien! Por un momento me había temido que la combinación de ellos dos fuera explosiva, pero se la estaban llevando bien. Al principio me pareció que Andrew iba a cocinarlo vivo, pero un rato después se estaba riendo de los chistes bobos tan típicos de Nathan.

Cuando regresamos con las crispetas y las gaseosas, ambos se callaron de golpe y clavaron sus ojos en mí.

—¿Qué? —pregunté entregándoles sus respectivos baldes.

Ambos esbozaron una sonrisa.

—Nada —dijeron los dos a la vez.

Fruncí el ceño. Okay, que se llevaran bien, no había problema. ¿Pero que se volvieran cómplices? Eso ya era demasiado. Y había una cosa que me preocupaba: Nathan sabía a la perfección todos los detalles de la Operación Cupido. Ya había metido la pata la primera vez y aunque le advertí en un momento que no le dijera nada a Andrew...

Entramos a la sala y cuando nos íbamos a ubicar en nuestras sillas Nathan se quedó rezagado, haciéndose el que hacía algo con el celular. Pero lo conocía y era un pésimo mentiroso. Estaba dando espacio para que Andrew se sentara a mi lado.

«¿Y por qué?, ¿qué diablos...?»

Casi le funciona el plan. De no ser porque Chris me jaló del brazo antes de que pudiera tomar asiento e intercambió su lugar con el mío. Resoplé. Ver una película al lado de mi hermano era la cosa más aburrida del planeta. Era imposible comentar algo con él sin que me fulminara con la mirada, señalara a su alrededor y me indicara que cerrara la boca. Desesperante.

Empecé a ponerme verdaderamente celosa cuando me di cuenta de que Andrew y Nathan sí que estaban hablando durante la película. Mi hermano repitió su hazaña de callarlos, pero ellos ni siquiera le prestaron atención.

Y entonces, un chico que llegó retrasado se sentó a mi lado.

«Oh, sí. Excelente»

Coloqué mi vaso de gaseosa a la derecha, justo en el brazo que compartíamos el chico y yo. Un minuto después, mi perfecto plan se puso en marcha: el chico fue a apoyar el codo justo en el momento en el que yo acercaba la mano para tomar mi bebida. Le pegó sin querer y el vaso se inclinó hacia mí regando un chorro de gaseosa, antes de que él reaccionara y volviera a colocarlo en su posición.

—¡Ay, lo siento! —exclamó tomándome la mano y empezando a secarla con una servilleta.

Sonreí para mis adentros.

—Lo siento, qué torpe soy. Perdóname.

—Descuida —respondí dedicándole mi mejor sonrisa.

Él me miró a los ojos y de repente pareció darse cuenta de que aún me tenía tomada de la mano. A pesar de la oscuridad, pude ver cómo el rubor se extendía por sus mejillas.

«Tipo H: el chico tímido e introvertido»

Me soltó rápidamente y clavó la vista al frente. Mi hermano volteó a mirarme y frunció el ceño. Yo me encogí de hombros y esperé unos segundos antes de tenderle la mano al chico despreocupadamente.

—Me llamo Elisa.

Él no se atrevió a mantener los ojos en los míos más de dos segundos. Le sonreí.

—Will —repuso finalmente correspondiéndome la sonrisa y estrechándome la mano.

Chris se dio cuenta y me lanzó cuchillos con la mirada antes de hacer lo mismo con el chico. Él se agazapó al instante, pero yo me acerqué y le susurre al oído.

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