Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 159: Norte y Sur XIII

La industria más importante del sur, la industria del algodón, tiene su temporada de cosecha más activa en septiembre y octubre. Y cuando esa temporada termina, llega el período más tranquilo del año.

Los esclavos debían seguir trabajando después de la temporada de cosecha, realizando tareas como el mantenimiento y gestión de las plantaciones, el cuidado de animales, la preparación de la tierra para la siguiente temporada y otras muchas tareas, pero al menos los blancos podían tomarse un tiempo libre.

Desde mediados de octubre hasta principios de noviembre, miles de partidarios de la esclavitud se agruparon en Kansas City, que se había convertido en la línea de frente del conflicto.

No solo fueron personas de Misuri.

Gente de varios estados del sur, como Arkansas, Luisiana, Misisipi, entre otros, también llegaron.

La ira de los sureños era enorme, pero no estaba controlada.

Cuando se reunieron grandes multitudes, los partidarios de la esclavitud, llenos de confianza, fueron directamente a atacar lo primero que vieron: un periódico.

"¡Liberty Herald, estos hijos de puta! ¡Hablen otra vez!"

Liberty Herald era un periódico que había ganado notoriedad por criticar ferozmente la esclavitud. Aquellos artículos, que a veces confundían entre crítica y condena, habían enfurecido a más de uno.

A pesar del ambiente tenso en la ciudad, los periodistas que seguían trabajando no reaccionaron hasta que los partidarios de la esclavitud finalmente irrumpieron en el edificio, aterrados, y detuvieron sus plumas.

Tragaron saliva-

"Calmémonos un momento...".

"¡Cállate! ¡Dilo tal y como está escrito! ¿No lo escribiste tú?"

Un hombre armado apuntó hacia un montón de periódicos apilados en un rincón de la oficina. Era otro artículo criticando, como siempre, la esclavitud y sus partidarios.

"···"

Frente a esa amenaza, ningún periodista se atrevió a abrir la boca... hasta que, sorprendentemente, uno lo hizo.

"No entiendo por qué están tan orgullosos de apoyar la esclavitud."

Era nada menos que William Fairfield, propietario y editor de Liberty Herald.

"¿Qué, qué?"

"¡Este hijo de puta!"

Se oyeron insultos de todas partes.

"¡Dilo otra vez!"

Frente a los partidarios de la esclavitud, que apuntaban con armas, Fairfield repitió con firmeza.

"¿Qué tienen de tan orgulloso...?"

¡Clic!

"¡Un momento!"

"¡Detente!"

Antes de que Fairfield pudiera terminar de hablar, el hombre armado apuntó a su pecho, y desde ambos lados, tanto los periodistas como los partidarios de la esclavitud, gritaron para detenerlo.

Uno intentaba salvar a su líder y empleador, mientras que el otro intentaba evitar las repercusiones políticas que surgirían después, pero la persona que ya había perdido la razón no escuchaba.

¡Bang!

La bala disparada atravesó el corazón de William Fairfield.

"¡Este hijo de puta!"