El deseo de independencia entre los habitantes de la región oriental de la isla de La Española estaba alcanzando su punto más álgido.
La inestabilidad política de Haití empeoraba cada día, y el presidente Jean-Pierre Boyer estaba perdiendo el control sobre el lado oriental de la isla, que conquistó hace 21 años.
"¡Ahora! ¡Es ahora el momento de lograr la independencia!"
Así pensaban todos los involucrados en el movimiento independentista. Sin embargo, antes había una decisión importante por tomar.
"Es nuestra lucha, nuestra sangre, así que es obvio que debemos fundar un estado independiente."
Juan Pablo Duarte expresó esta idea con pasión. Desde hace tiempo había organizado una sociedad secreta llamada La Trinitaria, destinada a buscar la independencia de la parte oriental de la isla bajo el dominio haitiano.
Ahora que había llegado esta oportunidad única, ¿debían de repente unirse al Imperio Mexicano? Aunque para Duarte esto era incomprensible, la opinión favorable a esta idea resultaba más fuerte de lo esperado.
Duarte acudió a la reunión dispuesto a dialogar, ya que empezar un movimiento de independencia dividido desde el principio no tendría posibilidad de éxito.
Con fervor defendió su postura:
"Nadie puede garantizar cómo nos tratará México. ¿Qué pasaría si nos explotan igual que Haití? Además, nosotros dependemos completamente de esta parte oriental de la isla, pero para México solo seríamos como un dedo insignificante. ¿Y aun así quieren unirse a ellos?"
"¿Y si declaramos nuestra independencia? ¿Están dispuestos a enfrentarse de nuevo a Haití en una guerra? Incluso si ganamos, aunque sea por suerte, y evitamos ser conquistados otra vez, no se puede negar que habrá enormes sacrificios."
Estas palabras provinieron de Álvaro Fuentes, un intelectual de renombre reciente en la región oriental de la isla, quien había sido el primero en proponer unirse al Imperio Mexicano.
Al igual que Duarte, Álvaro era hijo de un comerciante. Mientras Duarte había estudiado en Europa, Fuentes había recibido su educación en el Imperio Mexicano, ganando notoriedad por su comprensión precisa de la situación internacional.
A diferencia de la parte occidental de la isla, liderada por Haití, que había sido la primera nación en lograr una revolución de esclavos y establecer un estado dirigido por afrodescendientes, la región oriental seguía bajo el liderazgo de blancos y mestizos. La mayoría de los presentes en la reunión pertenecían a estos grupos.
"Si queremos la independencia, debemos asumir los riesgos. ¿O es que pensabas oponerte a Haití sin ese tipo de determinación? Si buscamos independizarnos con los territorios que alguna vez fueron una colonia española, estamos hablando de más de la mitad de esta isla. ¿Crees que los haitianos nos dejarán en paz?"
Duarte alzó la voz con determinación, pero Fuentes no tardó en replicar.
"Por eso digo que, si nos unimos al Imperio Mexicano, no será necesario asumir esos sacrificios. Nosotros no somos una nación con un mismo origen ni llevamos años viviendo bajo un gobierno propio. Entonces, ¿qué sentido tiene formar un gobierno independiente? ¿Acaso todo se reduce a obtener cargos en ese supuesto nuevo estado?"
"¿Qué dijiste?"
La sala, con decenas de asistentes, estalló en un murmullo de desaprobación. Como las opiniones estaban divididas en dos, el ambiente también se polarizó.
"¡Acaso insinúas que luchamos por independencia solo para obtener poder!"
"¡Retira esas palabras de inmediato!"
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Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I
FantasySe convirtió en el primogénito del glorioso emperador Agustín de Iturbide, quien lideró la independencia de México. ¡Su reinado duró solo 10 meses! Huh... ¡En este caso, atacaré a Estados Unidos! Esta obra no es mía, pertenece a Pok Woo MI función...