Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 142: Guerra México-Estados Unidos XV

Las noticias de derrotas llegaron simultáneamente desde el este y el oeste.

Lo más impactante fue el número de bajas en el frente occidental. Las 30,000 bajas sufridas en la "Batalla de Baltimore" en el este parecían una buena noticia en comparación.

De un total de 240,000 soldados, solo 100,000 regresaron ilesos. Entre las 140,000 bajas, hubo 60,000 muertos o desaparecidos y 80,000 heridos.

"Querido, nuestros hijos... huc..."

Incontables estadounidenses intentaron obtener información sobre la suerte de sus familiares, pero las respuestas que llegaron tras largas esperas estaban cargadas de desesperanza.

Por todas partes resonaban los gritos y llantos de los heridos, los que sufrían enfermedades mentales y aquellos que habían perdido a sus seres queridos.

[¡Revelación impactante! ¿Fue el desastre de la operación "Contraofensiva" culpa del presidente?]
El contenido del artículo, basado en la confesión de un comandante anónimo que participó en la Segunda Batalla de Memphis, era realmente estremecedor.

"¿El presidente envió mensajeros cada pocos días para presionar y evitar la retirada?"

"¿Entonces no fue culpa del 'Carnicero' Zachary Taylor?"

"No del todo. Otros generales advirtieron que era imposible superar las defensas construidas por los mexicanos en Memphis, pero él insistió en que era factible, lo que llevó a este desastre."

Un general ambicioso y sobreestimado, y un líder que presionó a sus comandantes para mantener su poder. Fue una obra conjunta.

En el oeste, la operación "Contraofensiva" se había desmoronado por completo, mientras que en el este, Baltimore estaba siendo golpeada sin piedad por el intenso bombardeo del ejército del Imperio Mexicano.

La milicia de Winfield Scott ahora estaba construyendo líneas defensivas para proteger Filadelfia.

Habían abandonado Baltimore.

En el sur, corrían inquietantes rumores de que el ejército del Imperio Mexicano estaba movilizando tropas para liberar a los afroamericanos.

El pacifismo comenzó a ganar fuerza rápidamente no solo en el norte, sino en todo Estados Unidos. Aunque no se decía abiertamente, era evidente que la guerra estaba prácticamente perdida.

"¡No a la guerra! ¡Terminemos con esta horrible guerra!"

"¡James Polk, renuncia!"

Cuando Baltimore cayera bajo el bombardeo, ciudadanos en Filadelfia y Nueva York, los siguientes objetivos, saldrían a las calles en masa exigiendo el fin de la guerra y la destitución de James Polk.

"¡Renuncia! ¡Renuncia!"

"¿Renuncia? ¡Mejor destitúyanlo!"

En las calles, las manifestaciones contra James Polk se intensificaban.

"Ridículo. ¿Cuándo fue que votaron por mí con tanto entusiasmo?"

Mostrarse firme con el Reino Unido lo había convertido en candidato a la presidencia, y adoptar una postura dura contra México lo llevó a la Casa Blanca.

Fue elegido con una abrumadora mayoría, lo que significaba que los ciudadanos estadounidenses también querían la guerra.

Incluso en esta situación, James Polk no se culpaba por sus errores. En cambio, buscaba desesperadamente una salida.

"Presidente, el embajador Pakenham del Reino Unido ha llegado."

"...Dígale que pase."

Richard Pakenham, quien había sido embajador en México y ahora era embajador en Estados Unidos, entró en la habitación.