Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 128: Guerra México-Estados Unidos I

El invierno entre 1845 y 1846 convirtió a Irlanda en un verdadero infierno.

Cuando el otoño llegó a su fin, las personas, incapaces de soportar el hambre, metían en la boca cualquier cosa que pudieran masticar y tragar.

Incluso las algas marinas, que normalmente ni los más pobres considerarían comer, habían desaparecido por completo, devoradas por la desesperación.

Los niños, sin acceso a alimentos, mostraban signos claros de desnutrición infantil, con vientres hinchados como prueba evidente de su condición.

"Dense prisa y descarguen todo."

"¡Sí, señor!"

Al dar la orden, Reginald Greenfield observó cómo sus empleados se movían rápidamente.

Siguiendo las instrucciones del príncipe heredero, que había ordenado movilizar todos los recursos disponibles para enfrentar la hambruna sin precedentes, él mismo dirigía las labores de ayuda humanitaria.

"Uf... Después de esto, me retiraré y me iré a México."

"Ja, cualquiera pensaría que ya eres un viejo acabado."

Cuando Reginald se quejó, Liam Murphy, su mejor amigo y principal encargado de la región de Irlanda, lo reprendió con una sonrisa sarcástica.

"Tanto tú como yo ya pasamos los cincuenta; creo que es un buen momento para retirarse."

"Bueno, sí, ya llevamos tiempo en esto."

Desde que comenzaron en 1828, habían pasado 18 años.

"Creo que ya hemos ganado suficiente dinero. Además, estoy cansado. El dueño de nuestra empresa prometió construirnos una hermosa casa en México cuando nos retiremos, así que no dejo de pensar en eso."

Reginald, quien había sido detective en su juventud, había formado una familia en sus cuarenta.

'La verdad, siempre pensé que moriría investigando alguna escena del crimen.'

Liam Murphy recordaba aquello. Incluso en aquel entonces eran amigos, pero mientras él trabajaba de forma constante, Reginald seguía un camino muy diferente.

La aparición inesperada del príncipe heredero de México había cambiado sus vidas por completo. Sin darse cuenta, terminaron profundamente involucrados con el Imperio Mexicano, proporcionando identidades falsas a agentes de espionaje.

"¿Sabes hablar español?"

"Por supuesto. Lo aprendí hace mucho y contraté un tutor para enseñarles a mi esposa e hijos."

"Vaya, qué preparado. No parece algo típico de ti."

"(¿No eres así también?)"

"(Claro que sí.)"

Bromeando brevemente en español, ambos comenzaron a ayudar a sus empleados.

Algunos trabajadores ya formaban parte de la empresa de inmigración, pero otros habían llegado recientemente desde México.

"Aunque estamos llevando a cabo labores humanitarias, no debemos olvidar fomentar la inmigración. Después de todo, somos una empresa de inmigración."

"Entendido. Pero, si primero les damos comida, ¿no reducirá eso la necesidad de emigrar?"

"No necesariamente. La plaga de la papa no desaparecerá este año, y la mayoría de las personas, desesperadas por el hambre, ya han consumido incluso las papas destinadas a la siembra."

Incluso antes de la gran hambruna, muchas personas emigraban de Irlanda al Imperio Mexicano. Irlanda era una tierra pobre y difícil para vivir, incluso en las mejores circunstancias.