Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 163: Coronación IV

Ya he visto varias veces al embajador de Packenham, quien estaba asistiendo a una figura prominente del Reino Unido, el Secretario de Relaciones Exteriores, el Vizconde Palmerston.

Como un diplomático profesional, cuando le tocó el turno, mostró una expresión sincera de felicitación y lanzó unas palabras vacías.

"Su Majestad, es un honor asistir a la ceremonia de coronación del Imperio Mexicano. Felicito sinceramente su ascenso al trono y me complace que México haya crecido junto al Reino Unido durante tanto tiempo."

El Reino Unido no parecía estar solo para felicitar.

"Gracias por asistir."

Dando una respuesta breve intencionadamente, el Vizconde Palmerston no mostró ni el más mínimo cambio en su rostro.

"Hemos sido testigos de cómo el Imperio Mexicano ha superado muchos desafíos históricos y ha crecido como un país independiente y responsable. Este crecimiento y desarrollo son muy impresionantes, pero la madurez en el escenario internacional proviene de la humildad y la solidaridad. Esperamos que el Imperio Mexicano continúe demostrando estos principios en sus relaciones con todos los países y cumpla con las normas internacionales. Espero que este evento sirva para fortalecer la amistad entre nuestras dos naciones."

Al final, su propósito era una advertencia disfrazada de felicitación. Una advertencia de no perturbar el orden que él mismo lideraba en la comunidad internacional.

Un simple vizconde, intentando enseñar a un emperador de otro país, solo podría ser el resultado de la arrogancia que proviene del cargo de Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido. Pero reaccionar con ira en este momento solo sería de principiante.

Yo también mantuve una expresión calmada y respondí.

"Así como el Reino Unido ha observado a nuestro Imperio Mexicano, yo también he observado cuidadosamente los pasos del Reino Unido. He aprendido mucho de su asombrosa historia, así que pondré en práctica lo que he aprendido."

"...Entiendo. Gracias."

No hace tanto que el Reino Unido alcanzó el puesto de la nación más poderosa del mundo. En algún momento, ellos también fueron solo uno entre muchos retadores, y utilizaron todo tipo de artimañas para lograr la victoria. El famoso epíteto de "piratas" de ellos surgió porque su nación emitió licencias de corsarios sin límite. Con sus acciones desmedidas, casi todas las naciones europeas temblaron.

Una vez alcanzada la supremacía, no dejaron de hacer actos atroces. De hecho, Reino Unido es conocido por sus abusos y prepotencia. ¿No fue reciente el caso en que declararon la guerra porque les impidieron vender drogas?

El Vizconde Palmerston, como un diplomático experimentado, entendió inmediatamente el significado de mi respuesta y su expresión se endureció levemente. Sin embargo, dado que había varios países esperando en este evento, refutarme una vez más no sería conveniente desde el punto de vista de la moral, por lo que tuvo que retirarse sin objeciones.

El Ministro de Relaciones Exteriores del Imperio Ruso, Karl Nesselrode, observaba nuestra conversación con una expresión curiosa.

Al parecer, después de entender el estado de las relaciones entre las dos naciones, se mostró emocionado y felicitó al Imperio Mexicano.

A continuación fue el Imperio Austriaco. El Primer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores, el Marqués de Metternich, también comenzó con palabras de felicitación.

"Es un gran honor asistir a la coronación del Imperio Mexicano, Su Majestad. Fue una ceremonia realmente hermosa y majestuosa."

Asentí con la cabeza y respondí formalmente.