Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 132: Guerra México-Estados Unidos V

"Llegamos."

"Sí, almirante. Llegamos a tiempo."

Aunque el mensajero había rodeado el sur de Nueva Orleans para dar la noticia, ya se veía a lo lejos.

El primer cuerpo del ejército del Imperio Mexicano había llegado.

"¿Y nosotros?"

"Las tropas están listas para salir."

La flota tampoco salió ilesa de la batalla anterior.

De los 16 acorazados, 3 fueron dañados, probablemente debido a los impactos acumulados o, por mala suerte, por los proyectiles que golpearon las máquinas de vapor, lo que causó fallos en algunas de las partes del motor de vapor.

Los acorazados con motores de vapor dañados perdían movilidad, lo que reducía significativamente la eficacia en combate. Para repararlos se requerirían reparaciones extensas, y devolverlos a un estado de preparación para la batalla tomaría una considerable cantidad de tiempo y esfuerzo.

También hubo algunos barcos monitor, fragatas blindadas y pequeños barcos de guerra que fueron severamente dañados o declarados inutilizables.

Aunque las pérdidas fueron grandes en términos numéricos, la verdadera fuerza de la flota provenía de los acorazados, por lo que no era imposible llevar a cabo la operación. Los otros 13 acorazados solo necesitaban reparaciones menores.

La flota, mientras esperaba al ejército, reparaba los barcos dañados, atendía a los soldados heridos y realizaba los funerales de los muertos.

La preparación para el combate estaba lista.

"¡Toda la flota, a la ofensiva!"

"¡A la ofensiva!"

Buuuuum-

El sonido de los motores de vapor se extendió, y del humo de las chimeneas comenzó a salir vapor.

La flota comenzó a ascender por el río, apareciendo poco a poco frente a Nueva Orleans.

"¡Es la flota del Imperio Mexicano!"

"Maldita sea, como era de esperar, los números no han cambiado mucho."

Aunque la guarnición que se retiró de los fuertes Saint Philip y Jackson les informó sobre los resultados de la batalla, la milicia de Nueva Orleans seguía manteniendo una esperanza, aunque escasa.

"¡No se preocupen! ¡Nuestro ejército de los Estados Unidos ha llegado!"

Los 50,000 soldados enviados urgentemente para defender el río Misisipi marchaban hacia el sur, incrementando su número mientras avanzaban.

También hubo refuerzos enviados por el gobierno federal, y algunos estadounidenses que llegaron por su cuenta fueron incorporados de manera apresurada.

La imagen de las tropas marchando, levantando polvo, era imponente. Su marcha a través de las llanuras del sur mostraba una determinación firme. Se habían reunido para proteger su tierra y a su gente.

Incluso aquellos que no se habían unido al ejército central, al escuchar que Nueva Orleans era el objetivo del enemigo, se unieron a la milicia de la ciudad.

Las tropas regulares enviadas por el gobierno central tomaron el mando de la milicia. Así nació un ejército de 90,000 hombres, compuesto por 20,000 milicianos y 70,000 soldados del ejército federal de los Estados Unidos.

"... La mayoría son del sur."

"Exactamente. ¿Qué están haciendo los malditos yankees? ¿Es esto una guerra solo del sur?"