La saga de los Guerreros de Fuego.

Capítulo 1: En el principio fue la oscuridad.

PRÓLOGO: EL NACIMIENTO.

Abbadon un dios que de apariencia parece bastante joven, con un flequillo que le cubría el ojo derecho, de melena rubia y comprensión esbelta. estaba vestido con una tunica de color marron desgastado con dos cinturones y unas botas de color negro. esperaba ansioso a que sus compañeros llegasen.

El tiempo pasaba, era como algo punzante pero él tenía un plan, debía ser determinado en cumplirlo a cualquier coste. Finalmente llegó la primera invitada.

—Veo que llevas mucho esperando, querido Abbadon— Dijo la diosa que vestía un traje con una chaqueta vaquera, el pelo corto y un ganchillo que llevaba el pelo hasta detrás de su oreja picuda derecha.— Después de la que lió tu hijito ¿esperabas que viniera aquí de buenas a primera?

—Bueno, no esperaba eso en absoluto pero creo que todos podemos salir muy bien de esta charla— contestó Abbadon mientras una breve sonrisa salió y extendía su mano que hacía que Saili la rechazase instantáneamente.

Saili acercó su cabeza mientras le susurraba a Abbadon

—Recuerda que si no fuera por tu insignificante polla mi pueblo seguiría vivo.

Al poco tiempo el ambiente dejó de estar tan caldeado y un portal se abrió, un pelirrojo salió de él con una mirada sádica, sus ropas eran viejas y desgastadas vistiendo una vieja camiseta completamente manchada con una gran cinta atada como cinturón y un pantalón ancho que le permitía moverse libremente. El nombre de este dios ya lo conocéis pero por si acaso vuelvo a repetirlo: Apolo.

—Veo que estás bien querido hermano— Dijo Apolo mientras miraba a su alrededor— Y que bonito lugar has elegido para que podamos charlar... Menuda mierda de sitio.

—Oh hermano, ya conoces los gustos de nuestro hermanito, contra más soso mejor...— Escupió en el suelo.

Las flores de loto comenzaron a caer arremolinándose en toda la instancia y con ellas una figura femenina esbelta y con una gran cabellera se pudo ver desde el fondo.

Esa figura poco a poco se fue dejando a ver una chica con los ojos picaros, los labios carmesíes y completamente desnuda apareció en escena. No era una invitada a este evento si no que decidió colarse ella misma.

—Illya Von Tempus— Dijo Sailli mientras miraba a Abbadon— ¿Has invitado tú a un Regis?! ¿Te has vuelto loco?.

—Callate— Una presión comenzó a sentirse en el ambiente mientras Saili se veía forzada a arrodillarse. Abbadon y Apolo pudieron resistirse a este aura.

Las flores de loto caían sin cesar, cada vez una estancia completamente vacía fue casi completamente cubierta por ellas.

—No vine aquí a molestar, solo a observar— Se relamió— Vengo aquí por placer, porque aquí se decide el flujo del destino. La primera vez me la perdí...— Miro a Abbadon— Fue causado por tu... ¿Cómo se llamaba, el Regilith?— Soltó un bostezo— Ah sí, Arthas.— Comenzó a reír frenéticamente.

—Vaya, veo que no sabes callarte ni bajo el agua— Respondió Apolo mientras invocaba la Stinger, una gran espada que no tenía mango si no que era completamente un filo envuelto con vendas— Sabes que no me caen muy bien los Regis.

Illya se acercó contoneándose mientras se auto atravesaba con la espada de Apolo mientras continuaba riendo desquiciadamente

—Sabes que estas cosas no hacen nada a los Regis. Que tonto ha salido este simple fruto del arbol Kariotsu— Se acerco a la mejilla de Apolo lamiendola— Aun no estas maduro pero igual me puedes dar algo de diversion— Dio unos pasos hacia atras y la sangre comenzo a brotar de ella mientras la herida se cerraba instantaneamente.

—Doña Illya espero que no hayas venido a detener mi plan.

—Al contrario Abbadon, vengo a observar como dije antes y es curioso como todas las vicisitudes del destino se originan a tu alrededor... —Illya paró en seco y pensó para sus adentros "No, da igual lo que pase y deje de pasar, siempre todo girará en torno a las decisiones de Abbadon... Cómo es posible que un simple fruto partido del árbol Kariotsu acabe con estas decisiones... Todo cuanto ha pasado y pasará forma parte de su plan" Abbadon sonrió mientras miraba con superioridad a Illya.

—Hermanos, tengo algo que presentaros... Como bien sabemos el universo está en decadencia, guerras y tiranos asociados a ellas consumen cada uno de los recursos de este actualmente pequeño universo y para ello propongo algo— Extendió la mano y de ella salieron 3 muñecos— Os presento a unos guerreros, los guerreros que podrán luchar para conseguir la paz en el universo: Los pacificadores.

Apolo guardó la stinger y comenzó a reírse

—¿Bien bien que tengo que hacer querido hermano?

—Solo teneis que dar una parte de vuestro poder a uno de estos muñecos, el que más os guste— Sonrió Abbadon mientras Apolo se acercaba y levantaba la mano para tirar una onda de energía hacia el muñeco central.

—Ya está, ¿algo más?— Comenzó a sonreír— Vamos Saili, haz tú lo mismo!

A Saili no le quedó ninguna opción de replicar, ¿que podía hacer ella una diosa menor, una diosa terrenal que no tenía un pueblo al que guiar? Solo someterse a sus mandatos, ya no era nada, no lo era.

"Lo primero que recuerdo es la nada y una gran luz se alzó delante mío, la luz de una estrella incandescente, tras vagar tanto tiempo entre el sueño por fin veo algo, ¿ será este mundo soñado hogar de algo más que una luz? O acaso este mundo solo tendrá una luz inicial... Solo recuerdo... ¿Qué recuerdo?"

Un joven en el espacio abre los ojos, su cabello blanco, sus pupilas rojas, complexión esbelta con músculo y completamente desnudo apareció en escena. Su nombre dará inicio a estas crónicas pero en este punto él no disponía de ningún nombre pero permitidme ya llamarlo por el mismo: Ryu.

Al poco tiempo de estar observando el espacio una espada le atravesó el pecho y con un silencio desolador fue empujado al vasto espacio en dirección del planeta Ury.

Antes de perder la consciencia y morir vio la cara de su agresor, un joven sonriente de pelo blanco completamente desnudo.

Esta historia acaba de comenzar.

Decidme ¿Os ha gustado el primer capítulo? Vaya no sabeis hacia donde puede ir la historia si aquel que da el nombre a la crónica acaba de morir... Jajaja. Digamos que el destino tiene algo reservado para él.

Aprovechad ahora para leerme que hasta dentro de muuucho tiempo yo no voy a aparecer. Si quereis saber mi nombre lo sabreis cuando Lilith aparezca, no antes, no despues. En ese instante sabréis mi nombre. Sabréis el nombre de la protagonista.

Y bueno me voy porque tengo que ocuparme de unos invitados no deseados. Nos vemos.