Interludio 2: 24051995

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Allí estaban en frente al templo. Estaba en ruinas pero sin embargo era la única edificación que tenía el planeta. El oxígeno por alguna razón era algo abundante. Seguramente el gran árbol que tenía el planeta era el causante de esto. Pero no había rastros de ríos por la superficie, seguramente el planeta funcionaba por pozos subterráneos.

Pero algo le estaba pareciendo raro al Trazacaminos. Un pálpito de que si cruzaba la puerta todo cambiaría. La historia dejaría de tener sentido. No había camino del cual ninguno de ellos saliese de allí.

Era demasiado extraño pero aun así Satrah continuaba insistiendo en que quería visitar el templo. Demasiada insistencia ¿Y para qué? Posiblemente fuera el templo más pequeño que vio y desde fuera no parecía que hubiese nada de interés.

Pero finalmente Ryu cruzó el umbral del templo y todos los candelabros comenzaron a encenderse. El sitio era más grande por dentro que por fuera. Todo demasiado bien cuidado para lo que era.

Atriane cruzó el umbral. Bors intentó cruzarlo pero no pudo.

—Eh que no puedo pasar.

Satrah rio.

—Solo seres excepcionales pueden pasar. Tú no eres uno de ellos.

—Dice Satrah que eres un pardillo y que te quedes cuidando la nave— dijo Atriane con una sonrisa pícara mientras agarraba a Ryu del brazo.

Los tres comenzaron a caminar lentamente por la alfombra y Satrah comenzó a hablar.

—Hace mucho tiempo nació Abbadon junto a su hermano Soichiro del árbol Kariotsu. Era un hecho que se creía imposible que de un mismo fruto nacieran dos divinidades. Pero así fue.

Hace mucho tiempo nació Ereshkigal de un fruto marchito. Seguía siendo una de las grandes diosas pero su fruto no debía haber nacido.

>>Ambos jóvenes. Ambos errores de un sistema implantado por los Regis. Pero aun así acabaron conociéndose.

>>Y tras mucho calvario ambos acabaron enamorándose.

>>Los Regis no intervinieron. Al final solo eran dos dioses llevandose por su lujuria pero si había algo que les prohibieron: Tener un hijo. Los regis ya sabían que si tenían un hijo saldría un Regilith. Un ser más poderoso que ellos.

>>Y así nació Arthas. Los regis comenzaron a temerle pero al conocer que su poder de ver las fluctuaciones del tiempo y que lo usaba para proteger el sistema implantado por ellos lo dejaron estar como un perro faldero.

>>Hasta que llegó el día. Las visiones que le llegaron a Arthas eran de que todo el sistema caería. De que todo sería el final a manos de Los Eldarianos. Y comenzó su cruzada.

>>Aniquiló al pueblo de Atriane no porque quisiera sino porque así salvaría el universo. Y sin embargo Saili la diosa de los Eldarianos informó a los dioses de aquello. Y Abbadon y Apolo dos grandes dioses fueron a detenerlo. Su propio padre lo acabó matando. y lo encerraron en la caja de Pandora.

>>La caja de Pandora fue llevada al templo de Yggdrasil. Un lugar al cual nadie puede acceder a no ser que sean seres excepcionales.

—Con lo que...— Dijo Ryu— ¿Hemos venido a presentar respetos?

Sonrió.

Sin darse cuenta estaban en frente de la caja de Pandora. Satrah los había llevado hasta allí. Una caja de madera ornamentada simple pero que estaba rodeada de un aura y a través de un pequeño hueco había una pequeña fuga de energía que iba hasta Satrah.

—Ahora Atriane: Abre la caja.

Atriane como si de una orden se tratase comenzó a mover la mano hacia la caja.

El tiempo comenzó a pasar lento para Ryu. Estaba dandole demasiadas vueltas a todo. ¿Porque estaba tan obsesionado con abrir la caja? ¿Por qué le había contado esta historia? Demasiadas dudas comenzaron a asolar su mente.

El destino no puede cambiarse.

Ryu paró el brazo de Atriane en seco y la empujó atrás. Satrah abrió los ojos. Esto no era lo que el destino tenía guardado. Esto no era lo que él vio. Y Ryu abrió la caja.

—NO. TU NO DEBERÍAS HABER ABIERTO LA CAJA— Grito Satrah con rabia— TU NO ERES QUIEN DEBÍA ABRIRLA.

Todo comenzó a fallar. La realidad dejaba de tener sentido y las paredes comenzaban a cambiar. ladrillo. Madera. Cartón. Las flores de Loto habían cambiado y comenzaron a fallar cambiado por ser simples hojas e incluso arena.

La realidad estaba colapsando por esta simple decisión del Trazacaminos. Esta decisión no estaba contemplada en ninguna realidad. No existía ningún universo en el que esta situación se diese y la realidad estaba colapsando por abrir una simple caja.

Los ojos de Ryu cambiaron y eran los que tenía Satrah. Su pelo se volvió blanco.

Arthas había renacido

El universo poco a poco comenzó a estabilizarse. Tras un cambio de nivel universal como era la apertura de la caja el universo fue reescrito y la historia en la que Atriane abría la caja dejó de existir. Ahora las consecuencias caían en el Trazacaminos y que Atriane lo acompañara en un primer momento solo fue un capricho suyo.

Atriane comenzaba a sangrar de la nariz de toda la información que estaba recibiendo. Del cambio en todos sus recuerdos aun manteniendo los viejos. Estaba en el suelo llorando al haber vivido dos realidades diferentes. Y almacenandolas simultaneamente.

Arthas comenzó a caminar en dirección a ella con una sonrisa macabra.

A Ryu le costaba mantener la consciencia. Estaba luchando por mantenerla.

—Observa Ryu— dijo Arthas en frente suyo.

Ryu ya conocía a Arthas. Estaba dentro de su cabeza y toda su historia y recuerdos ya los conocía.

—¡NI SE TE OCURRA HACERLO!— Dijo Ryu mientras intentaba recuperar el control de su cuerpo— ¡HAZLO Y TE MATARE TE JURO QUE TE MATARE!

—Si ya veo cómo lo harás— Arthas invocó en la realidad el loto oculto mientras se acercaba a Atriane.

—Ryu me encuentro mal— Dijo llorando— Ayuda— Atriane se levantó a abrazarlo.

Arthas acarició la cabeza y le abrazó por el cuello.

—Tranquila, todo ha pasado.

—¡NI SE TE OCURRA!.

Arthas le clavó el Loto Oculto por detrás muriendo ella al instante.

Ryu había recuperado el control de su cuerpo al momento de atravesarla.

La saga de los Guerreros de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora