Capítulo 22: El Rey Eterno.

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Finalmente se vislumbraba el planeta de Camelot ¿cuánto tiempo había pasado? Poco. Sin saberlo el Destinado había viajado a una velocidad envidiable. Había superado la velocidad que se conseguía cuando hacías que el universo se moviese.

Se adentro dentro de la atmósfera del planeta y se dio cuenta de que era completamente de noche.

Una gran luna carmesí estaba encima suyo. La luna comenzo a cerrarse como si de unos parpados se tratasen y al abrirlos lentamente se pudo observar como la luna se convirtio en un iris de color rojo. Otro parpadeo sucedió y de pronto la luna se situo justo encima de la gran torre y como si de una catarata de sangre comenzó a caer encima suyo tiñendo todo a su paso.

Ryu sabía que tenía que darse prisa y así lo hizo. Llegó al segundo a la torre y descendió con toda su ira destruyendola conforme iba bajando con solo su cuerpo.

Finalmente llegó al sótano.

Arturo acaba de cortale el estómago a Atriane llenando el caldero con la sangre de la Eldariana.

Ryu acababa de ver esta situación. No había ira. Dejó de pensar y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y se fue corriendo.

Arturo Pendragon. Heredero de los Eldarianos de otro universo acababa de ascender. ya no estaba en el reino de los mortales. Tampoco en el de los dioses. Era algo más. Sus iris ya no tenían color si no que ahora era como si estuviese muerto. Ya no se le podía catalogar ni como ser vivo o muerto. Solo como ser. Los dioses si lo viesen se tendrían que arrodillarse ante él pero no era un Regis. No era un Regilith. Era lo que se le podría catalogar como Liche.

Había notado la audiencia del Destinado.

Atriane se le nublaba la vista. Estaba muriendo, no era así como se imaginaba esto. Ella pensaba que podría pasar más tiempo con Satrah y con Ryu. Ella quería ser feliz durante más tiempo pero eso estaba acabando. Poco a poco su vida se estaba apagando.

—Tranquila— dijo Satrah.

Atriane parpadeó e intentó decir algo pero nada salía de su boca.

—No morirás— Satrah sonrió— Porque tu portaras a Arthas en tu interior.

Y Atriane perdió el conocimiento.

La realidad había dejado de tener sentido para Ryu. Huyendo como un cobarde. Huyendo como un Fracaso. Eso es lo que era. Alguien que no podía defender a la gente que le importaba solo un ser inutil.

La Excalibur le atravesó de lado a lado.

—Cucu tras tras— Dijo Arturo— Te la meto por detrás.

Ryu comenzó a escupir sangre mientras con las manos intentaba quitar la espada con lágrimas en sus ojos. Camino hacia adelante sacandose la espada y comenzó a gatear. Estaba muriendo y era normal. La Excalibur era una espada creada por mortales para matar a los dioses.

—Ryucito ¿Que te pasa?— Le agarro del cabello levantándolo— Te hacía más hombre. Más curtido pero solo eres un niño asustado— Lo lanzó hacia arriba y llegó hasta la estratosfera en un abrir y cerrar de ojos. Arturo ya estaba allí y golpeó a Ryu enviándolo de vuelta al suelo. En el momento en que Ryu estaba a punto de tocar con su cara el suelo una patada fue dada enviándolo de vuelta a donde estaba el cuerpo de Atriane.

La vista se le nublaba pero alzó la cabeza para ver el cuerpo de su amiga allí colgada mientras estaba desangrándose. Los pensamientos le abordaban y comenzó a gritar mientras con un poco de fuerza que le quedaba corrió a una esquina de la habitación.

Que patético era. No podía hacer nada.

—Ryucito ¿Te pasa algo?

—¡ALEJATE DE MI!— Lo empujo con las manos.

Arturo estaba decepcionado.

—Te voy a hacer un regalo— Miró el cuerpo de Atriane— Te traeré su cabeza y entonces te mataré con ella.

Arturo comenzó a caminar lentamente mientras silbaba una melodía alegre.

Ryu comenzó a reírse mientras se levantaba y emitía aura. Arturo se giró al notar el incremento de poder. La mente de Ryu se acababa de romper del todo.

El aura de Ryu comenzó a envolverlo completamente. Sus ojos comenzaron a llorar sangre. Su tensión muscular aumentó. Había entrado en el Modo prohibido de los dioses... Pero algo estaba pasando.

Era el indicado.

Su aura comenzaba a tornarse negra absorbiendo los colores como si fueran a la nada. Un vacío se manifestaba en su aura y la locura no se hacía presente si no que quedaba inutilizada por la energía del vacío.

Había evolucionado el modo Berserker.

Sus heridas se sanaron. Su cólera había dejado de estar presente y lo abordaba con una gran calma. Los Regis cuando crearon este modo cometieron muchos errores. No eran seres perfectos como ellos querían hacer creer.

La estancia se quedó sin color alguno. Incluido ellos. Ya no había herida en el cuerpo de Ryu. Ni una triste cicatriz. Sonrió mientras comenzó a entrar en calma consigo mismo. Con el universo.

La energía del vacío estaba presente en él. Hacía tiempo que no la notaba.

—Se acabaron los juegos— Sonrió Ryu— Es hora de acabar con tu reinado.

—Eso ya lo veremos. Cobarde.

—Pero antes tengo una simple pregunta.

—Te escucho.

—¿Cómo has obtenido este poder?

—M3RL1N explicaselo.

—En el universo detrás del agujero de gusano los Eldarianos conquistaron el universo entero. Pero si bien su vida era larga y extensa podían morir asi que optaron por crear un método de prolongar la vida infinitamente.

>>Este método consistia en absorber la energía de los núcleos de los planetas para generar la suficiente fuerza para sobrepasar las capacidades de los mortales. Haciendo eso generas una fábrica de Excaliburs.

>> La Excalibur solo es necesaria para este requisito. Pero se necesita completamente la sangre de una Eldariana. En el universo detrás del agujero de gusano eran criadas eldarianas solo para dotar de inmortalidad a los futuros reyes y reinas pues en su sangre contiene el gen XY.

>>Mezclando ese gen en un mini acelerador de partículas que es lo que soy introduciendo el resultado en unas nanomáquinas que son introducidas en el cuerpo del Rey dotándolo de inmortalidad.

>>Un Rey que gobernara todo. Un Rey que sometera a todos a su voluntad. un Rey que perpetuará a todos aquí. El Rey Liche.

La saga de los Guerreros de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora