La saga de los Guerreros de Fuego.

Capítulo 9: El Rey Eterno.

Shasta apareció en frente de Sanda quien estaba estupefacta de la situación. Ella había llegado sola al planeta y sin pretenderlo la persona a la cual se encontraba buscando había aparecido en frente de ella.

Porque Shasta al matarse en el pasado desapareció de la línea de tiempo y su futuro fue robado. El es un ser que ha viajado a otra línea temporal y la suya es la que albergaba a la portadora del caos pero en esta historia no aparecerá. No quedan movimientos qué hacer.

"Y Aun asi sabéis el final de esta historia."

Y aun así lo sabéis.

Sanda fue corriendo a abrazar a la persona que creía que era su hermano mientras sonreía.

—Al fin te encuentro. Han pasado años...

—Si. Años— Dijo mientras miraba hacia arriba distraído, pensativo por lo que le dijo Arion sobre que tenía que ocuparse de un asunto.

Un portal de dios se abrió detrás de él mientras podía notar un aura que no estaba ni viva ni muerta. Un aura que trascendía todo el poder que hubiese podido percibir alguna vez.

—Ve a otro lugar. Me tengo que encargar de un asunto antes— Sonrió— Será breve.

Y así como si él no quisiese atravesó el portal apareciendo en un páramo completamente helado.

Todo estaba congelado. No había ya seres vivos reinando el planeta. Pero sin embargo fue completamente rodeado en un abrir y cerrar de ojos por un gran grupo de Grendizers.

Una gran hondonada de ataques cayó sobre él levantando una gran nube de nieve y polvo.

Una vez difuminada el joven estaba intacto mientras comenzaba a emitir aura destruyendo a las máquinas. No eran un desafío en este punto de la historia. No eran nada. Solo objetos que hacen que su portador fuera más reticente a recibir los ataques de seres excepcionales.

Menuda basura de objetos eran para esta parte de la historia aunque bien mirado en el pasado tampoco es que fueran algo reseñable. Solo eran simples trozos de metal que dificultan todo sin lugar a dudas.

El aura del ser que no estaba ni vivo ni muerto comenzó a alzarse invitando a Shasta a ir. Era una nueva experiencia dentro de todo. Así que puso rumbo a la fuente de poder. Comenzó corriendo pero estaba demasiado lejos así que concentró el aura comenzando a volar más rápido que nunca hacia el objetivo.

Allí estaba. Una ciudad completamente derruida en la cual en el centro se alzaba lo que antes debía ser una gigantesca torre.

Shasta se acercó a la enorme aura y comenzó a ver a un ser que estaba comenzando a formarse poco a poco. El ser que había infectado al mundo entero.

Con una sonrisa a medio descomponer comenzó a salir poco a poco de la tierra mientras su aura que no era ni vida ni muerta comenzó a incrementarse.

—Perdona que te reciba así— Dijo con tono burlesco— Hace tiempo pensaron que esta era la mejor forma de matarme y no lo fue.

El aura se incrementó a niveles críticos mientras Shasta no podía dejar de sonreír. ¿como diantres iba a ganar a ese ser que le superaba por tanto y tan ampliamente?

Comenzó a emitir energía y su aura no estaba ni viva ni muerta. Eran ambas similares.

El desliz de golpes comenzó en el momento en que Shasta activo su máximo de Aura.

Shasta apenas podía parar los golpes del enemigo mientras se veía obligado a retroceder.

La sonrisa del Rey Eterno se hacía palpable. No era alguien que pudiese ser derrotado.

El Rey agarró la cabeza de Shasta y la estampo contra el suelo. Una vez. Dos veces. Tres veces.

Finalmente le abrió la cabeza y la sangre comenzó a caer al suelo.

—Esto ha sido cuanto menos decepcionante.

El Rey comenzó a alejarse mientras agarraba la Excalibur del suelo mientras la miraba firmemente.

—Un arma ahora inservible pero que se convertirá en un signo de mi dominio. M3RL1N ya no está así que tengo que buscarme alguien con quien hablar— Comenzó a reir mientras se alejaba poco a poco.

Una risa comenzó a sonar detrás de él mientras recordaba haber escuchado una risa similar en el pasado. La risa del Trazacaminos.

El cabello de Shasta fue teñido por el color de su propia sangre y un aura negra comenzó a arremolinarse alrededor suyo. Había logrado evolucionar el modo Berserker. Su aura cambió a blanca con franjas moradas y rojas. Rayos lo comenzaban a rodear mientras se levantaba completamente.

La verdadera evolución del modo Berserker. El modo Bestia.

Lo que el Trazacaminos había logrado en el pasado era manifestar el modo berserker mezclandolo con la energía del vacío. Creando una evolución incorrecta que absorbía los colores.

El cabello de Shasta bailaba en consonancia a su aura mientras miraba al Rey eterno con una calma como la que te miraría cualquier bestia que estuviese a punto de comerte. Con la seguridad de que quien estaba enfrente era una presa.

Y El Rey Eterno se dio cuenta del aumento de energía que sucedía detrás suyo y comenzó a mirar primero con cara de desafío para después que su expresión cambiara a auténtico terror.

Se dio cuenta que era una presa.

Comenzó a correr desesperadamente mientras Shasta caminaba a paso lento acechándolo. Pocos sitios quedaban en la ahora derruida torre en los que pudiese esconderse pero lo intentaba.

Shasta siempre lo acechaba.

En otro universo es una fuerza imparable, En este solo es un obstáculo fácilmente saltable.

Shasta logró encontrarlo y con una sonrisa comenzó a arrancarle el brazo mientras comenzaba a comérselo.

Un brazo. Una pierna. Comía a un ritmo envidiable.

Arturo poco a poco perdía la consciencia mientras pensaba que ya renacería. Sin saber que al universo le quedaban tres horas para ser destruido.

Y Shasta acabó devorando al Rey eterno y un portal de dios se volvió a abrir detrás de él.

Este capítulo que parece que fuera un relleno ha terminado y Shasta volvió a Ury para el acto final de esta novela.