—Venga Ryu ¡Despierta!— Dijo Dante mientras zarandeaba a su amigo que se encontraba en estado vegetativo— ¿Hemos llegado hasta aquí y ni te molestas en despertarte? No me vengas con esas tonterías. Despierta, por favor...
Nada. No despertaba. La situación era tensa pero no podía parar. No llegado a este punto.
El fracaso se levantó mientras miraba al cielo y veía el paraje idílico en el que se encontraba ¿Sería este el último mundo de Lilith? ¿Es ese su paraíso? No. Este es Ieshira.
—Tu amigo no pinta bien— Dijo un ser que vestía un vestido largo y ancho completamente marrón, tenía el pelo rubio y su cabeza estaba cubierta de manos, sus ojos eran uñas y su boca era solo un hueco que se movía— Pasalo dentro para poder ver que puedo hacer.
El fracaso se levantó mientras no sabía si fiarse pero no había tratado de atacarlos. Al menos era una buena señal. Agarró a Ryu por el hombro y lo metió dentro de la casa. Una casa completamente amueblada completamente de madera, una gran chimenea adornaba la casa y estaba llena de plantas. Era un lugar acogedor.
—Tumbalo en la mesa. Es el único lugar alto de esta casa. Lamento no tener una cama o similar pero mi especie no duerme.
Dante obedeció sin pensarlo y colocó a su amigo en la mesa mientras el ser agarraba elementos indeterminados de sus repisas y los mezclaba convirtiéndolos en polvo en una servilleta. Al cabo de un rato terminó y le metió la servilleta en la boca al nacido para morir.
—No tardará en despertar... Espero. Nuestra fisonomía es completamente diferente pero creo que puedo saber lo que ha pasado— Alzó la mano mientras señalaba al joven— Sus células han sido destruidas, sus terminaciones nerviosas han sido desconectadas y sus músculos han sido completamente destruidos por calentar su cuerpo en demasía. Ahora mismo solo es un cascarón con una consciencia. Su estado actual es que es un vegetal.
—¿Así que nunca se iba a poder despertar, no?
—Correcto. Ahora solo nos queda esperar.
Las horas pasaron mientras Ryu poco a poco iba reaccionando. Comenzó moviendo un dedo de la mano. Pasadas dos horas comenzó a mover los dedos de los pies. A las tres horas abrió los ojos pero no podía hacer nada. A las cuatro horas pudo girar la cabeza y a las cinco horas pudo articular una frase:
—Creía que estaba muerto.
—Por poco lo fue. Arslan—Respondió el ser con una voz tranquila y agradable— Estabas en un estado en el que tu cuerpo te había abandonado, solo era un cascarón y tu mente ya no estaba. Tuviste la suerte de que no tenía intenciones asesinas.
—¿Entonces no hay lucha?
El ser movió la cabeza en señal de negatividad mientras El nacido para morir estaba disgustado.
—Vale... ¿Entonces por qué nos ayudas?— El fracaso hizo una pregunta la mar de interesante y así se lo hizo saber Ieshira.
—Dejadme que os cuente todo.
>>En un universo anterior al vuestro, muy anterior nació un ser que tenía un apetito voraz. Comenzó comiendo cosas pequeñas, minúsculas. Pero su apetito no dejaba de crecer.
Poco a poco esas cosas minúsculas no le eran suficientes y comenzó a devorar cosas más grandes. Hasta que finalmente devoró toda su civilización. Continuaba teniendo hambre.
Entonces alzó la vista al cielo y decidió que devoraría todo. Y devoro todo su universo. ¿Su nombre? Nothingess.
>>Pero al no haber nada su hambre no dejaba de crecer y crecer así que plantó la semilla del primer universo. Ese universo se expandió hasta niveles inalcanzables pero alguien sobrepasó todo y acabó con todos. El nombre de este ser era Lilith. La destructora de universos.
>>Pero Nothingess no quiso devorarla. Si no que le dio un cometido al ver su inmenso poder: Ella cosechará los universos para él. Pero ella tendría que salvar al ser más poderoso de cada universo por si aparecían seres excepcionales en cada nuevo universo y trataran de fastidiar la recolección.
>>La primera cosecha fue muy rápida. La cosecha de mi universo. Yo era la más poderosa de aquel universo pero en cambio en vista al futuro soy la más débil.
>>La cosecha del segundo universo también se hizo igual de rápida y por ello el poder de quien aguardaba en el anterior mundo era tan pequeño.
>>Nothingess estaba enfadado y con hambre.
>>Así que Lilith en vez de estar despierta decidió encerrarse en los restos de su universo e hibernar. Asi cuando despertara habría seres tan excepcionales como ella. Y así fue.
>>Pero en el cuarto universo pasó algo que nadie esperaba: Los mortales de ese planeta encontraron la entrada a los mundos de Lilith y obligó a poner una medida de seguridad para que en el siguiente mundo no volviera a pasar. Así que Lilith tuvo una hija. No tan fuerte como ella pero sí más fuerte que el resto. Era la guardiana de la puerta.
Este es el Septimo universo y vosotros sois excepcionales. Nadie había llegado tan lejos. Ni en los anteriores universos ni en los alternos. Porque por alguna razón este universo es diferente. Fragmentado en diferentes líneas que coexisten pese a pequeños cambios. Nunca se dio esta particularidad en ninguno de los anteriores. Y Nothingess está contento pero aun no es tiempo de cosecha.
—Así que... Cosechais mundos para Nothingess.
—En efecto. Así que quiero pediros algo seres excepcionales de este plano: Matad a Lilith la cosechadora de universos. La destructora de sueños. La muerte.
—Vale pero tenemos un problema ¿Cómo vamos?— Preguntó Ryu mientras invocaba la Stinger.
—Te has dado cuenta ya aunque no dije nada. Tenéis que matarme.
—Gracias por salvarme. Te recordaré.
Y cortó su cabeza.
Fueron absorbidos hacia el Mundo de Lilith.
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La saga de los Guerreros de Fuego.
AkcjaHace mucho mucho tiempo no existía nada, pero sin saber como (cosa que yo sí sé que ha pasado, solo que no es el momento de contarlo) apareció el universo... ¡ANDA QUE NO HAN PASADO COSAS EN ESTE UNIVERSO! La historia que voy a contar hoy estará di...