Los Jinetes del Apocalipsis cruzaron la escalera celestial abriéndose paso al paraíso. El lugar donde Arthas gobernaba su creación.
El cielo celeste en un atardecer amanecer eterno simbolizando que siempre habrá un nuevo día con los campos completamente verdes con grandes fuentes con agua que salía de ningún sitio. Grandes edificios de mármol cubrían todo mientras coronando todo había un gran templo.
—Sinceramente el niño tiene buen gusto— Dijo Ryu mientras miraba todo alrededor— Sin duda alguna es tétrico este sitio...
—Demasiado perfecto— dijo Atriane— Es como si...
—Esto fuese una mierda— dijo Shasta— Da asco. Demasiado perfecto todo...
—Y sin embargo parece un decorado— Dijo Acasto.
Todos observaban la creación de Arthas. Su hogar. Todo era tan perfecto que asustaba y sin embargo una Zarza comenzó a arder.
—Oh seres del apocalipsis que han venido aquí a trastocar el reino divino llevándolo todo al caos.
—Oh zarza ardiente que habla porque si.
Todos los jinetes del apocalipsis comenzaron a reírse sin cesar mientras la zarza se mantenía ardiendo.
—Subid al gran templo que corona todo. Allí sereis detenidos por mi.
Todos se callaron un momento. Sabían realmente que su nivel de poder estaba por debajo de lo que requería la situación. Les habían dejado pasar al paraíso por mero y puro capricho pero eso no les hacía fuertes. En absoluto.
Solo eran entes del mero azar del universo.
Y aun así decidieron subir las escaleras para proclamar el combate contra el ente que hablaba detrás de la zarza.
Subieron los escalones mientras los usaban realmente para descansar del combate anterior. Un descanso breve pero que sin embargo les dotó de un poco de fuerzas renovadas.
Shasta modificaba la realidad del momento para comenzar a curar a Acasto y a el de la fatiga. Sin embargo a Ryu lo curaba de la fatiga por mero aburrimiento.
Sabían que era el más débil de todos. No tenía el nivel para estar allí.
Finalmente cruzaron el portón de madera del gran templo y ante ellos había una persona completamente desnuda con el cabello castaño y de complexión esbelta.
—Mi nombre es Adan. Primer ser humano creado en toda la creación y conmigo comenzaron las enseñanzas de mi padre.
La figura cambió y se convirtió en un hombre anciano con barba larga y ropajes con florituras de oro.
—Mi nombre es Salomon, el más sabio entre los sabios y primer rey del imperio humano en el cual guíe a la humanidad en los pasos hacia la adoración más absoluta.
La figura se volvió a transformar en un hombre con tez morena, pelo rizado y barba sin afeitar, vistiendo una túnica desgarbada de color marron.
—Yeshua de Nazaret. Primer profeta que comenzó a comulgar el culto hacia mi padre. Mi nombre cambió durante los siglos venideros y ahora se me conoce como "Jesucristo".
La figura volvió a cambiar a un hombre con el pelo rapado con orejas dilatadas y vistiendo túnicas naranjas.
—Siddharta Gautama es ahora como me llamo. Aquel que llevó a la humanidad por el camino de la iluminación.
La figura cambió a un hombre de tez morena con una calva en medio de la cabeza y una prominente barba rizada.
— Abū l-Qāsim Muḥammad ibn 'Abd Allāh ibn 'Abd al-Muṭṭalib ibn Hāšim al-Qurayšī es mi nombre ahora. Creador de la modificacion del Cristianismo y Judaismo llamada Islam. Una forma de poder controlar al pueblo.
Finalmente adoptó su última forma. Un hombre bajo con el pelo engominado hacia un lado. Con un bigote cuadrado y vistiendo un uniforme militar.
—Este es el último aspecto con el que me ha conocido la humanidad hasta el momento. Adolf Hitler. Con el que intente eliminar a la religión judía porque era un fracaso en el orden de poder controlar a la humanidad con palabras. Una misión divina que entes del apocalipsis como vosotros no puede siquiera comprender.
Adolf Hitler comenzó a emitir aura mientras la mezclaba con presencia generando un nuevo amalgama de poder haciendo que todos comenzaran a temblar de solo poder notar su fuerza.
—Oye Shasta— Dijo Acasto mientras temblaba de miedo— Visto como hemos fallado antes...
—Tengo miedo...— Dijo mientras comenzaba a emitir aura— Pero a la vez estoy emocionado. Esto es como cuando nos enfrentamos a Gea.
Gea quien comandaba a los Titanes de Gea. Una fuerza de la naturaleza que estaba ligada a la realidad misma. La cual tuvieron que derrotar para poder hacer que Jason pudiese volver a su universo.
Ambos comenzaron a cargar aura mientras les pedían a Peste y Guerra que no interviniesen que ellos se encargarian de todo.
Hitler terminó de fusionar sus poderes mientras se le veía exhausto por ello. Pero ese cansancio terminó rápidamente cuando Acasto y Shasta se lanzaron al ataque.
La sonrisa del Führer se podía notar. Tras tener que perder deliberadamente en el pasado, ahora podía dar rienda suelta a sus instintos.
De un puñetazo envió a Shasta hacia el fondo de la sala. Mientras a Jason no le prestaba atención y se deshacía de él como si de una mosca se tratase.
El estaba a un límite superior de lo que ellos podían manejar. Un límite superior de lo que cualquiera de los cuatro jinetes del Apocalipsis pudiesen manejar.
"Parece que no pero escribir combates es más difícil de lo que pensaba" Dijo Adeline Adeleith mientras se alejaba un momento de la máquina de escribir "Como diantres puede hacerlo el creador tan fácilmente..."
Shasta comenzó a cargar aura para entrar en el modo Bestia. Acasto por el contrario solo podía ver como su amigo había roto todos los límites establecidos para él y estaba dominando algo que jamás había notado. Una energía llena de poder. Una evolución del modo prohibido de los dioses que él solo había alcanzado.
Y lo había alcanzado porque era la reencarnación de un dios que activo el modo Berserker. Fue la única vez que se dio un caso así.
Cuando un dios activaba el modo Berserker los Regis borraban su alma y no entraba al Arion. Pero el Alma de Apolo no fue borrada. Haciendo que por primera y única vez el modo Berserker pudiese evolucionar.
Era el indicado como ya se estipulo.
Shasta se lanzó al ataque mientras la gabardina ondeaba en el aire. El golpe acertó en el Führer quien apenas se movió ante la sorpresa de Shasta que recibió una patada como respuesta en la cabeza golpeándole contra el suelo.
Acasto miraba como realmente le había superado ampliamente y se enorgullecia de haber sido asesinado por alguien que había evolucionado tanto.
Shasta se recompuso mientras hacía una guillotina a los pies del Führer que este apenas pudo esquivar cayendo al suelo.
Shasta se puso encima suyo y esquivando los rayos que salían del ojo de Adolf Hitler comenzó a golpearle la cara.
Un golpe.
Dos Golpes.
Tres Golpes.
La sucesión de golpes se hacía presente. Intentaba zafarse como podía pero Shasta no le dejaba. La cara del dictador cada vez era menos reconocible, convirtiéndose poco a poco en una masa de carne sin forma aparente.
Finalmente dejó de moverse.
El Hijo de Dios había muerto.
Y a Dios poco le importaba.
Pero Dios aun así fue a saludar.
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La saga de los Guerreros de Fuego.
ActionHace mucho mucho tiempo no existía nada, pero sin saber como (cosa que yo sí sé que ha pasado, solo que no es el momento de contarlo) apareció el universo... ¡ANDA QUE NO HAN PASADO COSAS EN ESTE UNIVERSO! La historia que voy a contar hoy estará di...