La saga de los Guerreros de Fuego.

Capítulo 19: Desaparecida.

Agarró el machete con fuerza y se dispuso a atacar a La Eldariana con un golpe que le partiría en dos si no lo esquivaba. Atriane aumentó su presencia y se agachó al suelo antes del golpe apoyando casi su cabeza contra el concreto.

"¿Cómo vuelvo viva? Era el pensamiento que Atriane contemplaba en ese momento. El machete iba a caer sobre ella pero rodó hacia la derecha esquivando otro golpe mortal. Tenía que pensar en algo. La baliza solo servía para controlar el avance de los Planteision. No tenía otra utilidad. ¿Una vez puesta realmente que podían hacer? Nada.

—Oye Atriane— Dijo el Intangible— ¿Necesitas una ayuda?— Sonrió.

—La verdad no vendría mal.

Satrah abrió los ojos y dejó ver unas pupilas estrechas y alargadas. Su sonrisa no hizo más que aumentar mientras iba caminando hacia Atriane y entraba en ella.

Los ojos de Atriane cambiaron por los de Satrah quien se levantó de un simple salto y comenzó a calentar. Primero las piernas saltando a la pata coja con cada una. Después los brazos y el cuello en simultáneo.

—Creo que con esto es suficiente.

Otro golpe del machete iba directo a La Posesión quien lo paró con sus manos desnudas, una sonrisa pícara era el efecto que causó. Arrancó el machete de las manos del engendro quedandosela para él.

El ejército de Camelot se encontraba embarcando en los Grendizer para comenzar el primer asalto contra los Planteision.

A Lancelot ya le dijeron cómo funcionaba los Grendizer y era bastante más simple de lo que se podía imaginar: Los Grendizer leía las ondas cerebrales de los pilotos que estaban en su interior y con ello generaba impulsos eléctricos que hacían que el robot se moviese como ellos. Algo sencillo pero que no podía hacerse de forma remota pues los pilotos eran el cerebro.

—Lancelot— Dijo Bors— ¿Cómo llevas la misión?

—Solo es aplastar unos bichos— Sonrió— Asi que será sencillito.

—Ese es el espíritu.

Todos los pilotos fueron convocados por Arturo y los caballeros de la mesa redonda subieron al escenario y clavaron sus espadas en el suelo. Como era costumbre Lancelot invocó El Loto oculto y lo clavó en el mismo.

Todos los soldados pensaban que lo que acababa de hacer era una nueva tecnología militar con Nanomáquinas y que en algún momento ellos recibirian esa tecnología. Pero se equivocaban. La razón por la cual Lancelot y demás seres de categoría excepcional podian convocar sus armas era debido al lazo metafísico. Sin ellos pretenderlo sobrescribian cuánticamente el arma ligandola a su ser haciendo que pudiesen convocarla y desconvocarla. Dando igual si el arma estaba en otro planeta o reino. Podían estar con ellos cuando quisieran.

—Como muchos sabéis se ha encontrado el nido principal de la amenaza Plantesion.

>Pero para acceder a ellos tenemos que primero afrontar los nidos de los mismos. Una tarea que no es para nada sencilla y esta incursión será de dos fases: Cada caballero de la mesa redonda ira en parejas montados en sus Grendizer comandantes y detrás de ellos iréis vosotros Grendizer quienes os encargareis de asistir a los caballeros de la mesa redonda para que destruyan los nidos más rápido.

>Una vez hecho esto podéis iros a tomar un merecido descanso porque al cabo de unos días comenzará el asalto final al planeta de los Planteision.

Arturo pulso boton y se vio que el tamaño del planeta con una comparativa a nivel del Astro que daba luz a Camelot. El planeta era 1700 veces mayor que el astro rey de Camelot.

>Va a ser un combate en el que nos jugamos el destino de Camelot. El destino del universo. Mi destino.

Todos gritaron al unísono "Arturo" menos los caballeros de la mesa redonda. Sus posesiones. Sus objetos no gritaban solo asentian. Si bien eran generales no eran libres. Solo meros objetos en pos de conseguir una liberación para el universo. O eso decía Arturo.

Arturo caminaba hacia sus aposentos. Saludando a cada uno de los soldados que se encontraba. Finalmente acabó llegando a ellos y se dirigió hacia M3RL1N.

—Descendiente de los Eldarianos del agujero de gusano. Dime ¿Qué necesitas?

—¿Seguro que con esto voy a poder ser rey?

—Si. Un rey eterno que estará por encima de las divinidades de los dioses. Un rey que acabará con las guerras. Un rey que gobernara sobre todos. Así conseguimos encerrar a Arthas. Así conseguimos matar a casi todos los dioses. Así conseguimos que los Eldarianos gobernasen por todo el universo al otro lado del agujero de gusano.

—Nunca llegué a entender bien como acabo mi estirpe en este universo si mi origen es de otro universo.

—Y tampoco has de entenderlo. Solo tienes que lograr esto y convertirte en el eterno rey. Así lo dictaminó Adelein Adeleith.

No caían flores de loto. No existían. Las flores de loto de este momento caían al principio de esta historia. En el momento en el que El Nacido Para Morir estaba siendo decidido. Si nacía o no nacía tenía repercusión.

La tangente era si eran creados los vástagos artificiales. Si no lo eran Atriane era encontrada por Arturo. Si Eran creados El Destinado encontraba a La Ultima Eldariana.

Atriane era más importante para el destino del universo de lo que ella misma podía pensar. Estaba por encima de Ryu. Por encima de todos. Era un efecto que determinaba si esta historia acababa acaeciendo la aparición del Embaucador o de Shasta. Dos caras de la misma moneda que serían determinantes para el destino de cada uno. Dos universos separados por diferentes líneas de tiempo creando un universo alternativo simultáneo.

Pero la familia de Arturo no provenía de ninguno de esos dos universos. Si no de otro anterior. En el cual los Eldarianos nunca murieron.

El día siguiente llegó. Comienza el primer asalto contra el nido de los Planteision con un mensaje que fue llevado a Lancelot:

"El escuadrón de Morgana ha desaparecido su comunicación"

Lancelot se quedó parado sin saber que hacer ni como reaccionar.