Capítulo 12: A la desesperada.

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El rugir del motor se dejaba escuchar por toda la estancia, ambos jóvenes estaban listos para partir y tratar de sobrevivir a la situación en la que estaban, Dante pisó el acelerador y comenzaron su travesía.

Las lluvias de balas se hicieron presentes conforme salieron de la estancia, estaba claro que Soichiro quería asegurarse que aquellos que derrotaron al vestigio solos no siguieran con vida pero eso no detendría a los dos jóvenes, Ryu apuntaba a las balas que les disparaban, haciendo que rebotaran entre ellas golpeando a varios Striders, las explosiones se hacían presentes iluminando el atardecer más de lo que era, una huida de proporciones titánicas acababa de comenzar.

La lluvia de balas no cesaba, cada vez que parecía que se alejaban en verdad entraban más entre las filas enemigas, era casi imposible para Ryu en su estado actual tantas trayectorias a la vez, el cansancio era presente pero aun pese a estar cansado ya había destruido a centenares de clones.

Dante conducía mirando al frente y se dio cuenta de un pequeño detalle que no recordaron.

—Ryu, somos gilipollas— Dijo mientras se reía— podíamos haber pillado balas y armas de los cadáveres.

—¿Confirmamos que somos gilipollas?

—Confirmamos— respondió Dante con una sonrisa.

En el horizonte se veía una ciudad completamente destruida y ambos jóvenes sabían que era una trampa pero no tenían otro camino que seguir pues si querían avanzar tenían que entrar en la misma trampa.

Conforme entraban en la ciudad la lluvia de balas se hizo presente y en un rápido movimiento Ryu consiguió arrancar una señal de aluminio que comenzó a usar para desviar las balas, la ametralladora ya no servía para esa tarea pues tenía puntos ciegos que no podía cubrir.

Las explosiones comenzaron a aparecer por todos los edificios haciéndolos caer, el quad comenzaba a resentirse, no estaba planeado para esto pese a estar pensado para la guerra, Ryu trataba de emitir aura para aumentar su fuerza pero era incapaz de lograrlo, pese a haber roto sus límites era incapaz de emitirla.

En el cielo una gran nave comenzaba a soltar bombas sin cesar, Dante sabía que clase de bombas eran y sabía que no lograban alejarse rápido de allí o no serían capaces de vivir.

La gasolina se agotó en el momento menos indicado, las bombas comenzaban a caer cada vez más deprisa.

—Ryu tenemos que correr— Dijo Dante mientras se bajaba rápidamente del vehículo.

—¿Ahora que comienza lo emocionante? Me niego— Dijo con una sonrisa.

—Si nos quedamos moriremos, han tirado bombas de fisión, si nos quedamos moriremos irremediablemente, no hay salvación y hasta dudo que nos salvemos.

—¿Bombas de fisión?

—Son capaces de destruir todo sin dejar nada de vida, ni tú lo aguantarías.

Ryu no sabía bien de lo que Dante hablaba pero por el momento le haría caso y le acompañaría en la huida.

Ambos jóvenes comenzaron a correr sin cesar, las balas les daban ahora mismo igual y las explosiones sucedian detrás suyo, huir era la única opción de supervivencia que tenían.

Finalmente lograron salir de la ciudad y en frente de ellos se encontraba un gran campo, el atardecer continuaba presente, la carrera por la supervivencia continuaba, huir o morir... Pero casi parecía que en verdad los estaban guiando a algún lado, al cabo de poco tiempo las bombas cayeron destruyendo completamente la ciudad y casi el paisaje, Ryu miraba con temor aquel espectáculo ¿Hasta donde había llegado la guerra? Eso no era guerra si no armas para matar por matar, le enfadaba bastante aquello.

Ryu plantó la señal de aluminio en el suelo mientras miraba a la lejanía con odio, no le gustaba aquella situación pero en parte les ayudó pues el millar de seres ya no estaba presente, no quedaba ninguno y fue un ataque suicida sin más.

—¿Sabes? Voy a entablar una guerra contra tu padre, esas bombas no eran para una guerra, son para matar por matar.

Dante miraba a Ryu sin saber qué decir..

Ryu comenzó a caminar mientras la nube de hongos se veían a la lejanía.

El anochecer llegó y ambos jóvenes llegaron indirectamente a las puertas de un castillo, Dante estaba asustado al verlo, el pórtico se abrió ante ellos y ambos jóvenes entraron.

La saga de los Guerreros de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora