Epílogo: Un final feliz.

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Los años pasaron y todos se quedaron a vivir tranquilamente en el planeta.

Shasta se convirtió en un gran inventor y científico del planeta tierra reconocido por las altas esferas de la misma. Sus avances tecnológicos y en el ámbito de la medicina asustó a los gobernantes del mundo quienes intentaron silenciarlo. Pero no pudieron matarlo así que llegaron a un acuerdo con él para que sus avances solo salgan si de verdad los necesitan.

Acasto se dedicó a viajar por el mundo para explorarlo. Por alguna razón el mito de Jason y los argonautas había llegado a este universo y decidió convertirse en arqueólogo para explorar la historia del mundo y comprobar si más historias del universo anterior fueron traspasadas a este.

Ryu y Atriane decidieron vivir pacíficamente. Ellos ya habían tenido demasiadas luchas y ahora querian ser felices. Tuvieron un hijo al que llamaron Raito y ella se dedicó al trabajo empresarial y él se convirtió en un profesor en el Sub Instituto de Combate del Cid. Finalmente pudieron tener su final feliz.

Abbadon miraba cómo había podido conseguir que aunque no tuviese lazos con ellos pudiesen formar parte de su familia. Estaba agradecido y aun con todo y con la ayuda de Adelein Adeleith pudo conseguir que todos pudiesen formar una vida en este universo. Un universo en paz en el cual las cuestiones divinas dejaron de tener sentido. Un universo en el cual ellos no tendrían que luchar más por las cuestiones de este universo.

Y finalmente todos pudieron vivir en paz. Pudiendo hacer que cada uno de ellos pudiese lograr que sus vidas fueran una de tantas y que ya no tuvieran que ser especiales en ningún momento. ¿Seres excepcionales? Para que. Sinceramente era mejor ser feliz.

En un parque lleno de columpios jugaba un niño singular de no más de dos años. Observó el curioso entorno mientras una pequeña piedra cristalina le levantó la curiosidad. La observó detenidamente antes de agarrarla con su pequeña mano pero al momento de tocarla la piedra desapareció en un destello.

La vida diaria de este niño sería cuanto menos rarita.

La saga de los Guerreros de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora