La sangre brotaba del brazo cercenado de Ryu mientras Soichiro sonreía, el terror se dejaba intuir en la mirada del joven, sentía miedo a la muerte.
—Ya lo entiendo— Dijo Soichiro mientras se acercaba— Dante y tú estáis conectados de una forma— movió los dedos— Extraña...
Ryu se puso de pie lentamente pero volvió a caer al suelo, sus piernas fueron cortadas por un ataque del dios que tenía en frente.
—Ambos activasteis el modo prohibido de los dioses... En el mismo momento— Sonrió— Eso es algo que nadie más había podido hacer y ocasionó algo muy curioso... Tu te quedaste toda la locura y la gran parte del poder... Y Dante se quedó una ínfima parte del mismo sin que le afectase de ninguna forma la locura— Soltó una carcajada— Una cosa tan simple para poder controlar un poder prohibido para los mismísimos dioses... Fascinante.
Dante se encontraba subiendo las escaleras del castillo corriendo pues no tenía tiempo que perder; Estaba preocupado por su compañero tenía miedo de perder a aquella persona que confiaba en él, aquella que le apoyó cuando su propio padre decidió acabar con su vida.
Finalmente una gran puerta se encontraba ante el que abrió sin dudar tenía que acabar lo que empezó y así tras la puerta se encontraba un gran pedestal con una gran espada clavada en ella, no tenia guarda, la hoja era muy ancha y mas que una espada parecía un gran trozo de metal.
El joven decidió acercarse a ella y puso sus manos dispuesto a sacar la gran espada.
"El Loto Oculto no acepta a aquellos que buscan actos egoístas"
—¡Callate!— El joven forcejeaba tratando de sacar la espada.
"El Loto Oculto no acepta a aquellos que busquen poder"
—!NO NECESITO QUE UNA ESPADA DE MIERDA ME DIGA LO QUE TENGO QUE HACER¡
"El Loto Oculto no acepta a seres con un alma llena de dudas"
El forcejeo continuaba no podía hacer nada.
"El Loto Oculto no acepta corazones con oscuridad"
"El Loto Oculto No te acepta"
—¡QUE TE CALLES!— Dante le pegó una patada rompiendo la hoja.
El joven noto como algo dentro de si se rompía desapareciendo para siempre, la presión le hacía mella, le faltaba el oxígeno lentamente y su vista se ponía borrosa... El Loto oculto no lo aceptó como portador y lo estaba consumiendo lentamente.
—Po... Por favor...— Dijo mientras se arrastraba hacia la espada— Necesito ayudar a mi amigo, necesito salvarlo de mi padre... Necesito tu poder para matar a los dioses— Finalmente llegó a tocar el mango de la espada.
—Bueno Ryu... Esto se acabó— Sonrió Soichiro— Puede que tu obtuvieses el poder y la locura... Pero la locura te hizo enfrentarte a mi, mientras que tu poder es insuficiente— Sonrió Soichiro— Deberías haber hecho como el fracaso de mi creación y huir.
—¿Huir? Dante no ha huido— Sonrió Ryu— Dante encontrará la forma de derrotarlo ya que él es... Más fuerte que yo.
—¿Dices eso porque lograsteis acabar con los mundos de Lilith?— Comenzó a reír— Estaba en estado de suspensión y solo tuvisteis suerte.
—Tu no has visto lo que yo vi, sin él no se habría podido derrotar a Lilith, Ella consiguió despertar y libero completamente su poder— Continuó sonriendo— Confió en que te derrotará.
—Agh. Agh. Que confi... anza me tienes— dijo El Fracaso mientras estaba apoyado en el Loto Oculto.
Soichiro se fijó en la espada, vio como estaba rota y completamente mellada.
—¡¿Osaste romper el regalo que me hizo un Regis?!— El dios comenzó a soltar completamente su aura— Ahora moriréis sufriendo.
Soichiro se abalanzó sobre Dante que detuvo el golpe con el loto oculto, el intercambio de golpes cada vez era mayor aumentando la velocidad haciendo que las paredes del castillo comenzasen a ceder, Soichiro agarro de la cabeza al joven tirándolo hacia arriba continuando el intercambio de golpes, subiendo cada vez más hasta que finalmente salieron de la atmósfera.
Dante se encontraba en calma, cada vez notaba que su cuerpo comenzaba revitalizarse notando como cada vez su energía aumentaba emitiendo un aura roja, empuño la espada apuntando al dios y se abalanzó contra él, los golpes contundentes resonaban a través de los planetas cercanos ocasionando cambios bruscos en los climas de los mismos, Soichiro no podía hacer nada más que defenderse mientras se preguntaba cómo era posible que su simple creación le superase... Pero Dante estaba allí consiguiendo lo que ningún otro mortal había podido hacer nunca... Plantar cara a los dioses.
A cada golpe Soichiro retrocedía hacia la estrella que regía el conjunto de planetas en el que se encontraban, este astro se llamaba "Sauel" Finalmente Dante lo acerco lo suficiente hacia la misma, el calor se hacía patente puesto que alcanzaba la friolera de 27,000,000 grados Fahrenheit, la ropa de ambos se desintegró sólo al acercarse.
El miedo se hacía presente en los ojos del dios mientras que en la mirada del joven solo se veía determinación, una determinación para acabar con el yugo al que se vio sometido, un yugo que le arrastró a un destino que él no quería... Y por eso decidió rebelarse contra los dioses con la inspiración que le dio Ryu.
La espada fue clavada con rabia en el cuerpo de soichiro que hacía muecas de dolor, un dolor que significaba la muerte para él, un dolor que lanzaba el grito en el cielo de que los mortales podrían anteponerse a los dioses y derrotarlos, continuo clavándosela repetidas veces, cada vez con más fuerza, la sangre se desintegraba cada vez que salía del cuerpo ya inerte de Soichiro.
Dante reía mientras lloraba, había conseguido algo que no creía que pudiese pasar, la incredulidad se apoderó de él sobre el acto que acababa de conseguir... Pero recordó el estado de Ryu y fue rápidamente de nuevo hacia la localización que estaban antes.
Dante miraba a Ryu mientras este sonreía al verle, los ojos de Dante estaban vacíos solo veía lo que tenía alrededor.
—Lo hiciste bien Dante— Dijo Ryu mientras levantaba el único brazo que le quedaba.
—Si... Lo hice bien... ¿Verdad?— Sonrió mientras lentamente se acercaba a Ryu y se apoyaba en su hombro— ¿Pero sabes que? Ahora yo...
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Un joven se encontraba al borde de un acantilado. Vestía ropa roja con pantalones grises y un cinturón verde, su cabello rojo y portaba El loto oculto a sus espaldas.
¿Su nombre?
Ryu.
Fin de la primera parte
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La saga de los Guerreros de Fuego.
ActionHace mucho mucho tiempo no existía nada, pero sin saber como (cosa que yo sí sé que ha pasado, solo que no es el momento de contarlo) apareció el universo... ¡ANDA QUE NO HAN PASADO COSAS EN ESTE UNIVERSO! La historia que voy a contar hoy estará di...