La saga de los Guerreros de Fuego.

Epílogo: Esto no debería existir. Pero existe.

Shasta salió de la vaina completamente desnudo. Las preguntas asolaban su mente sin poder darle respuestas. Y sin embargo todo parecía nuevo para él.

En la nueva estancia había tres vainas más aparte de la suya. Todas se encontraban vacías con lo que daba a entender que él había sido el último en despertar ¿Pero porque estaba allí?

Comenzó a escuchar una conversación a la lejanía y comenzó a poner rumbo hacia ella.

Ryu y Atriane se encontraban allí hablando plácidamente mientras ellos reparaban en el nuevo.

—Veo que al fin te has despertado— Dijo Ryu con una leve sonrisa— Ella es Atriane y yo soy Ryu.

Shasta ya había escuchado ese nombre demasiadas veces ese día y no quería lidiar más con él.

—Y decidme ¿Cómo he llegado aquí?

—Eso me gustaría a mi saber— dijo Atriane— Pero me alegro de haberlo hecho así al final puedo estar con él— Dijo mientras abrazaba a Ryu.

—Somos tres así que nos falta uno ¿Dónde está?

Unos pasos comenzaron a sonar detrás hasta que se puso detrás y le acarició la cabeza suavemente.

— Hacía tiempo que no nos veíamos.

Un joven de pelo rubio con mechas rojas y una gran sonrisa estaba justo detrás.

—¿Acasto? No puede ser... Yo te mate

—Lo sé..

FIN DE TODA HISTORIA TIENE UN FINAL