Capítulo 21: Excalibur

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La guerra nunca cambiaba pero había una diferencia entre esta guerra y las otras una sutil pero pequeña diferencia: Uno de los enemigos no tenía raciocinio alguno. Solo eran insectoides que se movían siguiendo sus instintos de hambre. Pero la auténtica pregunta siempre ha sido ¿Porque los dioses no consideraron esta amenaza como eso. Una amenaza? Estaba claro que podian destruir todo cuanto quisiesen. Devorar sistema solares enteros. acabar con toda la vida del universo en un abrir y cerrar de ojos.

El asalto contra el planeta comenzó. Lancelot y Bors se encargaban de encabezar este ataque mientras toda una flota de Grendizer comenzaban a disparar contra los Planteision. Las explosiones se hacían presente en todo el espacio. Era una situación que sobrepasaba al resto y de pronto Arturo estaba también en cabeza junto a Lancelot y Bors. Era una misión sencilla hasta el momento ¿Realmente esto era una amenaza?

—Vamos, Un último esfuerzo y entraremos dentro del planeta Planteision— Gritó Arturo a través del comunicador dando ánimos a todos los soldados. Pero no a Lancelot y a Bors.

Finalmente atravesaron completamente la fuerza Planteision y entraron dentro del planeta. Todo era un nido hecho de restos. Un nido orgánico en el cual se veían grandes huevos que de ellos saldrian larvas que acabarán convirtiéndose en Planteision.

—Tenemos que aterrizar y hacer esto de pie. Bajad— Ordenó Arturo con un tono serio.

Ambos obedecieron sin rechistar. Este era el final del trayecto. Un final el cual podría llevarlos a la libertad. A dejar de ser unos meros objetos de Arturo. Pero eso a Lancelot le daba igual en este momento. El solo quería que Atriane este viva. Quería que ella estuviera en Camelot cuando él volviese.

Finalmente entraron dentro del núcleo en el cual en medio había una gran roca y en ella había una espada completamente de carne clavada en ella.

—Ya era hora— dijo Arturo.

—¿De qué?— Pregunto Bors.

Arturo comenzó a caminar primero a paso rápido y finalmente corriendo. Era lo que siempre había deseado. Todas las piezas estaban ya como había dicho M3RL1N.

—Ryu— Dijo Arturo— ¿Sabes que Atriane sigue viva?

Se le iluminó la cara.

—Y sabes que— Sonrió mientras levantaba la espada— Su sangre es necesaria para mi reinado.

Un gran Planteision apareció detrás de él mientras lo rodeaba y Arturo lo comenzaba a acariciar.

—Los Planteision son seres artificiales creados por mis ancestros para que devoren y absorban la energía de los planetas para crear el primer componente de El Rey Eterno: La Excalibur.

La reina planteision se abalanzó hacia Ryu quien lo esquivo de un salto mientras empujaba a Bors para que no le pasara nada. Sin lugar a dudas si había hecho eso es que consideraba a Bors como un amigo.

—No sois nada para mi. Ninguno de vosotros— Comenzó a Caminar mientras pasaba al lado de Ryu golpeándolo en el estómago y enviándolo a volar hacia el techo— Que bien funciona la energía de los planetas conforme la absorbes un poco. Pero aún queda la inmortalidad.

Camino lentamente hacia su Grendizer. Un aparato inutil en este momento. Corto la realidad y abrió un portal hacia Camelot.

Pero el portal no llevaba a la ciudad sino al propio sótano en el que se encontraba Atriane encadenada encima de un gran caldero conectado a M3RL1N.

—En un día en que la luna llena tiña el cielo de sangre conseguirás tu ansiado reinado eterno.

—Eso espero.

—Y todos serán tus súbditos eternos sin conciencia pues tu propagaras el virus que les quitara el raciocinio. Conseguirás el poder de matar a los dioses.

—¿Acaso existen los dioses? Pensaba que eran mitología.

—Aquel al que llamabas Lancelot poseía el poder de los dioses.

—Y le derrote— Sonrió— Igual los dioses no son tan poderosos como me has hecho creer.

—Descendiente de los Eldarianos del agujero de gusano. Nunca te confíes con uno. Pues logramos reducirlos pero hubo uno que creó su ejército y por perder una batalla tu ancestro cruzó el agujero de gusano.

—Lo tendré en cuenta.

El Destinado no podía creer lo que pasaba. Pero si algo sabía es que Atriane corría peligro y se encontraba a una distancia enorme del planeta Camelot ¿Como llegaba? Esa era la cuestión pero por el momento tenía que hacer frente a la reina Planteision.

Un suspiro fue suficiente para invocar El Loto Oculto y de un simple tajo cortó a la reina como si no fuera nada. Y así era. Realmente no eran nada comparado con el poder de Ryu.

—Dime hacia que dirección está Camelot.

—En el espacio es difícil saber las direcciones... Pero juraría que— Señaló atrás en vertical— Está hacia allí.

Ryu comenzó a correr.

—Es imposible que llegues. Los Grendizer no tienen la capacidad de mover el espacio.

—Eso nunca me ha importado. Vuelve a Camelot. Yo ire a rescatar a Atriane.

Y el Destinado concentró el aura y saltó hacia el espacio haciendo que el aura fuera su combustible y puso rumbo hacia Camelot.

Atriane se encontraba encadenada sobre un gran caldero que recogeria su sangre una vez fuese atravesada.

—¿Para esto me enviaste a ese planeta en el que creía que iba a morir?

Arturo comenzó a sonreír mientras se acercaba y se subía a la altura de Atriane.

—Nunca supuso ningún peligro. Esos seres realmente solo eran una forma de cazarte y dejarte inválida sin matarte. Para que solo fueras un simple muñeco que pudiese mover la cabeza y no pusieras resistencia— La agarro de la cara— Pero resulta que los ganaste a todos. Arrasaste un ejército que podía conquistar un sistema solar en horas y aun no se como.

—Cuando Ryu ven...

—Ryu no va a venir— Sonrió— Lo he derrotado dos veces y seguramente la reina Planteision lo haya devorado ya.

El día de la ascensión llegó.

La saga de los Guerreros de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora