Capitulo 11

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Después de comer, Rachel tomó el mando y organizó a todo el mundo para que ayudaran a preparar el gran pavo de la cena. Britt habló con Tom por teléfono y éste le prometió que llegaría hacia las tres para el intercambio de regalos luego, Rach y ella se metieron en la cocina para pelar manzanas y hacer un par de tartas.

Rachel había hecho trampas comprando la masa preparada, pero la había sacado de su envoltorio y la había guardado envuelta en papel transparente en la nevera para que nadie se diera cuenta—Hola, guapas —las saludó Scott con una enorme sonrisa, mientras buscaba algo en la nevera.

— ¿Qué te tiene tan contento? —le preguntó su hermana, sin dejar de pelar manzanas.

—La Navidad —respondió Scott y se echó a reír cuando Rach le sacó la lengua.

—He oído que has conocido a alguien —intervino Britt.

Él se sirvió un plato de sobras, sin molestarse en responder.

Rachel estaba a punto de reprenderlo por sus malos modales, cuando sonó el teléfono al responder y ver qué se trataba de su futura suegra, la joven desapareció en el comedor con el teléfono.

Scott se volvió entonces hacia Britt, disculpándose con la mirada—Se llama Tammy pero es demasiado pronto para traerla y someterla al tercer grado de mi familia.

—Te entiendo. —Devolviéndole la sonrisa, Britt volvió a centrarse en las manzanas.

—Tiene un niño —añadió Scott bruscamente y, apoyándose en la encimera, se cruzó de brazos.

—Oh —exclamó ella, bajando el cuchillo.

—Tiene tres meses. Viven en casa de los padres de Tammy y no ha podido venir porque le da el pecho —le contó él en una voz tan baja que le costaba oírlo, sin apartarlos ojos de la puerta por si entraba alguien.

—Cuando la traigas a casa, que traiga al niño también. Tu familia los recibirá con los brazos abiertos, ya lo verás.

—No estoy tan seguro—Scott parecía muy incómodo.

—Estarán encantados de tener un bebé en casa Rach y yo nos pelearemos por cuidar de él.
— ¿Qué pensarías si tu hijo viniera a casa con una mujer que es madre soltera? ¿Y si el niño fuera de otro hombre?

—Tus padres adoptaron a Santana No creo que Richard tenga nada que objetar—Britt ladeó la cabeza—. A no ser que tu novia esté casada.

— ¿Qué? ¡No! Su ex novio la abandonó cuando se quedó embarazada. Somos amigos desde hace unos meses. —Se pasó los dedos por el pelo hasta que casi se le quedó de punta—. Me preocupa que mi padre no lo apruebe.

Ella señaló hacia el pesebre que habían colocado bajo el árbol de Navidad, en la habitación de al lado—A José y María les pasó algo parecido.

Scott la miró como si se hubiera vuelto loca.

Luego, echándose a reír, acabó de prepararse un bocadillo relleno de las sobras de la comida—Bien visto, Britt. Lo tendré en cuenta.

Esa misma tarde, la familia se reunió alrededor del árbol para inter cambiar regalos. Los Clark eran una familia generosa y había montones de obsequios, algunos serios, otros de broma Britt y su padre recibieron también su ración.

Cuando todo el mundo estaba mirando sus cosas y bebiendo ponche de huevo, Rachel lanzó un último regalo al regazo de Santana—Éste ha llegado para ti esta mañana.

— ¿Quién lo envía? —preguntó ella, sorprendida.

—No lo sé.

Entonces miró a Britt ilusionada, pero ésta negó con la cabeza ansiosa por resolver el misterio, empezó a romper el envoltorio. Abrió la caja blanca que había debajo y apartó varias capas de papel de seda.

El infierno de Santana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora