Capitulo 37

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El padre de Britt insistió en asistir a la graduación y se negó a permitir que Lucy la ayudara con la mudanza a Cambridge en su lugar. Pagó el depósito y el alquiler de la habitación de Britt y voló a Toronto para asistir a la graduación de su única hija el 11 de junio.

Con un sencillo vestido negro y unos bonitos zapatos, Britt dejó a Lucy y a su padre en los escalones del salón de actos y ocupó su lugar en la cola, con los demás estudiantes graduados.

A Tom le gustó Lucy. Le gustó mucho.

Era una chica directa y sincera, que estrechaba la mano con fuerza. Cuando hablaba con él, lo miraba a los ojos. Lucy se ofreció a ayudar con la mudanza, cediéndoles una habitación en su granja de Burlington. Cuando Tom le dijo que podían hacerlo solos, ella insistió.

Durante la cena con Britt, la noche antes de la graduación, Tom había dejado caer alguna insinuación sobre Lucy, pero ella había fingido no entender a qué se refería.

Mientras los estudiantes entraban en fila en el salón, Britt no pudo evitar recorrerla sala con la vista, buscando a Santana. Con tanta gente, habría sido casi imposible verla aunque hubiera ido sin embargo, al localizar el espacio reservado para el departamento, distinguió fácilmente a Katherine Picton, vestida con su toga de Oxford.

Si los profesores estaban colocados alfabéticamente, como parecía, Britt pensó entonces que no le habría costado localizar a Santana, ataviada con su toga carmesí de Harvard Pero ella no estaba allí.

Cuando alguien pronunció el nombre de Britt, Katherine subió al estrado, con lentitud pero con seguridad, y le puso la toga de magister antes de estrecharle la mano formalmente. Tras desearle mucha suerte en Harvard, le entregó el diploma.

Esa noche, después de ir a cenar a un asador con Lucy y su padre para celebrarlo, Britt vio que tenía un mensaje de Rachel en el buzón de voz.

« ¡Felicidades, Brittany! Todos te mandamos recuerdos. Tenemos regalos para ti. Gracias por darme tu nueva dirección en Cambridge. Cuando estés instalada, te lo enviaré todo por correo También el vestido de dama de honor. Papá te ha sacado billete de Boston a Filadelfia para el veintiuno de agosto Espero que te vaya bien. Él quería pagarlo y como sabía que querías venir con tiempo... Seguimos sin tener noticias de Santana. Espero que haya ido a la graduación, pero, si no, espero que durante la boda puedan aclarar las cosa Espero que venga a mi boda. Se supone que tiene que ser una de las madrinas, ¡y ni siquiera tengo sus medidas para encargarle el vestido!»

El infierno de Santana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora