Britt se apartó un poco para verle la cara, preparándose para lo que estaba a punto de llegar el movimiento llevó al aroma su cabello hasta la nariz de Santana—Tu pelo... está distinto —murmuró.
—Tal vez un poco más largo.
—Ya no huele a vainilla.
—Cambié de champú —replicó ella, secamente.
—¿Por qué? —Santana cambió de postura para eliminar la distancia entre las dos.
—Porque me recordaba a ti.
—¿Por eso no llevas los pendientes? —le preguntó ella, acariciándole la oreja.
—Sí.
La miró, herida.
Ella apartó la vista—Te quiero, Britt No importa lo que pienses de mí. Todo lo que hice lo hice para protegerte.
Britt se volvió para tumbarse de lado, sin tocarla—«Yo soy la que te es fiel, Beatriz» —citó Santana, con los ojos brillantes de emoción— Por favor, recuérdalo en todo momento mientras te cuento lo que pasó.
Y, suspirando hondo, elevó una rápida plegaria antes de empezar a hablar.
—Cuando nos presentamos ante los miembros del comité, había centrado mis esperanzas en que tanto tú como yo nos mantendríamos en silencio, obligándolos a mostrar las pruebas que tenían contra nosotras. Pero pronto quedó claro que no iban adetenerse hasta que no encontraran algo incriminatorio.
»Metí la pata al enviar la nota de Katherine al Registro estaban preocupados por si habías recibido trato de favor y pensaban dejar tu nota en suspenso hasta haberlo investigado todo.
—¿Pueden hacer eso?
—Sí, está contemplado en las normas de la universidad. Y sin el expediente completo, no habrías podido graduarte.
Britt parpadeó al comprender las implicaciones de lo que estaba oyendo—Me habría quedado sin Harvard —susurró.
—Te habrías quedado sin Harvard este año, pero probablemente para siempre,porque la suspensión del expediente habría despertado sus sospechas. Aunque no hubieran podido descubrir nada, ¿para qué iban a darle la plaza a alguien sospechoso,con tantísimas solicitudes como reciben al año?
Britt permaneció inmóvil, sintiendo el peso de sus palabras como una carga.
Santana se rascó la barbilla, inquieta—Tenía miedo de que los miembros del comité arruinaran tu futuro. No podía consentirlo. Había sido culpa mía. Había sido yo quien te había asegurado que estaríamos a salvo siempre y cuando no nos acostáramos. Fui yo quien te invitó a ir a Italia. Debí haber esperado. Mi egoísmo fue lo que nos metió en líos. —Mirándola a los ojos, bajó la voz y añadió—: Siento lo de la última noche. Debí haber hablado contigo, pero estaba tan asustada que no podía razonar. No merecías que te tratara así.—Me sentí tan sola a la mañana siguiente...
—No se me podía haber ocurrido una manera peor de lidiar con mi ansiedad pero espero que entiendas que no fue sólo... un polvo para descargar tensiones Siempre que he estado contigo ha sido con amor siempre. Lo juro.
Britt bajó la vista—Para mí también nunca ha habido nadie más en mi vida, ni antes ni después.
Santana cerró los ojos, dejando que el alivio le relajara los músculos. Aunque ella se había sentido furiosa y traicionada, su frustración no la había llevado a los brazos de otra mujer. No había perdido la fe en ella por completo—Gracias —susurró, respirando hondo antes de continuar—: Cuando confesaste ante el comité y vi su reacción, supe que estábamos perdidas. Mi abogado estaba preparado para negarlo todo, esperando que me excusaran o que dictaran una resolución que pudiera luego impugnar en los tribunales, pero tu confesión les dio la confirmación que necesitaban.