Capitulo 60

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Ana acostó a los niños el que más trabajo llevó fue Teddy que no quería dormir estaba ansioso por querer el chupete de Phoebe, ya estamos quitandole pero con la bebé es imposible, tener dos bebes en la casa es caoticamente hermoso.

Antes de volver a la cama paso por la habitación de mi princesa, patea con sus pequeños piecitos tomo una silla me quedo mirándola, empieza a enojarse porque se da cuenta que no la estoy teniendo en brazos ya se está acostumbrando así.

— ¿Qué pasa princesa de papa no quieres dormir?.

Empieza a llorar mas fuerte entonces no puedo con ella la subo en mis brazos poniéndola en mi pecho ahí se acurruca, la llevo a la habitación puede que tenga nuevamente hambre.

Entro y Ana esta leyendo un libro no logro distinguir de que es pero está muy concentrada.

Fija sus ojos y nos mira frunciendo el ceño.

— Creí que ya estaría dormida la acabo de acostar.

— Pero al parecer esta preciosa no quiere dormir, quiere estar más con papi y mami no es asi?.

Le acaricio su pancita y ella abre su boca pequeña sonrisa, es divina.

Media hora estuve jugando con ella en la cama hasta que se quedó dormida, yo encantado que duerma aquí pero tengo a mi mujer que también la quiero.

Con cuidado la llevo a su cuna está profundamente dormida.

Regreso a la habitación Ana sigue con su libro, lo que mas quiero es arrancarle toda la ropa y hacerla mía toda la noche, no hemos hablado de lo que pasó en mi despacho hoy.

Se ve tan hermosa nadie diría que ya tiene dos hijos, su cuerpo es perfecto sus curvas sus piernas vientre su piel.., no puede ser mi miembro ya está despierto.

— ¿Vas a mirarme toda la noche?.

Ella se rie porque es evidente lo que tengo en mi entre pierna, me tocará ponerme rojo pero que digo soy hombre..

— Ana toda la vida quedaría así mirándote y más lo hermosa que te ves.

Esta vez ella se sonroja, eso me excita mas.

— Christian ¿quieres hablar?.

No precisamente hablar nena. — Si nena claro.

Me siento al lado de ella en la cama un poco distanciados, ella suspira y me toma de la mano.

— Christian ¿aun me deseas?.

Pero que.... me quedo mirándola extrañado.

— Dios Anastasia porque me preguntas eso, no te das cuenta?.

Pongo su mano en mi polla para que ella lo sienta, y vuelve a sonrojarse, en serio no la entiendo.

No me dice nada, pero tampoco quita su mano de mi miembro.

Le tomo de la barbilla para que me mire. — Dime algo amor.

— Es que no sé, por un momento creí que no me deseabas mas como antes, mi cuerpo pudo cambiar con dos hijos y tal vez ya no te gusto.

Me levanto de la cama y camino en círculos tomándome del pelo, esta niña no se da cuenta lo que dice? no se mira al espejo? Jesus.. cuento hasta cinco para no explotar y asustarla, esta un poco insegura es eso.

— Mírame Ana. – me acerco más a ella. — Yo te amo como eres y créeme eres hermosa no dudes lo que siento por ti, y dios mio Ana tienes el cuerpo que cualquier modelo envidiaría y claro que te deseo eso tampoco lo dudes.

No eres la numero 16.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora