Me removí en la cama sin ganas de levantarme, para posteriormente abrir los ojos lentamente.
—¡Nina! —gritó, nuevamente—. ¡Son casi las dos de la tarde!
—¡Es domingo, Helen! —le gritó, Travis—. Dejadla dormir.
Perezosamente me levanté de la cama, gruñendo y balbuceando una que otra grosería.
—Basta de gritos, y muchas gracias Travis, pero ya ambos me han despertado —dije, para luego volver a mi habitación.
Cuando iba de camino a la ducha, mi teléfono comenzó a sonar. Por el tono pude deducir que era una llamada. Me acerqué para tomarlo y, aunque no era precisamente quien esperaba que fuese, sonreí al ver el nombre en la pantalla.
—Buenos días —saludé, percibiendo una sonrisa desde el otro lado de la línea—. ¿Ha pasado algo?
—No, sólo quería hablar contigo un momento —su respuesta me hizo sonreír—. ¿Despertaste de ánimos?
—Eh... Sí, eso creo —respondí, dudosa—. ¿Por qué?
—Verás, aparte de que quería hablar contigo, también me gustaría hacerte una... invitación. O propuesta. Como quieras llamarlo.
—Te escucho.
—¿Te gustaría... Bueno, ya sabes... Pasar la tarde... conmigo? —preguntó—. Como amigos, claro.
—Creo que...
—Podemos ir por un helado, de aquellos que comimos la última vez —sugirió—. Fue hace bastante, ¿sabés? Así que no puedes negarte, porque te haz negado muchas veces a salir conmigo, y estoy pensando muy seriamente en suicidarme si lo haces otra vez.
Reí. —Sin presiones, ¿eh?
—Es un día muy lindo, y en serio me gustaría, Blacks.
—¿A qué hora?
—A las cuatro —respondió, alegre—. Pasaré por ti.
—Preferiría irme so...
—Entonces nos vemos a las cuatro.
—Sí, pero...
—Pasaré por ti.
Sin darme tiempo de replicar, colgó el teléfono.
Miré la hora y noté que eran poco más de las dos de la tarde. Rápidamente entré a la ducha, para minutos más tarde salir y envolver una toalla en mi cuerpo.
Busqué en mi closet un conjunto, hasta que me decidí por algo que fuese más cómodo y sencillo, para así poder disfrutar la tarde de la mejor forma.
Cuando estuve completamente lista, fijé mi vista, nuevamente, en el reloj; aún tardaría unos minutos más en llegar.
Bajé las escaleras para comer algo antes de salir, y de inmediato me encontré con la atenta mirada de mi primo.
—¿Pasa algo? —pregunté, mientras me servía un vaso de jugo.
—No... Es decir, sí... pero no sé si es algo bueno o... Joder, que te lo diga ella.
—¿Quién?, ¿de qué hablas? Travis, dime las cosas claras, por favor.
—¡Helen!, se ha levantado, ven a decírselo tú —pidió Travis a su hermana.
Helen apareció en la escena con un corto vestido de color beige.
—Buenos días, no sé por donde empezar.
—¿Le ha pasado algo a mi padre? —pregunté, alarmada.
—¡No! —respondió, de inmediato—. No tiene nada que ver con él, y tampoco es algo... malo.
—Al menos, no para ti —murmuró, Travis.
—Venga, hablen ya —pedí, intrigada.
—Bien, aquí voy —suspiró ella—. Desde hace un tiempo que no vemos a nuestros padres, y la verdad es que ya comienzan a hacernos falta, sobretodo a mi, soy bastante apegada a ellos ¿sabés?
—Lo entiendo —dije, para que continuara.
—Bueno, el punto de todo esto, es que vamos a volver con nuestros padres, por un tiempo —prosiguió—. Y, ya que ellos han concordado en que realmente les encantaría verte, hemos decidido que tú y mi tío George nos acompañen.
Me quedé totalmente quieta por varios segundos.
Vería a mis tíos después de mucho, mucho tiempo, y definitivamente la idea no me desagradaba para nada.
—¡Eso es genial! —admití, feliz—. ¿Cuándo saldríamos?
—En tres o cuatro semanas más —respondió—. Preferimos decirte antes para que, ya sabes, vayamos preparando todo y eso.
—Me alegra mucho, ya quiero ver a mis tíos —vaya, se sentía bien decirlo.
Las palabras de Travis me hicieron sentido cuando noté un pequeño detalle que casi pasé por alto; era la misma ciudad donde Magcon estaría.
(...)
—Tienes helado en la nariz —dijo, riendo.
Le enseñe la lengua, para luego limpiar la pequeña cantidad de helado de mi nariz con mi puño, rechazando su intento por hacerlo.
—Eres tan obstinada —murmuró, con una sonrisa burlona.
—¡Te he oído!
—Era la idea.
Golpee su brazo amistosamente, provocando una carcajada de su parte.
—Te odio —murmuré, cruzada de brazos.
—¡Hey!, he escuchado eso.
—Era la idea —imite su voz de forma burlesca.
—De aquí a los columpios, una carrera —cambió el tema, haciéndome girar para verlo.
—¿Enserio?
—¿Tienes miedo?, tranquila, te daré ventaja.
Arquee una ceja.
—No juegues conmigo, William.
—Y tú no me subestimes.
—¿Qué me darás si te gano? —pregunté, dispuesta a aceptar el desafío.
—Lo que quieras.
—¿Y si pierdo?
—Entonces tú me darás lo que yo quiera.
Ni siquiera me di cuenta, cuando ya había aceptado y estábamos apunto de comenzar.
¿Y si perdía?, pero es que... ¡me había desafiado!, joder.
Luego de negarme a que me diera ventaja, comenzamos a correr. Entonces me di cuenta de porqué había apostado eso; era rápido como el demonio.
Por un segundo, le llevé la delantera, mas para mi mala suerte terminó por ganarme.
—Eres... un... maldito —dije, con la respiración agitada.
—¿No vas a preguntarme que quiero?
Una vez que estuve más recuperada, me dispuse a hablar.
«¿En que diablos me metí?»
—Dime, Will, ¿qué es lo que quieres?
![](https://img.wattpad.com/cover/38452358-288-k236681.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Strings; memories never die✨ ➳s.m
Фанфик"-Jamás lo lograría, porque los recuerdos nunca mueren... Nuestros recuerdos nunca morirán, Shawn." Estrictamente prohibida la copia parcial o completa de la historia.