Strings; memories never die✨ ➳s.m

XLVI✨

Me observé en el espejo. Tenía una ojeras horrendas, y cómo no, si no había logrado dormir ni un minuto.

Escuché a alguien entrar a mi habitación, quien segundos más tarde tocó la puerta del baño.

—¿Podemos hablar? —lo oí preguntar.

—Espera un segundo —respondí luego de unos segundos.

Me até el cabello en una cola de caballo y salí.

Me sorprendí al ver a los dos sentados en mi cama, y tuve serias intenciones de salir corriendo de allí.

—¿Qué pasa? —pregunté, trantando de sonar tranquila.

—Lo sabemos todo —habló Travis—. No irás a ninguna parte.

—¿De qué estan hablando? —traté de hacerme la desentendida, mas mis nervios se notaban demasiado.

—Todo ha ido demasiado lejos y no permitiremos que te sigas arriesgando —añadió, Jamie.

Suspire.

—No me interesa lo que piensen, iré de todas formas. Es mi culpa, yo lo metí en esto y yo lo sacaré.

Ambos me miraron confundidos.

—Nina...

—¡Basta! Amo a Shawn —dije—. Y haré lo que sea para tenerlo devuelta, incluso arriesgar mi propia vida.

—¿De qué hablas? —preguntó, Travis—. Papá nos contó sobre lo de la motocicleta...

«Mierda. ¿Por qué siempre la cagas, Nina?»

—Oh no —susurre.

—Solo queríamos evitar que utilizaras la moto —terminó, con el ceño fruncido el otro chico.

—¿Qué esta pasando?

—No puedo decírselos —me negué—. Fuera de aquí. Fuera de mi habitación.

Travis me tomó por las muñecas, aplicando la fuerza suficiente y obligándome a mirarlo.

—Nina, mas te vale decirnos ahora qué esta pasando —dijo, con la respiración agitada.

—¿Y qué si no quiero? —repliqué.

—¡Joder, Nina! —vocifero—. ¿No lo entiendes?, ¡queremos protegerte, eso es todo! ¿Cuál es tu problema?

No pude contener algunas lágrimas.

—¡Tengo miedo! —grité.

Era la primera vez que lo decía, la primera vez que reconocía que estaba asustada.

—Jamás lograrían entenderlo —dije, entristecida—. No imagino por las cosas que debe estar pasando en este mismo momento... y todo por mi culpa. Su vida esta en mis manos, y no me importa si tengo que morir en su lugar.

Ambos mantuvieron silencio por un par de minutos. Jamie fue quien decidió hablar.

—Si vamos a ir por él, esté donde esté, debemos saber que esta pasando —dijo, dejándome totalmente sorprendida—. Debes contarnos todo.

—¿Qué? —pronuncié, todavía sin asimilar bien sus palabras.

—Eres como nuestra hermana pequeña, no te dejaremos sola en algo como esto —volvió a hablar—. Y no intentes negarte, porque no conseguirás hacernos cambiar de opinión.

—Pero ustedes lo odian.

—Así es, y eso no ha cambiado, pero haríamos cualquier cosa por ti, inclusive ayudarte a encontrar a un idiota como Shawn.