Un grito de parte de Aaron, me avisó que Shawn ya había llegado.
Me despedí de los chicos, y salí encontrándome con Shawn, y juro por Dios, que casi me da un infarto al verlo con traje.
No pude contener una sonrisa, y al parecer él tampoco.
-Definitivamente, quieres matarme -dijo, depositando un beso en mis labios-. Te ves... preciosa.
-Gracias -dije, sonriéndole-. Debo reconocer que tu no te quedas atrás.
«Hubiese querido decirle que casi se me salé el corazón del pecho cuando lo vi, pero quizás, y solo quizás, se habría asustado.»
-¿Qué hacen ellos aquí? -Preguntó, frunciendo el ceño.
Di la vuelta, y me encontré con los cinco chicos asomados en la ventana. En cuanto nos vieron se escondieron rápidamente.
Reí, y Shawn relajo su expresión.
-Es una larga historia -respondí, aún riendo.
(...)
Entramos en el hermoso restaurant con las manos entrelazadas.
-Es... perfecto, Shawn -confesé, sonriéndole-. No tenías que molestarte.
-Me alegra que te guste, te mereces esto y mucho más.
«Estúpido y perfecto Shawn.»
Nos sentamos en una mesa que estaba alejada de las demás, y que además, tenía una hermosa vista de la cuidad.
Ordenamos nuestra comida, y minutos más tarde, nos la trajeron.
Comenzamos a comer en silencio, pero mirándonos en varias ocaciones.
-Shawn... -Dije, arrepintiéndome de inmediato por haber abierto la boca.
-Dime, preciosa.
Sonreí nerviosamente, y él parecía estar aguantando la risa.
-¿Qué te causa tanta gracia? -Pregunté, frunciendo el ceño.
En ese momento no aguanto mas, y comenzó a reír a carcajadas.
-No es nada -aseguró, calmándose.
-Dime -ordene, cruzada de brazos.
-Bien, tu lo quisiste -dijo, sonriendo-. Solo... mira, disimuladamente, hacía atrás.
Di la vuelta, lo más disimulada que pude, y Shawn comenzó a reír nuevamente como loco.
-¿Eso para ti es ser disimulada? -Preguntó, aun riendo.
Lo ignore, y entonces encontré el motivo por el cual reía antes; todos sus amigos, estaban sentandos unas cuantas mesas más allá, y al parecer también estaban "camuflados".
En cuanto me vieron, todos se escondieron tras sus respectivos menús.
-¿Qué hacen aquí? -Pregunté, mirando a Shawn con una sonrisa.
-Ni idea -respondió, encogiéndose de hombros.
Reí.
Se quedó mirándome directamente a los ojos, y luego esbozo una sonrisa.
-¿Quieres salir de aquí?
-¿A dónde? -Pregunté, confundida.
-Solo espera -susurró, sonriendo ampliamente.
Nos levantamos, y Shawn tomó mi mano.
-¿Confías en mi? -Preguntó, sacando un pañuelo de su bolsillo.
No lo pensé dos veces.
-Sí.
Vendó mis ojos con el pañuelo, y volvió a tomar mi mano.
Escaleras, ruido, silencio, escaleras, ruido otra vez. Luego de diez o catorce minutos, nos detuvimos en un lugar.
-Llegamos -susurró, en mi oído.
En cuanto quitó la tela de mis ojos, pude ver que nos encontrábamos en la azotea del mismo restaurant. Era una noche realmente hermosa, adornada por cientos de estrellas, y luces de la ciudad. Todo parecía ser más hermoso desde ahí.
Había una pequeña mesa, con una botella de champaña, y dos copas.
-Tenías todo bien planeado, Mendes -bromee, sonriéndole.
Sonrió, y luego se quitó la chaqueta para darmela, obviamente me negué, y obviamente el insistió.
-Gracias -susurre, sonriéndole nuevamente.
Asintió con una sonrisa.
Se mantuvo un par de minutos en silencio, hasta que hablo.
-Sé que esto puede parecer un poco cliché -comenzó diciendo-, y quizás lo que te diga luego también lo parezca, pero... Dios, es más difícil de lo que pensé.
Cerró los ojos, y luego los abrió de golpe, mirándome fijamente otra vez, y tomando mi mano.
-Me gustas mucho, y lo sabes bien -continuó-. Eres una chica especial, inteligente, hermosa... Eres diferente, y eso es algo que me encanta... Me encanta todo de ti, Nina. Me haces sentir cosas que nadie mas me ha hecho sentir, no sé, creo que me tienes hipnotizado -reí levemente-. Cuando estoy contigo me siento mejor, y sé que quizás todo esto será difícil, pero... Quiero intentarlo.
Suspiró, y apretó levemente mi mano.
-A lo que voy con todo ésto es a que... Nina, ¿Quieres ser mi novia?
Me quedé totalmente quieta, y podría jurar que mi corazón se detuvo por unos segundos.
¿Quería ser su novia? ¡claro que sí, joder!
-No te sientas obligada a aceptar por el hecho de que...
-¿Estás bromeando? -Interrumpí-. Por supuesto que quiero ser tu novia.
Sonrió, puso sus manos en mis mejillas y me dio un cálido beso en los labios.
-Te haré la chica más feliz de todo el mundo -aseguró, sonriéndome.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
Ambos sonreimos ampliamente, y me ofreció su meñique para sellar nuestra promesa. Los entrelazamos.
Fue ahí cuando noté algo que no había visto antes, Shawn tenía un tatuaje en el dedo meñique que decía "promise". Era exactamente igual al mío.
-¿Desde cuándo tienes este tatuaje? -Pregunté, extrañada y sorprendida a la vez.
-Desde hace... varios años -respondió, nervioso.
¿Qué demonios? Ésto era raro, extremadamente raro. Pero quizás era solo una casualidad, ¿cierto? Claro que sí, eso era.
-Yo tengo uno igual.
Asintió, aún un poco nervioso.
-Si... lo acabo de notar -dijo, abrazándome.
Sonreí, y me puse de puntillas para besar sus labios nuevamente.
-Me encanta que seas pequeña -dijo, sonriéndome-. Honestamente, te lo digo otra vez, todo de ti me encanta.
Sentí el leve rubor cubriendo mis mejillas, y traté de ocultarlo con otro comentario.
-Yo no soy pequeña, tú eres demasiado alto -aclare, sonriéndole.
-Eso hace que sea aún mas sexy, ¿no te gusta? -Preguntó, haciéndose el ofendido.
-Me encanta -respondí, dándole un corto beso en los labios.
Y por un momento, todo dejo de importar. Solo éramos él y yo...
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Strings; memories never die✨ ➳s.m
Fiksi Penggemar"-Jamás lo lograría, porque los recuerdos nunca mueren... Nuestros recuerdos nunca morirán, Shawn." Estrictamente prohibida la copia parcial o completa de la historia.