LI✨ →⛄Maratón Navideña {2/3}❄←

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Shawn se detuvo frente a la puerta de una de las habitaciones.

—Es aquí —dijo, antes de girar la perilla.

En cuanto entramos nos dimos cuenta que no había nadie en la inmensa habitación. Por lo que de inmediato continuamos con nuestro camino.

Avanzamos un par de metros más, mientras Shawn trataba de recordar algo; el lugar donde se encontraba la salida, probablemente. Hizo una seña, y luego entramos en una sala. Nos acercamos a la pequeña escalera y la subimos.

En cosa de segundos estábamos en la azotea.

—Lo logramos, cariño —dijo, abrazándome.

Comenzamos a correr hacia el jet ubicado a unos metros de nosotros.

Shawn, al igual que yo, estaba completamente esperanzado; mas todas la esperanzas se destruyeron cuando logramos llegar.

Me cubrí la boca con una de mis manos, totalmente impactada, mientras Shawn retrocedía queriendo impedir que viese la escena; un chico de aproximadamente veinte años, el piloto probablemente, yacía muerto en el asiento delantero.

—Iré por alguien —avisó, Shawn—. Quédate aquí, volveré pronto, cariño.

—Shawn, no...

Me abrazó fuertemente.

—Tengo que hacerlo para sacarnos de aquí —intentó hacerme entender—. Prometo que volveré, y te sacaré de aquí sana y salva.

—Déjame ir contigo, por favor —le rogué, tragándome las lágrimas.

—Nina, aquí estarás segura. No puedo permitir que vengas conmigo, no seguiré arriesgando tu vida. Si algo pasa, grita con todas tus fuerzas, prometo que llegaré enseguida.

No pude contener más las lágrimas. Lo vi comenzar a caminar, y de inmediato lo detuve.

—Te amo —le dije, abrazándolo con todas mis fuerzas.

—Yo te amo más.

No tardó en unir nuestros labios en un beso que me erizó la piel.

—Volveré por ti —fue lo último que dijo.

Me alejé del jet, parándome a varios metros. Los minutos pasaban, y Shawn seguía sin volver.

—Las manos en alto —mandó, a mis espaldas.

Reconocí inmediatamente aquella voz, y inmediatamente dí la vuelta.

—Perdóname, Nina —dijo, mientras mordía su labio inferior—. Pero éste es mi trabajo, ésto es lo que soy.

Estuve sorprendida por unos momentos, mas no tardé en contestar.

—Me das lástima. En serio, es una pena ver lo que de verdad eres, Noah.

—No tienes idea de lo que he tenido que pasar —sacudió el arma—. Por un lado estás tú, y te juro que te quiero, pero...

—¿Me quieres? ¿Esto le haces a las personas que quieres? —le interrumpí, riendo amargamente—. ¿Las apuntas con un arma para matarlas?

—Mierda, Nina, bast...

—Responde, ¿esto les haces?, ¿los amenazas, les mientes, los secuestras? ¡Responde, William!

—¡Me enamoré de ti! —gritó, con la mano temblorosa—. Me atrapaste desde el primer momento. Eres como una droga para mí, Nina. Pero no tengo otra opción.

Me quedé helada.

—Debería ser yo a quien le digas "te amo", debería ser yo el que te apoye, te cuide, y te haga sentir especial. Debería ser Shawn, y tú deberías ser mía.

—Pero no lo soy. No soy tuya y tú no eres Shawn. Y no lamento decirte que no cambiaría a Shawn por nada en este mundo.

Se mantuvo en sulencio, mirándome fijamente.

—Perdóname —pidió nuevamente, ignorando mi respuesta anterior—. Si tuviera otra opción, créeme que la tomaría.

—Siempre hay otra opción —repliqué—. Pero eso ya no importa.

Hizo una mueca de tristeza.

—Te amo —y disparó.

Había sido todo tan rápido. Tanto, que ni siquiera había alcanzado a gritar como Shawn me había dicho que lo hiciera.

Sabía que él era capaz de hacerlo, su mirada me lo decía, aun así una parte de mí quería creer que quizás no lo haría. Pero lo hizo.

Mis ojos se cerraron, me quedé inmóvil, incapaz de siquiera pestañear, simplemente esperando que llegara el impacto.

Mas éste nunca llegó. Abrí los ojos, y lágrimas no tardaron en inundarlos. No podía creer lo que estaba frente a mí, lo que había sucedido, lo que él había hecho por mi.

—¡No! —grité.

Esto no podía estar pasando...

Caí de rodillas junto a su cuerpo, llorando, sin poder creerlo. Puse mis manos en su herida, éstas se llenaron de sangre inmediatamente.

—No, ¡por favor, no! ¡No puedes dejarme sola, no puedes irte! —gritaba desconsoladamente, sin dejar de llorar—. ¡Mírame!, no puedes irte.

Sus ojos seguían abiertos.

—Shawn...

T-te amo, Alex —susurró.

Y entonces sus ojos se cerraron...

Strings; memories never die✨ ➳s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora