XLIII✨

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Entonces, pensé que hubiese preferido ver cualquier cosa, excepto eso.

«No debí entrar.»

Contemplé la escena con asco, tristeza y rabia. Mientras, la rubia apretaba su agarre al torso desnudo de mi "novio".

Mi vista se dirigió al piso cubierto por botellas de diferentes licores.

No podía pensar claramente, y las lágrimas acumuladas en mis ojos amenzaban con caer en cualquier momento.

«No debí permitir que se acercara más de la cuenta.»

—Mierda —susurre, con un nudo en la garganta.

«No debí creer en sus palabras.»

Ambos levantaron la cabeza, y Shawn abrió los ojos de golpe, encontrándose inmediatamente con los míos.

«No debí permitir que aquella maldita sonrisa me atrapara.»

La sorpresa fue aún mayor al notar a quien pertenecía aquella cabellera rubia.

Dejé el estado de shock y sopresa, para pasar a uno de rabia y enojo.

—Eres un jodido gilipollas, Shawn —dije, con desprecio—. No quiero volver a verte la cara nunca más. No vuelvas acercarte a mi.

—Nina, no...

—¿Todo fue por ella? —pregunté—. Vaya que has caído bajo.

Se levantó de la cama, empujando a la chica a un lado de la cama. Rápidamente se puso jeans y una camiseta.

—Tienes que dejar que te explique, yo...

—No, no vale la pena —le interrumpí—. Y en cuanto a ti, me las vas a pagar. Te lo juro. Te lo juro por Dios, Ellie Smith.

Salí de la habitación, pegando un portazo.

Para esas alturas, la lluvia ya había comenzado. Haciéndose cada vez más intensa.

Salí del hotel por la parte trasera, y comencé a correr lo más rápido que podía. No tardé mucho en quedar totalmente empapada.

«¿Por qué?» Mi mente seguía repitiendo aquella pregunta.

La escena no salía de mi cabeza ni aunque intentase sacarla. Lo único que hacía era repetirse y repetirse.

Escuché sus pasos, viniendo tras de mi. Gritó mi nombre, mas seguí corriendo sin detenerme ni por un segundo.

«No debí enamorarme de él

No pude contener el llanto por más tiempo, así que di paso libre a las lágrimas que se habían acumulado en mis ojos.

Con la vista nublada, continué corriendo. Y a pesar de mis intentos, él había logrado alcanzarme de todas formas.

—¡Tienes que escucharme! —me gritó, tomando mi brazo y haciéndome girar—. Nina, por favor, no es lo que piensas.

—¡No quiero escucharte! ¡Te odio! —grité, intentado que me soltara.

—Nina, no hagas esto —tomó mis muñecas, obligándome a mirarlo—. Solo... escuchame. Te prometo que no es lo que piensas.

—¿Me lo prometes? —pregunté, con ironía—. ¡Si tan solo cumplieras tus promesas!

—Nina, puedo explicarte absolutamente todo, pero tienes que venir conmigo.

—Más de un mes, Shawn —dije, separándome de él—. Más de un mes, y a pesar de eso no hubo un solo día en el que dejara de creer en ti. Pasé noches enteras esperando una llamada, un mensaje, ¡cualquier cosa!

—Yo...

—¿Siquiera sabés cuan preocupada estaba por ti? Incluso llegué a pensar que te había sucedido algo malo —reí con amargura—. Pero resulta que solo estabas ocupado acostandote con la que meses atrás se hacía llamar mi "amiga".

—No es así, Nina —aseguró—. Si tan solo te dieras el tiempo de escucharme.

—Lo habría hecho, ¡de no haberte encontrado en la cama con esa zorra! —exclamé, claramente enojada.

Di la vuelta dispuesta a irme, pero no me lo permitió.

—No puedes irte así —dijo—. Tenemos que solucionar esto...

—No hay nada que solucionar. Esto se acabo.

Cayó de rodillas frente a mi.

—Por favor, por favor no me digas eso —pidió, tomando mi mano—. Eres mi vida entera, Nina.

Me destruía aun más verlo así, porque a pesar de todo, lo seguía queriendo con cada parte de mi.

Lo miré directamente a los ojos, y bajé la cabeza.

—No puedo, Shawn —dije, sintiendo como cada una de mis propias palabras me rompía aun más el corazón—. Lo siento, pero se acabo.

Soltó mi mano, y esta vez me di la vuelta dispuesta a irme definitivamente. Comencé a caminar, sin dejar de llorar.

Te amo, Alex —gritó—. Te amo, y te voy a amar por el resto de mi vida. Cumple tu promesa y no lo olvides nunca.

Me detuve de golpe. Sus palabras resonaron en mi cabeza cientos de veces.

Sentía un dolor inaguantable en la nuca. No tardé en perder el equilibrio debido a unos fuertes mareos.

«Su habilidad para "adivinar" cosas sobre mí...»

Tal y como si hubiesen quitado una venda de mis ojos, recuerdos comenzaron a golpear mi mente. Se unían en mi memoria como piezas de rompecabezas.

«Su tatuaje...»

Tantas señales, tantas coincidencias. Debí haber tenido cuenta que las coincidencias no existen.

«Su familia...»

Nuevamente perdí el equilibrio. Su voz diciendo mi nombre parecía alejarse cada vez más.

«Parecíamos conocernos de toda la vida...»

Y entonces, caí. Me desmorone esperando llegar de inmediato al piso, pero, en vez de eso, sus brazos me atraparon enseguida.

«Todo...»

Conecté mi mirada con sus, ahora, preocupados y llorosos ojos.

«“¿Qué dirías si te dijese que... ya nos conocíamos?”»

Ahora podía responder a esa pregunta, que creí haber olvidado.

Ahora lo recordaba. Recordaba absolutamente todo...

Strings; memories never die✨ ➳s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora