Strings; memories never die✨ ➳s.m

XXV✨

—Shawn, me tengo que ir —dije, por enésima vez.

Acaricie su cabello, y él sonrió.

—¿Tan pronto? —Preguntó, haciendo un puchero.

—Llevo toda la tarde aquí —le recordé—. Quiero ir a buscar a mi papá al aeropuerto.

—¿Quieres que te acompañe? —Preguntó, sonriendo.

Me encogí de hombros.

—Si quieres —respondí, sonriéndole—, estaría bien.

—Genial, ¿nos vamos? —Asentí.

(...)

Sonreí al divisar a mi padre caminando hacia nosotros, y él hizo lo mismo al verme, pero frunció el ceño al ver que mi mano estaba entrelazada con la de Shawn.

Me levanté del asiento, y le di un gran abrazo. Luego de saludarnos, decidí que era el momento indicado.

—Papá, él es Shawn —lo presenté—, mi novio.

Shawn se acercó, y se dieron un apretón de manos. La expresión de mi padre ahora era reemplazada por una de sorpresa, y la de Shawn era de nerviosismo.

—He traído una sorpresa para ti —fijó su vista en mi—. La verdad, son dos.

—¿En serio? —Asintió—, ¿qué son?

—Creo que debes verlo por ti misma —respondió, sonriendo.

Entonces pude ver a la chica de cabellera castaña, acercándose a nosotros junto con algunas maletas. Ahogué un gritó debido a la gran sorpresa.

—¡No puedo creerlo! —Exclamé, abrazando a mi papá.

Rió, y luego volvió a fijar su mirada en Shawn.

—Parece que tendremos mucho tiempo, y muchas cosas de que hablar, ¿cierto, Shawn? —Le preguntó.

Shawn asintió con una risita nerviosa.

—Iré a saludarle —avisé, sonriendo—, evita asesinar a mi novio.

Le di un abrazo a mi padre nuevamente, y deposite un corto beso en los labios de Shawn.

—¡Nina! —Chilló ella, sonriendo ampliamente.

—¡Helen! —La abracé fuertemente.

Nos separamos, y reímos.

—No sabes cuanto te extrañe, prima —dijo, volviendo a abrázarme.

Helen era definitivamente el prototipo de chica que cualquiera adoraría. Nos habíamos distanciado bastante, pero aún así, ella significaba mucho para mi. En nuestros mejores tiempos había sido casi como una hermana para mi.

—¿Te olvidas de tu primo favorito?

Di la vuelta, encontrándome con el pelinegro, y quedando aún más sorprendida. Me lancé a sus brazos sin pensarlo dos veces, y no pude contener algunas lágrimas.

Travis, ¿qué podía decir de él? Era simplemente un chico fantástico. Mi mejor amigo durante años. Había estado conmigo siempre, en los momentos que más lo necesite, siempre estuvo ahí, incluso a pesar de los cientos de kilómetros que nos separaban. Era como mi hermano gemelo, ¿saben? Y no sólo por el evidente parecido físico. La gente solía pensar eso, que éramos hermanos, y la verdad es que yo era como su versión femenina, y él como mi versión masculina.

Tanto Helen como Travis, eran personas muy importantes en mi vida, pero el gran problema había llegado cuando tuvieron que irse. Perdimos todo tipo de contacto, debido a la rivalidad totalmente repentina que formó mi madre contra la madre de ambos chicos, quien era su hermana.

Aún así, él hizo todo lo que estuvo a su alcance para seguir comunicandose conmigo, incluso había desafiado a su madre sólo para conseguir hablarme. En cambio, Helen, siendo la menor y por lo tanto la consentida, había acatado la ordenes de mi tía de inmediato. No la culpo, ya que ella sólo quería hacer las cosas bien, y mantener la buena relación que siempre había tenido con sus padres.

—Demonios, me hacías mucha falta —confesó, Travis, pegándome hacia él.

—Y tú a mi —sonreí—. Vengan, quiero presentarles a alguien.

Fuimos hasta donde se encontraba mi padre y Shawn, quienes ahora hablaban animadamente.

—Chicos, él es Shawn, mi novio —lo presenté, sonriendo—. Cariño, ellos son Travis y Helen, mis primos.

—Un gusto —dijeron, al unísono.

Helen besó a Shawn en la mejilla, y Travis le dio una mirada de desprecio, y luego se dieron un apretón de manos.

Fruncí el ceño, confundida.

¿Por qué lo había mirado así? Travis siempre había sido muy sobreprotector conmigo, y quizás por eso se había comportado así, pero podía estar segura de eso. No podía saber la verdadera razón hasta que le preguntase, cosa que no estaba muy segura de hacer.

—Iré a dejar a los chicos a la casa, para que acomoden sus cosas, y todo eso —informó, George—. Puedes quedarte con Shawn, yo me encargaré de todo, Nina.

Asentí con una sonrisa, para luego empezar a despedirnos.

Travis fue el último en despedirse de mi; abrazándome fuertemente, y depositando un beso en mi frente.

Nuevamente pude notar la tensión existente entre Travis y Shawn. Pero una cosa me preocupó más, y era la forma en la que Helen miraba a Shawn; le estaba coqueteando. ¿Le había mencionado que era mi novio? Si mal no recuerdo, lo había hecho.

«Mí novio. Mío. Se siente tan bien decirlo.»

—¿Qué fue eso? —Me atreví a preguntar, cuando ya estábamos a solas.

—¿Qué cosa? —Preguntó, haciéndose el desentendido.

—Shawn, no soy estúpida —dije, de brazos cruzados—. Vi como Helen te miraba.

Rió, y pasó su brazo por mis hombros.

—Ni siquiera me miraba a mi, preciosa —aseguró, sonriendo.

—No me jodas, Shawn —me separe de él—. Te estaba coqueteando y lo sabes.

—Sólo te quiero a ti, ¿qué debo hacer para que lo entiendas? —Me sonroje un poco—. Además, la chica es tu prima ¿cierto?, dale un voto de confianza.

Asentí, sintiéndome un poco mal por haberme puesto celosa de mi propia prima, pero dicen que más vale prevenir que lamentar.

—Ahora dime, ¿por qué ese tipo es tan cariñoso contigo?

Me encogí de hombros.

—Somos primos, y nos queremos como tales —respondí, sonriéndole.

Asintió, mas pude notar que no estaba completamente convencido.

—Shawn, nos conocemos hace años, él es como un hermano para mi.

—Sí, entiendo eso —frunció el ceño—, pero no me cae bien.

—Espera a conocerlo, y verás que es una persona increíble.

Negó con la cabeza.

—No —dijo, severamente—. Debes tener cuidado con él, Nina.

—¿De qué hablas, Shawn? —Pregunté, confundida.

—No importa, solo hazme caso, debes...

—No, Shawn —lo interrumpí—. Dime que pasa, ¿por qué tengo que tener cuidado?, o más importante aun, ¿qué sabés tu de él, que yo no sepa?